Adolescentes

María Zabala, experta en educación digital: "Si tu hijo te pide un móvil por Navidad, lo mejor es evitarlo. Para un menor, el móvil no debe ser un regalo que llega envuelto"


Entre los regalos más solicitados en Navidad por niños y adolescentes está el móvil, que se ha convertido en objeto casi de culto en las generaciones más jóvenes. ¿Qué deben saber los padres sobre ello?


María Zabala© María Zabala
16 de diciembre de 2025 - 15:00 CET

Durante estas Navidades muchos niños y adolescentes pedirán en su carta un móvil como regalo estrella. Pero ¿es buena idea que lo reciban ahora? ¿Qué hay que tener en cuenta? ¿Es solo una cuestión de edad?

Para ti que te gusta

Lee 5 contenidos gratis al mes con
solo registrarte.

Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€

Este contenido es solo para
suscriptores.

Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€

TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

María Zabala es periodista y autora del libro Ser padres en la era digital (Ed. Plataforma). Experta en educación en este ámbito, lleva años divulgando y asesorando sobre ello y es una de las especialistas más consideradas. Hemos charlado con ella para que nos ofrezca su opinión.

Que tú des un móvil a un menor no significa que le des acceso a redes sociales ni que le des acceso a Internet sin límites. Por eso es importantísimo entender qué aparato damos a nuestros hijos

María Zabala, experta en educación digital

Sobre cuándo regalar el primer móvil, no hay consenso entre los expertos. ¿Qué pueden tener en cuenta los padres?

Venimos de años en los que se ha dado el móvil demasiado pronto en ocasiones y, sobre todo, con demasiada libertad. Es decir, se da el móvil y ya está. Como mucho, se ponen unas normas de cuándo usarlo, pero poco más. Y ahora estamos yendo en general, al extremo contrario de cuanto más tarde, mejor. 

Si estamos hablando de dar un móvil a un niño con nueve años, mi recomendación es que no. Un niño con nueve años no necesita un móvil. O mejor dicho, no necesita un smartphone con acceso a Internet y sin ningún tipo de cortapisa respecto a cómo lo va a utilizar.

Un móvil no es una sola cosa. Y un smartphone o un móvil, cuando tú se lo das a un niño, no viene por defecto con redes sociales instaladas. Entonces, el primer mensaje es que tú des un móvil a un menor no significa que le des acceso a redes sociales ni que le des acceso a Internet sin límites. Por eso es importantísimo entender qué aparato damos a nuestros hijos. No solamente cuándo se lo damos, sino qué aparato. Mi recomendación suele centrarse precisamente en el aparato.

© Getty Images

¿Qué hacer entonces si el niño pide un móvil como regalo de Navidad?

Si tu hijo te pide un móvil por Navidad, mi recomendación es evitarlo. Porque lo mejor con un menor es que el móvil no sea un regalo, que llega envuelto, como si fuera equivalente a una consola o algo de ocio. Un smarthpone es mucho más complejo. El menor en ningún caso debe entender que el móvil es suyo. 

Los adultos tenemos que pensar qué aparato necesitan nuestros hijos: si tienen que estar localizados a la vuelta del colegio, si es solo para mandar mensajes... Porque a lo mejor para eso puedes recurrir desde a un reloj inteligente que solo tiene como funcionalidad la geolocalización a otros relojes que tienen geolocalización y opción de enviar mensajes. No hace falta a lo mejor un smartphone. Esto sobre todo si estamos hablando de menores de 12 para abajo. Porque no tiene mucho sentido que un niño o una niña por debajo de 12 años tenga un smartphone.

© Adobe Stock

 El otro extremo es no dar el móvil hasta mucho más tarde...

Esto no significa que tengamos que pasar a no dar smartphones hasta los 16. Precisamente porque un smartphone no es una sola cosa. Cuando yo compro un smartphone para mi hijo no debo contratar una tarifa ilimitada sino limitada. Es decir, cuando mi hijo salga a la calle se puede llegar a quedar sin Internet si lo gasta indiscriminadamente viendo vídeos en YouTube. Y por otra parte tengo que configurarlo cuando llegue a casa. Los padres y las madres tenemos muchísimo resquemor a eso. Nos falta mucha soltura y decimos que esto nos ha pillado mayores, pero la realidad es que hay que ponerse porque no es más difícil que cocinar, cambiar una rueda o hacer la Declaración de la Renta. Y eso lo hacemos. Entonces, sinceramente creo que es importante que aprendamos a configurar el smartphone que compramos a nuestros hijos; por eso peleo por una capacitación real digital para las familias.

A estas edades no les damos acceso a nada de manera infinita. Hay configuración del tiempo de uso, y en casa no debe estar conectado a nuestro router las 24 horas. Por otra parte, hay que configurarlo con tu cuenta de usuario. Eso significa que si tú le creas la cuenta de usuario de menor de edad a tu hijo, que es algo que podemos hacer con Google y con Apple hasta los 14 años, y por eso creo que es importante no esperar hasta los 16, eso permite que no pueda descargarse lo que él quiera, porque su móvil le va a pedir permiso al tuyo. Entonces tú tendrás que decidir si le dejas que se descargue una red social, un juego, una App o no. Y habrá que revisar con qué aplicaciones viene el móvil por defecto. 

Con estas cuentas para menores de edad tú puedes gestionar los tiempos de uso: quiero que entre 8 de la tarde y 10 de la mañana las apps estén inactivas, o quiero que la app de Whatsapp sí que le funcione las 24 horas, pero quiero que la app de Instagram le funcione dos horas al día... Está claro que nuestros hijos nos pueden engañar y pueden utilizar  apps o entornos digitales a nuestras espaldas en casa de un amigo o saltándose las normas, pero ahí el problema y la conversación que deberíamos tener con nuestros hijos no es digital. Es otra.

© Getty Images

¿Qué competencias digitales deberían tener los padres antes de entregarle el móvil a su hijo?

Antes de dar un smartphone a un menor, tienes que tener una relación de razonable conciencia con tu propio smartphone.  ¿Sabes dónde ir a cambiar la contraseña? ¿Sabes dónde ir a consultar cuánto tiempo lo usas? Cuando te descargas una app, ¿vas a ver en los ajustes de privacidad quién está accediendo a tus contactos o a tu carrete de fotos? ¿Sabrías cambiar la contraseña de tu router? ¿Sabrías configurar tu móvil para que por las noches de 9 a 11 no funcionen las Apps de redes sociales? Si no tenemos ni idea de cómo manejar nuestros propios smartphones, sinceramente nos tendremos que plantear si debemos o no dar un smartphone a nuestros hijos. 

Insisto que el paso previo es pensar en qué aparato. A mí no me vale "mamá quiero un móvil por Navidad", ¿Tú para qué quieres un móvil? ¿Para chatear? Pues primero tendremos en cuenta tu edad y con quién quieres chatear y de qué. Es importante evitar que el móvil sea un regalo y pensar bien en la ocasión, porque hay una conversación importante que tiene que producirse cuando tú le das el móvil a tu hijo: 'Mira, te estoy dando el móvil, pero no en tu cajita nuevo. Ya hemos configurado tu cuenta de usuario. Este es tu correo electrónico. Estás dado de alta como menor de edad. Esto significa que no te puedes descargar cosas tú solo. Estamos súper contentos de que estrenes móvil y con muchísimas ganas de poder mandar los mensajes contigo. El camino va a ir poco a poco. Queremos ir aprendiendo. Hay cosas de todo esto que nos preocupan y otras cosas que no'. Y si no esto no le convence al niño, pues no se sigue. ¿Qué pasa? Si tú esperas a hacer esto hasta los 17, estás llegando muy tarde. 

© Adobe Stock

 Muchos padres abordan ese momento de la entrega del móvil con un contrato de uso...

Lo que le valga a las familias bueno es. En mi caso, les preparo una especie de carta donde le digo que creemos que ha llegado el momento de que tenga móvil, que estamos muy ilusionados y cómo lo hemos configurado y que hay una serie de normas. No es una carta solamente de "no hagas esto", sino de que confiamos en que va a tomar buenas decisiones y que si se equivoca habrá que replantear las cosas y volver a empezar el camino.

Es cierto que yo nunca he dado un smartphone a mis hijos a los 9 pero tampoco a los 16. Y que mis hijos han tenido móvil muchos meses antes de tener WhatsApp o redes sociales. Y creo que este es un recorrido importante: que un niño reciba un móvil y no le haga la más mínima ilusión porque no tiene lo que él quiere. Y poco a poco le vaya llegando, de manera progresiva, lo que sus padres vayan decidiendo. 

© Adobe Stock

¿Qué pasa cuando tu hijo llega a los 16 o 17 años y te dice que no quiere esa cuenta para menores de edad?

Cuando tú le creas la cuenta de usuario de menor de edad (en Android es con Family Link y en Apple, con Enfamilia), no es un control parental al uso, es la manera de decir que los adultos somos los responsables. Si tú la creas antes de los 14, hay muchas funcionalidades de esa cuenta de usuario de menor de edad que no desaparecen con los años y, efectivamente, tu hijo puede decir 'oye, quítame esto ya'. Entonces habrá que tener una conversación. Cuando desde pequeños se acostumbran a que tú formas parte de esa ecuación, pueden reclamar más libertad, pero también saben que eres una parte corresponsable de esto.

© Adobe Stock

En este momento, para los padres es sumamente difícil forjarse una opinión clara sobre este tema. Hay expertos que alertan de las consecuencias negativas de que los menores convivan en el mundo digital, otros que no están de acuerdo y es díficil saber a qué atenerse ante la disparidad de criterios...

Estoy de acuerdo en que es una locura. La tecnología nos resulta más desconocida que otros campos porque no hemos crecido con ello, pero esta excusa se acaba porque los que empiezan a ser padres ahora ya han crecido con todo. 

Es imposible que un adolescente se autorregule y luego autocontrole en su uso de la tecnología y alcance ningún tipo de bienestar digital si entre los cero y los seis años en su casa no le han inculcado la autorregulación analógica. Y llevamos muchos años en que a los niños de cero a seis niños no se les dice que no a nada, parece que tienen que estar siempre contentos y eso crea niños que no saben sufrir y que luego a los 13 años presentan problemas que se piensan que es culpa del móvil.

Claramente para los padres todo esto es muy complicado. A mí me parece tan peligroso decirles que no pasa nada, como que si no les dan el móvil todo va a ir bien. Por eso creo que es importantísimo que igual que las familias solo tienen que hacer clic para encontrarse con las advertencias, sea igual de fácil hacer clic y encontrarse con recursos que les ayuden. Por ejemplo, el teléfono 017 de ayuda del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad). Es un sitio en el que pueden ayudarte con muchas cosas, como configurar la cuenta para menores de tu hijo. Creo que es importantísimo hacer llegar esto a las familias y no solo el temor.

© Adobe Stock

¿Cuál es tu opinión sobre la decisión de Australia de que las compañías tecnológicas se responsabilicen de que ningún menor de 16 años puede acceder a redes sociales?

Hay estudios que concluyen que que cuando los chicos están mal, usan más las redes sociales. O sea, si están pasando una época regular, tienden a usar más las redes y eso no necesariamente les ayuda. Hay otros estudios que dicen que parece haber relación entre mucho uso de las redes o acceso muy temprano a ellas y la aparición de distintas problemáticas. Pero también tenemos evidencia científica de muchos estudios que hablan de una correlación mínima y de que los aspectos que más afectan a la salud mental adolescente son lo que viven en el mundo real. La Asociación Americana de Psiquiatría dice que las redes sociales como tales no son buenas ni malas para la salud mental adolescente. Pueden ser buenas y pueden ser malas. Depende del adolescente. Esto es lo que sin duda sabemos.

Lo que es malo es que nuestros hijos estén en un sitio a los 13, 14, 15 años que no sabemos cuál es, con gente que no sabemos quiénes son, haciendo no sabemos qué. Sea una red social u otro sitio. A mí no me parece mal que se retrase la edad de acceso a las redes sociales. Pero lo que me parece que nos estamos dejando en el tintero y no sé por qué, si por interés o por ignorancia, es que Australia ha regulado que los menores de 16 años no puedan entrar en TikTok o Instagram, pero sí pueden entrar en OnlyFans o en Pornhub porque no son redes sociales. 

Me parece bien retrasar la edad de acceso a determinados entornos digitales que puedan ser perjudiciales para los menores. Y sobre todo me parece bien evitar que un menor de edad esté en un sitio digital, del tipo que sea, en total soledad, con total autonomía y total libertad de decisión. Porque creo que esto es un peligro. Cualquier sitio, digital o no, que un menor de edad esté totalmente solo no es buena idea. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.