Keka Martínez© Keka Martínez

Maternidad

Keka Martínez, creadora de contenido: "Todas las maternidades son reales, también las de las madres que tienen ayuda"

Ser madre es muy diferente, en general, a lo que te cuentan antes. Sobre todo, porque cada maternidad es distinta y viene a remover los cimientos personales. El último libro de Keka Martínez aborda esa transformación.


2 de julio de 2025 - 14:00 CEST

Keka Martínez comparte, con sentido del humor, su día a día en redes sociales, donde tiene medio millón de seguidores (@kekamartineztv). Además, tiene un podcast con su marido (kekasados), en el que habla de matrimonio, hijos y la vida en general. En su libro Lo que nadie te contó de la maternidad real (Ed. Martínez Roca) aborda cómo ser madre ha cambiado profundamente su vida y reivindica la forma de ser madre de cada una, sin caer en el negativismo ni en la dulcificación. Hemos hablado con ella.

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Ahora está de moda hablar solo de la parte mala de la maternidad, y si bien es cierto que es un alivio saber que para las otras mamás también es difícil, creo que consumir tanto contenido negativo solo nos refuerza lo cansadas que estamos

Keka Martínez, creadora de contenido

"A mí me vino increíblemente bien engordar, y me vino bien adelgazar, porque ahora sé que mi talla no me define". En tu libro hablas del embarazo como un proceso renovador en tu esfera personal. ¿Cómo cambia una creadora de contenido como tú tan expuesta a la exposición pública tras ser madre?

A día de hoy, yo sigo sintiendo “culpa” al hablar de maternidad, porque una vez me preguntaron si mi cuenta se iba a convertir en una cuenta de maternidad, y yo aseguré que no. 

Cuando quedé embarazada yo no quería perder mi identidad y convertirme solo en “madre", y definitivamente no quería trasladar eso a mi contenido; sin embargo, ser madre ha transformados tantos aspectos de mi vida, tanto personales como profesionales, ha desbloqueado niveles de productividad, metas que ni me había planteado antes, que es imposible no compartirlo. 

Pero lo mismo me pasó cuando me casé, y sobre todo cuando conocí a Dios. Con lo cual, no solo me ha transformado la maternidad. Las personas evolucionan, y yo llevo muchos años haciendo contenido, y quienes me siguen, han crecido, madurado y evolucionado conmigo.

Libro Lo que nadie me contó de la maternidad© Ed. Martínez Roca

¿Crees que la imagen que se da en las redes sociales de la maternidad está, a veces, demasiado edulcorada y eso puede confundir a algunas mujeres?

Al contrario, creo que ahora está de moda hablar solo de la parte mala. Y si bien es cierto que es un alivio saber que para las otras mamás también es difícil, pienso que consumir tanto contenido negativo solo nos refuerza lo cansadas que estamos, y la sensación de que nuestra carga es injusta, porque decir que tenemos mucha carga mental no edifica, solo nos pone en contra de nuestras parejas.

Una vez le pregunté por mí a ChatGPT y decía que busco dignificar el rol materno, y me encantó ese término, porque creo que es lo que hace falta: reconocerle el trabajo duro a una mamá, aplaudirle su esfuerzo, darle mérito. Yo también me canso, yo también me frustro y también lloro, pero si ponemos el foco en la frustración y el llanto, parece que ocupa más tiempo de lo que realmente lo hace. 

Yo elijo poner en foco en las risas y compartir herramientas para que podamos enfocarnos en lo que es verdaderamente importante: disfrutar del regalo de ver crecer a nuestros hijos.

© AdobeStock

Aunque las cosas no sean perfectas, pueden ser igual de hermosas, como relatas en tu libro. ¿Cuál ha sido tu mayor enseñanza en este sentido con relación a la maternidad?

La crianza respetuosa nos invita a ser mejores padres, a hacer mejor las cosas. Al punto de que, buscando sanar a nuestro niño interior, rechazamos lo que hicieron nuestros padres, y a mí, no solo el hecho de ser madre, sino escribir el libro, me hizo ver algo con demasiada claridad: los sacrificios de mi mamá. 

No todos somos padres —o queremos serlo—, pero sí todos somos hijos, y ahora que soy mamá, te digo con toda seguridad, que tu mamá hizo lo mejor que pudo, y con todo el amor del mundo.

He aceptado que no llego a todo, y que me voy a equivocar, pero me siento tranquila sabiendo que estoy intentando hacerlo lo mejor posible, y aunque no sea perfecta, seré la mamá perfecta para mis hijos, así como lo fue la mía para nosotros. Mi mamá fue —y sigue siendo— increíble. Yo ya lo sabía de niña, pero ahora lo veo cada día.

© Adobe Stock

En el libro destacas una frase contundente: "La maternidad real no es solo aquello que te hace miserable". ¿Cómo la explicas?

Me parece injusto que se llame “maternidad real” a la que lo está pasando mal o lo hace todo sola, como si quienes tienen la suerte de vivir cerca de los abuelos, o tener ayuda en casa, son menos reales. Quizás habría que llamarlo 'maternidad común', porque abunden más estos casos, pero la realidad de cada quien no es menos real por muy distinta que sea. 

Hay quienes para levantarse a las 8 tienen que poner alarma, a pesar de que existan personas que se levanten a las 5. Para quien se levanta a las 8, no es menos duro levantarse. Todas las maternidades son reales.

"Mi esposo tiene síntomas antes que yo en los embarazos. Yo me hago los test porque él tiene náuseas o está cansado", revelas, ¿le has encontrado ya explicación a este fenómeno?

Conozco a otras personas que les ha pasado, lo llaman "embarazo empático". No creo que tenga explicación médica, pero es cómico —y algo molesto cuando está muy cansado porque el monopolio del descanso en mi casa lo tengo que tener yo— (risas).

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Tus hijos forman parte de tus redes sociales, ¿cuál es tu postura a este respecto al hablar de 'sharenting'?

Las redes sociales son un espacio donde pasamos demasiado tiempo: viajamos a través de los demás, comemos a través de los demás, hacemos manualidades a través de los demás… 

Entiendo quienes eligen no mostrar niños, pero yo, particularmente, disfruto mucho el contenido familiar. Me inspira, me da ideas, me anima a hacer cosas.

Además, es un lugar donde hay espacio para todo: para informar, para reivindicar, para inspirar. Hay espacio para todo, ¿menos para la familia? En el lugar de ocio donde más tiempo pasamos, veo guerras, veo política, veo maquillaje, veo consumismo, pero ¿no puedo ver la imagen de una mamá, un papá y sus hijos? Eliminar a las familias es eliminar a Dios, y necesitamos a Dios.

© AdobeStock

¿Cómo consigues, con una vida laboral entre pantallas, desconectar para dedicarle el tiempo que quieres a tus hijos?

Yo soy la peor creadora de contenido (risas). Separo muy bien el ocio de trabajo, entonces, cuando no estoy trabajando, ni veo el móvil —por eso ni respondo los WhatsApps—. Yo cargo el móvil en la cocina, a veces lo cojo por primera vez en el día a las 12:00. Cuando estoy entretenida, nunca sé dónde está mi teléfono. Básicamente, me escondo para editar y publicar. 

Nos acabamos de mudar a un pueblo de Asturias, precisamente para regalarle a nuestros hijos una infancia en la que las pantallas sean una mínima parte de su entretenimiento. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.