La dieta mediterránea es la base de una cocina que apuesta en Málaga por el producto del mar, pero también de la huerta, procedente de la vecina Costa Tropical, y por las carnes y vinos llegados desde el interior de la provincia. Que el producto local es de una calidad máxima lo saben bien los numerosos chefs que han puesto su nombre en el mapa nacional de la gastronomía en los últimos años. Uno de estos renombrados cocineros es Dani Carnero, curtido en los fogones de grandes como Adriá, de la Osa o Berasategui, cuyo restaurante La Cosmopolita (lacosmopolita.es) lleva dando que hablar desde hace ya 12 años. Su apuesta por revalorizar la cocina más hogareña, que aprendió desde bien pequeño en casa –su padre también era cocinero y regentaba tres restaurantes– le dio el éxito merecido.
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El chef quiso probar nuevos retos apenas un mes antes de la pandemia. Kaleja (restaurantekaleja.com) fue su apuesta por la cocina de altura, dándole un toque de vanguardismo a esos sabores nacionales que siempre ha defendido. Se encuentra en una callejuela escondida en plena judería y sus dos menús degustación (90 y 120 €) se empiezan a disfrutar contemplando desde la barra el espectáculo sobre las brasas –porque aquí, hasta la cocina lenta, de olla, se prepara así– y luego en su elegante salón.