La seguridad siempre es una cuestión capital para las monarquías y las residencias reales suelen ser lugares infranqueables, pero todo despliegue de seguridad tiene sus grietas y hay quien las aprovecha. Un hombre de unos 30 años ha sido detenido tras irrumpir en los terrenos de Windsor, cerca de Adelaide Cottage, la vivienda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, aunque se desconoce si ellos o sus hijos se encontraban en casa en esos momentos.
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La Policía detuvo al asaltante al poco tiempo de pisar los terrenos propiedad de la familia real británica. Tras ser trasladado a dependencias policiales, fue puesto en libertad bajo fianza a la espera de abrir una investigación. Según fuentes consultadas por The Sun, se cree que el detenido se encontraba bajo los efectos de las drogas cuando se produjo el incidente y que no tenía intención de causar mayores daños.
Aunque todo parece quedarse en un susto, no es la primera vez que el dispositivo de seguridad de los Windsor es desafiado. El pasado mes de octubre unos encapuchados lograron entrar en esos mismos terrenos y robaron una de las camionetas agrícolas y un quad, dejando un rastro de destrucción a su paso mientras los príncipes de Gales y sus hijos dormían. Tres años antes, el día de Navidad, un intruso armado con una ballesta fue detenido después de escalar uno de los muros del Castillo de Windsor para intentar dañar a la difunta Isabel II. Jaswant Singh Chail, un hombre de 23 años procedente de Southampton y responsable del ataque, fue posteriormente condenado a nueve años de prisión por traición.
Se han producido no pocos incidentes de este tipo en la historia de la familia real británica, pero sí hay uno impactante es el de Michael Fagan en 1982. Tras burlar la seguridad de Buckingham, trepar por una tubería y acceder a su interior colándose por una de las ventanas que en ese momento estaba abierta, caminó por los pasillos hasta que encontró el dormitorio de la Reina, al que accedió sin ningún tipo de trabas. Una vez allí, se sentó en unas de las esquinas de la cama donde descansaba la monarca y ésta le preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí?". El hombre, que se encontraba bajo los efectos del alcohol, no quería hacer daño a la Reina, sino pedirle cuentas por la crisis que atravesaba el país y su dura situación personal.
El palacio real de Estocolmo, también en guardia
Los Windsor no son los únicos a los que ponen a prueba su seguridad. El Palacio Real de Estocolmo vivió el lunes un desagradable suceso. Aunque nadie trató de irrumpir en la residencia real, sí se produjo un terrible crimen en sus inmediaciones, según ha informado la Policía. Dos hombres agredieron sexualmente a una turista y, posteriormente, le sustrajeron el reloj.