Soria está mejor que nunca en otoño, cuando las alamedas pintan de oro las orillas del Duero y de los fogones emana el olorcillo dulzón de los Boletus. Sí, es verdad. Pero el resto del año hay también muy buenas razones para visitarla: trufas en invierno, fiestas de devoción y otras de más jolgorio, festivales de música clásica y moderna, eventos literarios y cinematográficos... En Soria podemos morir de frío o de un atracón (comer setas y torreznos a dos carrillos), pero no de aburrimiento.
28/11/2017 9:54 UTC Por Hola.com para Turismo de Soria