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Ecografía en 4D
Durante el embarazo, en nuestro país, se suelen hacer tres ecografías y, habitualmente, son ecografías en 2D. Todo dependerá siempre de si existe o no algún riesgo, si se detectan malformaciones o si son los propios padres los que, con recursos adicionales, la solicitan. En este caso, se suele acudir a otras pruebas complementarias o a la ecografía en 3D y 4D, que son similares, pero esta última, además, permite ver al bebé en video de manera tridimensional. Generalmente, es más un recuerdo sentimental. Para conseguirla, hay que acudir a una clínica privada especializada en estas técnicas.
Este tipo de ecografías es recomendable realizarlas entre las semanas 25 y 32 , ya que el feto estaría prácticamente formado y se pueden apreciar con mayor claridad sus rasgos. Para ello, utiliza una tecnología muy avanzada en el que se capta en tiempo real al bebé dentro del útero materno y, mediante fotomontajes de una ecografía en 3D, se convierte en un vídeo en movimiento.
Así, como afirma la Dra. María Teresa Martínez García, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, “las exploraciones en 3D, 4D y, como veremos, 5D, nos permiten realizar una reconstrucción volumétrica muy realista de las estructuras fetales en movimiento, permitiendo visualizar en tiempo real y generalmente de forma nítida la cara fetal, las extremidades y sus movimientos”.