Hay que trasladarse mentalmente a los siglos XIII y XIV para entender cómo los castillos medievales dejaron de ser suficientes para frenar los envites del enemigo. Así nacieron en Francia las bastidas, ciudades defensivas pensadas para proteger en el mundo rural. Construidas con planta ortogonal (calles cortadas en ángulo recto, en forma de damero), en ellas todo giraba en torno a una animada plaza central, que generalmente tenía zonas cubiertas alrededor, en la que tenían lugar el mercado y las ferias permitiendo el desarrollo económico, además de su finalidad defensiva.
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Tras este viaje imaginado por el tiempo toca emprender uno real, una ruta que nos lleva a la región de Occitania, pegada a la frontera con España. Junto a la región de Aquitania, aquí encontrarás numerosas bastidas que parecen detenidas en el tiempo. Grandes tesoros de arquitectura medieval que fueron fortificadas o encaramadas en lo alto de un monte.
Hemos seleccionado algunas de las más bonitas y mejor conservadas y si por el camino te inspira alguna otra, haz una parada en ella, porque son muchas las que merecen una visita.