Una Andalucía para cada mes del año

Desde sus bellas montañas a sus playas infinitas, desde sus coquetos pueblitos de postal a sus grandes urbes repletas de vida: que el sur es apuesta segura, da igual la época del año de la que se trate, no es ninguna sorpresa. Andalucía es alegría, es risas, es ilusión y ganas de vivir. Es música que emociona, gastronomía sin igual, paisajes sublimes y buenos momentos. Y esas buenas vibraciones que se contagian se deben también a los paisajes y rincones repletos de encanto que la enriquecen.

Cádiz fuera de temporada, qué visitar (y disfrutar)

No importa si es en la costa gaditana, en la sierra onubense, en el desierto de Almería o paseando por los patios de Córdoba: existe una Andalucía para cada estado de ánimo, para cada momento, para cada mes. Te proponemos 12 destinos sureños para este 2023: ¡ve haciendo las maletas! 

QUE ENERO TE PILLE CON LOS ESQUÍS PUESTOS 

O con la tabla de snow preparada, o con el trineo bajo el brazo… ¡o, simplemente, con ropa bien calentita para disfrutar de la nieve a tu aire! Porque, por tener, Andalucía tiene incluso una increíble estación de esquí, la de Sierra Nevada, que situada a 1.200 metros resulta ser la más alta de España. A la sombra del Veleta, y a lo largo y ancho de sus 131 pistas repartidas por sus 110 kilómetros cuadrados, disfrutarás de jornadas interminables con la esencia granaína por compañera. Y si por cualquier razón te apetece cambiar el plan, estás de suerte: contar con Granada a tiro de piedra te brindará la oportunidad de dar un salto a la ciudad de la Alhambra para empaparte de sur.  

FEBRERO AL CALOR DE LA AXARQUÍA MALAGUEÑA 

Vamos a ser muy sinceros: Málaga apetece siempre. Da igual que llueva, truene o el sol brille fuerte en el cielo, el microclima del que disfruta los 365 días del año esta provincia andaluza es lo más parecido al paraíso. Para ir dándole un poco de vidilla al invierno, te proponemos dedicar febrero a esta comarca repleta de bonitos pueblos para marcarte un road trip en toda regla. Empezando por Frigiliana, el pueblo más popular de la zona: pasea por su entramado de callejuelas blancas y colmadas de detalles que recuerdan sus raíces árabes, fotografíate junto a sus paredes decoradas con macetas y flores o descubre tesoros como el antiguo palacio renacentista de los Condes de Frigiliana. Después, continúa la ruta hasta enclaves tan hermosos como Almáchar y Canillas de Aceituno, Cómpeta, famosa por sus vinos, o Sedella, a los pies del pico de la Maroma, el más alto de Málaga. Ya te lo advertimos: te enamorarás. 

MARZO PARA UNA RUTA POR LOS PUEBLOS BLANCOS DE CÁDIZ 

Qué le vamos a hacer si caemos rendidos al encanto de lo rural, sea en la provincia que sea. En este caso, te llevamos de la mano hasta los pintorescos pueblitos que hay salpicados por la sierra de Cádiz y que reciben este nombre tan sugerente. Empezando por Zahara de la Sierra, que con las ruinas de su castillo morisco gobernando desde las alturas, y el atractivo pantano de aguas turquesas a sus pies perfecto para practicar todo tipo de actividades de turismo activo, ya es de por sí un destino de lo más aclamado. Muy cerca se hallan tesoros como El Gastor, Algodonales o Setenil de las Bodegas (en la  imagen), algunas de cuyas casas se hallan excavadas en sus inmensas rocas. Arcos de la Frontera y su gran patrimonio histórico aferrado a lo más alto de una peña, Bornos y su fascinante relación con los Enríquez de Ribera, Ubrique, El Bosque o Grazalema, completan este inigualable plan. 

EN ABRIL SEVILLA SE VISTE DE FIESTA

Primero vendrá la Semana Santa, días en los que el misticismo más genuino se respira en las calles de la capital hispalense: no importa si la fe cristiana existe o no, el simple hecho de salir a ver algunas de las procesiones que recorren el núcleo urbano, y ser partícipe de cómo los sevillanos viven y sienten una de sus las fiestas más grandes, es toda una experiencia. Solo dos semanas después, son los trajes de flamenca, las flores y los farolillos los que se hacen fuertes en el recinto ferial: la Feria de Abril es un acontecimiento conocido en todo el mundo en el que alternar entre sorbos al rebujito y algún que otro baile por sevillanas. Los bellos coches de caballos paseando por doquier, las engalanadas casetas donde brindar por la vida es una constante y un buen plato de jamón o unos chocos fritos, harán el resto. Porque Sevilla en primavera, es mucha Sevilla. 

La ruta de tapas definitiva para saborear Sevilla

LOS PATIOS DE CÓRDOBA TE ESPERAN EN MAYO 

Declarada hace unos años Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la Fiesta de los Patios es la mejor excusa que puedes encontrar para dar un salto a la ciudad de los omeyas, y no solo disfrutarla cuando más hermosa se muestra: también aprovechar para descubrir cada uno de sus rincones. ¿Un spoiler? Te vas a enamorar. Con 276 patios censados, muchos de ellos repartidos por los barrios con más solera de la ciudad –es decir, la judería, San Lorenzo y el Alcázar Viejo–, te deleitarás contemplando enclaves únicos mantenidos gracias al esfuerzo y trabajo de sus moradores. Perdido por los callejones del casco antiguo, aprovecha para visitar verdaderos tesoros patrimoniales como son la Mezquita-Catedral y su Patio de los Naranjos, el puente romano sobre el Guadalquivir, o el Alcázar de los Reyes Cristianos.  

JUNIO AL SOL EN LAS PLAYAS ALMERIENSES

El calorcito ya empieza a apretar en el sur por estas fechas y el cuerpo va pidiendo un poco de vitamina D, así que te proponemos poner rumbo a Almería para practicar el vuelta y vuelta bajo el sol y, de paso, animarte con algún que otro chapuzón. ¿El destino escogido? El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y algunas de sus playas y calas vírgenes más emblemáticas, empezando por Los Genoveses, que con su extenso arenal y sus aguas transparentes, te tentarán con quedarte a vivir en el vecino pueblo de San José. Los Muertos es otro de los rincones preferidos por locales y visitantes: no en vano, ha sido escogida como una de las playas más bonitas de España en multitud de ocasiones. La de Mónsul (en la imagen), con sus fotogénicas dunas fósiles, tampoco puede faltar. Tampoco otras joyas como Las Negras, Rodalquilar o La Isleta del Moro. ¡Y que viva el verano! 

ESCAPAR DEL CALOR DE JULIO EN PUNTA UMBRÍA

Huelva cuenta con algunas de las playas de arena blanca y fina más espectaculares de todo el litoral andaluz: ¿por qué no pasar las vacaciones de verano en ellas? Nos quedamos con el coqueto pueblito de Punta Umbría, situado en la península que queda entre la famosa ría de Huelva y el Atlántico. Aquí establecieron sus residencias de verano todos aquellos británicos que a finales del siglo XIX llegaron a la provincia de la mano de la Rio Tinto Company Limited, ¡y por algo sería! En este rincón frente al mar te verás formando parte del ambiente local más auténtico: podrás dar un paseo junto a la ría para admirar, los paisajes de las Marismas del Odiel y el skyline, a lo lejos, de la propia Huelva. Peor también su puerto deportivo repleto de barcos de pesca y de recreo. Tómate un mojito mientras escuchas música en directo en chiringuitos como Mosquito Club, piérdete por sus céntricas calles y para en sus tascas de toda la vida: todo será el complemento perfecto para las largas jornadas de sol y playa en su costa.  

BUSCA HUECO PARA LA TOALLA EN AGOSTO EN LA COSTA DE LA LUZ 

En Conil o en Barbate, en Tarifa, Zahara de los Atunes o El Palmar… Que hace ya años que la costa de Cádiz se puso de moda por españoles llegados desde todos los rincones del país no es ningún secreto, así que sí, te verás las caras con muchas más personas en tu misma situación. Buscar el hueco perfecto para plantar la sombrilla frente al mar es tarea complicada, pero no imposible: pero merecerá la pena. Porque los días de verano en Cádiz son sinónimo de piel salada, pelo enmarañado y atardeceres con los pies en el agua sin igual. Significan risas en el chiringuito de turno, un pescaíto frito en buena compañía y algún vinito de la tierra para acompañar. Son paseos por las laberínticas callejuelas de Vejer de la Frontera, largas charlas en la orilla de la playa chiclanera de La Barrosa. Es música que anima el alma en cualquier chiringuito, flamenquito del que surge espontáneo en cualquier lugar. Los veranos de Cádiz son eternos, porque jamás se olvidan. ¿Cómo perdernos la cita? 

SEPTIEMBRE ES SINÓNIMO DE BERREA EN JAÉN

Adjudicamos uno de los espectáculos de la naturaleza más esperados de cada año a la Sierra de Cazorla: a mediados de septiembre, cuando los calores comienzan a amainar un poco y el frescor de la tarde se empieza a hacer notar, arranca el bramido del ciervo macho atraído por las hembras en celo, un sonido gutural que deja sin aliento a quien lo escucha. A menudo se pueden presenciar también los duelos entre machos, que se baten entre ellos librando una auténtica batalla con la que hacen chocar sus cornamentas: el ruido que emiten se puede oír incluso a kilómetros de distancia. Hacer una excursión al monte acompañado de guías experimentados supone vivir una de esas experiencias que no se olvidan: presenciar la vida salvaje a solo unas decenas de metros de distancia. ¿Qué más se puede pedir? 

BRINDA CON VINOS DE RONDA POR EL MES DE OCTUBRE

Porque cualquier excusa es buena para escaparse a la Ciudad Soñada, ¿no crees? Así que, en esta ocasión, que sea para bebértela. Te proponemos que comiences tu escapada recorriendo su comercial calle La Bola, que te asomes al Tajo en su Puente Nuevo y guardes en tu retina la panorámica que contemplarás desde las alturas. Que te pierdas por los Jardines del Moro, visites la iglesia Mayor y los Baños Árabes, y que entonces, una vez tengas radiografiada la ciudad, te entregues sin miramientos al fascinante mundo del vino, ya introducido en la zona por los fenicios siglos atrás.

Ronda, la ciudad soñada... y la de las bodegas

¿Y cómo hacerlo? Visitando algunas de las 26 bodegas repartidas por el término municipal. No te podrá faltar Descalzos Viejos, ubicada en un antiguo convento trinitario, ni tampoco Schatz, cuyo propietario viajó desde Alemania con 18 años para dedicarse a este oficio. Añade a la lista La Melonera, que logró recuperar una variante de uva autóctona durante años perdida, Doña Felisa o el Cortijo Los Aguilares. Caerás rendido –aún más– ante la ciudad.  

ESCÁPATE A LA SUBBÉTICA EN NOVIEMBRE 

Un mar de olivos te flanqueará hasta alcanzarla: en plena Subbética cordobesa, la bella Zuheros es tu lugar. Ya desde lo lejos te impresionará su vetusto perfil, dominado por los restos del castillo árabe del siglo IX: al recorrer sus empedradas calles serás consciente de que este pueblito de postal, incluido en el listado de los más bonitos de España, ha sabido mantener intacta la esencia del pasado. A tan solo 75 kilómetros de distancia de Córdoba, en Zuheros encontrarás la desconexión ideal para el puente de Todos los Santos o para cualquier fin de semana otoñal: respirarás el aire puro de la campiña desde el Mirador de la Villa, te deleitarás con las fachadas encaladas de sus casas, catarás sus famosos quesos de cabra o visitarás su interesante Museo de Arte y Costumbres Populares Juan Fernández Cruz. Para rematar, acércate hasta la Cueva de los Murciélagos, formada hace 500.000 millones de años, o lánzate con alguna ruta senderista: la del sendero del Río Bailón es todo un must.  

DICIEMBRE ES PARA COMER JAMÓN EN HUELVA 

En cuanto las fechas festivas asoman en el calendario, no hay remedio, el cuerpo pide jamón. Pero no cualquier jamón, no: jamón de Jabugo, que para algo estamos en Andalucía. Así que conduce tranquilamente por la carretera repleta de curvas que te llevan, entre frondosas dehesas, a alcanzar el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde se cría el cerdo ibérico que da lugar a unas de las delicattessen más valoradas en el mundo. ¿El plan perfecto? Haz campo base en Aracena –y así, de paso, podrás alojarte en el coqueto Hotel Convento Aracena– y visita su museo del jamón y la famosa Gruta de las Maravillas. Después, deja que el olfato te guíe hasta los pintorescos pueblos de Higuera de la Sierra o Cumbres Mayores, hasta Corteconcepción o el mismísimo Jabugo: allí no podrás dejar de adentrarte en el universo de Cinco Jotas. Come, come y vuelve a comer. Y, por supuesto, haz acopio de un buen arsenal con el que regresar a casa y rellenar la despensa. ¡Lo agradecerás! 

Pueblos de Huelva (que no son Aracena) para disfrutar del jamón