En el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, allí donde las dehesas se extienden sin fin y los cerdos pacen a sus anchas, se despliega un buen puñado de pueblitos de postal: Higuera de la Sierra, Corteconcepción, Zufre, Aracena, el que da nombre a la sierra, y, a poco más de 20 kilómetros de este, Cortegana, donde nos quedamos para impregnarnos de la esencia serrana que hace de esta tierra desconocida para muchos, un tesoro por descubrir que sabe a jamón.
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Cortegana es un pueblo que no llega a los 5000 habitantes y atrae por muchas cosas: su castillo que domina la panorámica y epicentro de una gran feria medieval en el mes de agosto, su arquitectura serrana, sus iglesias y ermitas y, sobre todo, un paisaje espectacular de dehesas y castañares que se brinda para las excursiones. Si quieres pasar un día entero en esta localidad, te guiamos para que exprimas al máximo la jornada.
Al llegar a Cortegana por la N-433, la vía más habitual desde Aracena, lo primero que se ve es su castillo medieval, elevado sobre un cerro. Lleva vigilando el pueblo desde el siglo XIII, cuando fue construido para defender las fronteras del Reino de Castilla, pero su fisionomía actual –con sus torres de planta cuadrada unidas por un paseo de ronda y sus muros de defensa– es fruto de sucesivas reformas y modificaciones a lo largo del tiempo. La torre del homenaje, la de mayores dimensiones, por ejemplo, está fechada en tiempo de los Reyes Católicos.
El castillo está abierto al público –todos los días excepto los lunes– y se puede explorar por libre, recorriendo el patio de armas, el aljibe y las salas de sus dos plantas: en la inferior vemos la recepción, la capilla o la cárcel, donde se exponen piezas arqueológicas y otros objetos; en la superior, destaca la sala del Alcaide. Puntualmente, también se organizan visitas guiadas, conciertos y otros eventos culturales para dar a conocer la historia del lugar a cargo de la Asociación Amigos del Castillo. Dentro del recinto fortificado está la ermita de la Virgen de la Piedad, un sencillo templo de origen medieval donde se venera a la patrona del pueblo.
Coronadas las alturas del pueblo, esperan las callejuelas y cuestas del casco urbano, con sus encaladas casas apiñadas bajo el castillo que les da sombra. Por ellas se pasea tranquilamente sin mirar el reloj, porque la vida en Cortegana transcurre a un ritmo calmado.
No es el único templo de Cortegana, hay otro par de ermitas más y la iglesia gótica-mudéjar del Divino Salvador, la parroquia del pueblo, que tiene influencias claramente sevillanas y un interior en el que destaca el Tesoro y un interesante conjunto de piezas de forja.
¿Más cosas que no debes perderte? La plaza de toros –considerada de las más antigua de España–, en el barrio popular de la Peñalta, la Casa Mudéjar –la más antigua del pueblo, del siglo XV, ahora espacio cultural– y la fachada señorial del Gran Casino, un edificio del siglo XIX con vidrieras elegantes que recuerda la bonanza económica de otras épocas. Y luego están las fuentes históricas, que recorre la ruta del agua por la localidad.
CORTEGANA SABE A JAMÓN DEL BUENO
Pero de Cortegana no solo enamoran su conjunto urbano y su paisaje. Aquí se viene a degustar el jamón ibérico con DOP. Los de Cortegana Ibérico se curan en bodegas naturales. Y para llevar a casa, pásate por fábricas como La Serranía de Macías o Jamones Lazo. Si quieres probarlo ya mismo, La Posada de Cortegana (posadadecortegana.es) y Bodega La Esquinita sirve platos de la tierra con jamón de primera. Mesas en las que en otoño también están muy presentes las setas, los níscalos y los boletus, que emergen por toda la sierra y se ofrecen en guisos, revueltos y platos típicos.
La nota dulce la ponen negocios locales, como la pastelería Sierra Dulce, que en esta época tienen en sus vitrinas piñonates, mazapanes, pestiños o compotas de castañas y membrillos.
DORMIR EN UNA BURBUJA
En Cortegana hay un par de sencillos hoteles y un puñado de alojamientos rurales, como los de la Finca Montefrío (fincamontefrio.com), situados en medio de la dehesa, donde Armando, Lola y los hijos de esta pareja también organizan actividades en su granja ecológica y hacen talleres de plantas aromáticas, de transformación de lana…
Otro lugar único para sumergirse en la naturaleza y pasar la noche son las burbujas de Horizonte Bubble Rooms (horizontebubble.com), que combinan la experiencia de acampar al aire libre con el lujo y las condiciones de los mejores hoteles. Podrás contemplar las estrellas y ver amanecer entre castaños y alcornoques, en un entorno privilegiado, pues los cielos de Cortegana y la sierra de Aracena son Reserva Starlight. Para enamorados del universo, el pueblo cuenta con un mirador astronómico a los pies del Centro de Recepción de Visitantes, equipado con un planisferio celeste.
SENDERISMO ENTRE CASTAÑOS
En otoño, caminar por los castañares de los senderos de Cortegana es una experiencia que nadie se pierde. Hay varias rutas que puedes seguir, pero te recomendamos dos: Esencia Serrana, un recorrido circular (opción corta de 3,4 kilómetros y larga de 7,4) que atraviesa vegas, antiguos molinos y bosque ribereño; y la Ruta de las Aldeas, que conecta Cortegana con aldeas como El Cincho, Los Acebuches o San Cristóbal. Tiene tramos de dificultad media-alta y pasa por tramos empedrados, dehesas y castaños. Dos recorridos para empaparse de paisajes que cambian de color y adentrarse en zonas menos transitadas del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
