Cortina, a dos horas en coche de los aeropuertos de Canova di Treviso y Venecia Marco Polo, no es solo la glamurosa estación favorita de la jet set italiana, uno de los 12 dominios de los Dolomitas, también tiene su propio estilo de vida, el del Ampezo. En invierno, los aficionados a la nieve practican el esquí alpino, el deporte estrella, en sus cuatro áreas: Tofane, Faloria-Cristallo, Torri-Lagazuoi y San Vito, acuden al Estadio Olímpico de Hielo y se dejan ver por sus tiendas y locales más populares o exquisitos. Desde que en 1956 se celebraron en ella los Juegos Olímpicos de Invierno y adquirió prestigio, se convirtió en un escenario privilegiado para la Dolce Vita, pero, varias décadas más tarde, sigue teniendo ese poso exclusivo. En 2026 volverá a acoger otros juegos olímpicos.
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