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Dermatología

Qué son las manchas de nacimiento y cómo se tratan

Algunas desaparecen a medida que el niño crece, otras permanecen toda la vida y, en cualquier caso, deben ser supervisadas por un pediatra para descartar patologías

Las marcas de nacimiento son, en ocasiones, motivo de preocupación entre los recién estrenados papás, pero “la mayoría de las veces las manchas de los recién nacidos no son nocivas, no implican ningún tipo de problema”, aclara la Dra. Carolina Marín, dermatóloga pediátrica de Tekderma Instituto Dermatológico de la Unidad de Dermatología y Estética del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. En unos casos desaparecen a medida que crece el niño y en otros, permanecen hasta la adultez. “La mayoría de manchas que vemos en los recién nacidos son las malformaciones vasculares capilares”, conocidas comúnmente como “beso del ángel, cuando está en la zona de la vela, de la frente, o picotazo de la cigüeña, cuando están en la zona occipital”. Otras muchas máculas están “asociadas a un factor genético”.

En cualquier caso, “se cree que es un remanente de la circulación fetal y generalmente terminan involucionando, si bien algunas pueden persistir así hasta la adultez”. Aunque lo habitual es que no conlleven complicaciones, es preciso que un pediatra o un dermatólogo pediátrico supervise la mancha porque “a veces puede ser signo de otras patologías”. La Dra. Marín recalca que “no hay que desestimar las manchas, tampoco asustarse, pero sí estar atento porque la piel a veces habla mucho más de lo que uno cree”.

¿Existe tratamiento para las manchas de nacimiento?

Hay tratamientos orales y por vía intravenosa para reducir las manchas. El objetivo es, en la mayoría de los casos, acabar con un problema estético, no relacionado, por tanto, con la salud. Otra opción es recurrir al láser, que se puede aplicar en “lesiones vasculares, no en todo tipo de manchas”. Además, cuanto antes se aplique, mejor, ya que hay “algunas manchas vasculares que tienden a tener también hipertrofia de los tejidos circundantes, de modo que tratándolas desde el inicio, estéticamente mejora mucho más”. Eso sí, la decisión de aplicar el láser o no “va a depender del tipo de mancha” y habrá que tener en cuenta que en lactantes y niños muy pequeños deberá realizarse el procedimiento con anestesia.

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Tipos de manchas de nacimiento

Hay dos grandes grupos o tipologías de manchas de nacimiento: las máculas y las manchas pigmentadas.

  • Máculas. 

Son de un tono rojizo y en la mayoría de los casos desaparecen en torno al año o a los dos años de vida, aunque en otros permanecen siempre. Dentro de estas, hay otros tipos:

-Manchas de vino oporto. Se llaman así porque tienen la apariencia precisamente de eso, de una mancha provocada por una salpicadura de vino tinto. Estas permanecen toda la vida, aunque hay tratamientos para reducirlas.

-Hemangiomas. Pueden afectar tanto a la capa superficial de la piel como a la parte interna y suelen tener relieve y ser de un color rojizo más intenso (de ahí que también se las conozca como manchas de fresa). Normalmente aparecen unos días o unas semanas después del nacimiento del bebé.

  • Manchas de nacimiento pigmentadas

Dentro de esta categoría entran las conocidas como manchas café con leche y las manchas mongólicas, así como los lunares.

-Manchas café con leche. Lo mismo que ocurría con las manchas de vino oporto, estas se llaman así porque su color recuerda justo a eso, a una mancha provocada por el café con leche. Aparecen en cualquier parte del cuerpo y, generalmente, son inocuas. Sí requieren supervisión médica cuando aparecen varias, puesto que puede ser indicativo de uno de los trastornos genéticos de los que habla la Dra. Marín: la neurofibromatosis. Este trastorno se origina por un crecimiento anómalo de las células de los tejidos nerviosos, lo cual podría manifestarse a través de las citadas manchas.

-Manchas mongólicas. Su coloración es azulada, suelen carecer de relieve y, normalmente, aparecen en la zona inferior de la espalda, incluidas las nalgas. Desaparecen por sí solas a medida que el niño crece.

-Lunares. Hay que prestar especial atención a los niños que nacen con lunares de gran tamaño, puesto que serían más susceptibles de derivar en cáncer. Será un médico el que valorará si es preciso o no quitarlo y, en su caso, de cuándo hacerlo.

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