En el gigante asiático las cosas han cambiado, y mucho. Y, sin embargo, entrar en la Ciudad Prohibida implica echar la vista atrás y recordar los tiempos de la China Imperial. La película de Bertolucci anima a hacer un recorrido por su interior a través del relato autobiográfico de Pu Yi, el último emperador de un mundo que se derrumbaba a marchas forzadas en el corazón de Pekín.