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Embarazo

Melasma gestacional, las temidas manchas que pueden salir en el rostro durante el embarazo

¿Desaparece con el tiempo? ¿Podemos hacer algo para evitar que salgan? Dos dermatólogas responden

Durante el embarazo, son muchos los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer. Su organismo se prepara para albergar durante nueve meses al bebé, cada vez más grande y de mayor peso, y para el momento del parto. El corazón bombea más rápido, se produce un cierto desplazamiento en los órganos para dejar hueco al feto, aumenta la actividad de los riñones… y a eso hay que sumar los cambios hormonales, que pueden manifestar de diferentes maneras en cada gestante. Uno de los aspectos que más preocupa a muchas mujeres embarazadas es comprobar que le salen una serie de manchas en el rostro; ¿a qué se debe?

Se trata del “melasma gestacional, también conocido como cloasma o paño o máscara del embarazo”, nos indican la Dra. Elena Sánchez-Largo, Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Torrejón, y la Dra. Gamero Rodríguez, también del Servicio de Dermatología del mismo hospital. “Es una afección cutánea común que se caracteriza por la aparición de manchas marrones o grisáceas en el rostro, especialmente localizadas en la frente, mejillas, nariz y labio superior”.

Entre los factores de riesgo para la aparición del melasma, destacan los cambios hormonales, si bien no son los únicos. Las doctoras nos explican que también la exposición solar y la predisposición genética pueden tener que ver, además de otros cambios hormonales no asociados a la gestación, como pueden ser los que se producen por la toma de anticonceptivos. En todos estos casos, el melasma “se caracteriza por un aumento en la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel”.

¿Tener melasma gestacional implica riesgos?

Teniendo en cuenta que se trata de manchas cutáneas, hemos preguntado a las dermatólogas si el melasma gestacional puede implicar algún tipo de riesgo o si es indicativo de que la mujer tiene una mayor tendencia a padecer ciertas lesiones en la piel, a lo que nos responden que “el melasma gestacional no implica riesgos para la salud física, pero puede causar incomodidad estética y emocional en las personas que lo padecen”.

Por otro lado, “no indica un mayor riesgo de sufrir otras lesiones en la piel, pero se ha de tener en cuenta que, dado que su aparición está en relación con la exposición solar prolongada, este exceso de radiación puede conllevar más riesgo de producir cáncer de piel de manera independiente”.

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¿El melasma gestacional desaparece?

“Aunque en algunos casos el melasma gestacional mejora o desaparece después del parto a medida que los niveles hormonales vuelven a la normalidad, en otras pacientes las manchas pueden persistir durante un período prolongado o incluso de forma permanente”, hacen saber la Dra. Sánchez-Largo y la Dra. Gamero. La cuestión entonces es saber si, en el caso de que persistan, es posible eliminarlas de algún modo o no.

Ante esta duda, las especialistas nos aclaran que existen tratamientos disponibles para reducir la apariencia del melasma, como el uso de protectores solares de amplio espectro, cremas con acción despigmentante, peelings químicos y láser. Advierten, no obstante, de que “no todos los tratamientos son aptos durante el embarazo y la lactancia, por lo que es muy importante consultar en estos casos con tu dermatólogo para valorar cuál es el tratamiento más adecuado para tu tipo de piel y grado de afectación”. Recalcan que es importante recordar “que muchos de los productos indicados para las pigmentaciones no se pueden aplicar durante el embarazo y el período posterior de lactancia y que, por tanto, las recomendaciones deben ser siempre dadas por un experto”.

¿Es posible prevenir la aparición del melasma gestacional?

Las facultativas del Servicio de Dermatología del Hospital de Torrejón explican que no hay una forma totalmente garantizada de prevenir el melasma gestacional, si bien sí es posible tomar ciertas medidas para reducir su aparición y empeoramiento. “La principal, evitar la exposición prolongada al sol, usar protector solar diariamente, usar sombreros y ropa protectora, y evitar productos para la piel que puedan irritarla”, señalan. “Además, es importante mantener un cuidado adecuado de la piel durante el embarazo y evitar tratamientos cosméticos agresivos que puedan desencadenar o empeorar el melasma gestacional”.