La autoestima se define, según la Stanford Medicine Children’s Health (uno de los sistema de atención médica pediátrica más importantes de Estados Unidos), “como los sentimientos que uno tiene sobre sí mismo”. Una definición aparentemente sencilla que encierra mucho más detrás porque “la autoestima está en la base de la inteligencia emocional, y ella es la que nos ayuda a autorregular sus emociones, a desarrollar unas adecuadas habilidades sociales y comunicativas que, al final, son la esencia de las relaciones humanas”, tal y como señala la psicóloga infanto-juvenil Úrsula Perona en el libro ‘9 reglas para una educación consciente’ (Toromítico). Es, por tanto, fundamental que nuestros hijos desarrollen una sana autoestima, que será, además, la mejor protección que tendrán para su salud mental a lo largo de toda su vida. ¿Cómo saber si niños y adolescentes tienen una sana autoestima? Estas son las características que suelen manifestar: