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Embarazo

¿Qué es el hematoma intrauterino que sufre Andrea Prat en su tercer embarazo y qué riesgos conlleva?

La ginecóloga Amira Alkourdi Martínez nos explica qué lo causa y cómo se debe tratar para evitar graves complicaciones

Andrea Prat anunciaba hace unos días que está embarazada de su tercer hijo. Es una muy feliz noticia para la familia que ha formado junto a su marido, Jacobo Millán (con quien ya tiene dos hijos, Mario y Hugo, de 6 y 5 años, respectivamente), pero su embarazo está siendo complicado. Además de “muchas naúseas y malestar durante casi todo el día”, como ella misma cuenta en sus redes sociales, tiene un hematoma intrauterino que la llevó a acudir a un hospital de urgencias hace un mes y que le obliga a guardar reposo. Hablamos con la Dra. Amira Alkourdi Martínez, ginecóloga y cirujana del Hospital Virgen de las Nieves de Granada y Clínica Kclinik y divulgadora (@ginecologa) para que nos explique qué es y que riesgos conlleva en el embarazo.

 

El hematoma intrauterino “es una acumulación de sangre, generalmente entre el amnios y el corion, cercana a la placenta”. El amnios y el corion constituyen el saco amniótico, por lo que es necesario atender esta complicación con urgencia para que no sufra daños el feto, si bien la gravedad de este hematoma “depende, sobre todo, del tamaño y de su localización”, apunta la doctora. “También del trimestre en el que se padece, especialmente por su trascendencia sobre la madre y sobre la gestación en sí”.

Tipos de hematomas intrauterinos:

  • Hematoma retroplacentario. Ubicado entre la pared uterina y la placenta, suele ir asociado al desprendimiento de la placenta, por lo que puede derivar en un parto prematuro o en un abordo (aparece, por lo general, en la segunda mitad del embarazo, a partir de la semana 28).
  • Hematoma subcoriónico. Tiene lugar, normalmente, en el primer trimestre de gestación y su pronóstico es, la mayoría de las ocasiones, favorable. Se produce entre el corion y el endometrio (la capa más profunda del útero).
  • Hematoma supracervical. Es el que mejor evolución presenta, ya que se suele eliminar por la vagina sin que conlleve mayores complicaciones.

¿Por qué se produce?

Los factores de riesgo a la hora de que se produzca un hematoma intrauterino son, por un lado, la edad (en mujeres en torno a los 40 años) y malos hábitos, como fumar o consumir alcochol; también lo es padecer hipertensión o lesiones abdominales previas, así como haber tenido otros embarazos anteriormente.

Caucasian pregnant woman in black lingerie with abdominal pain©iStockimages

Riesgos de un hematoma intrauterino

¿Cómo puede afectar a la madre y a la gestación? ¿Cuáles son los riesgos? Un hematoma en primer trimestre, en el que lo habría sufrido Andrea Prat, “puede dar lugar a un sangrado, que arrastre la gestación y por tanto que esta no evolucione”. Si tiene lugar más adelante, “en semanas avanzadas, puede conllevar un desprendimiento de placenta, la muerte fetal si no se actúa rápido y adecuadamente, y el shock de la madre”, advierte Alkourdi.

Por lo general, el síntoma que lleva a la mujer a acudir a urgencias es el sangrado vaginal, ya que el hematoma intrauterino no suele ir unido al dolor. En cualquier caso, dado que el sangrado puede deberse a otros motivos, será a través de una ecografía como el ginecólogo lo diagnostique. Puede que el hematoma se dé sin sangrado vaginal, de modo que el único modo de descubrir su existencia es a través de una de las ecografías rutinarias.

¿Cómo se trata un hematoma intrauterino?

“Sobre los hematomas en gestación podemos actuar con reposo, retirando factores de riesgo como el tabaco, y ajustando medicación a veces necesaria como el ácido acetil salicílico o la heparina”, pero siempre es fundamental valorar “cada caso de manera individualizada”. En estos casos, por lo general, la sangre coagulada se va reabsorbiendo y el embarazo sigue adelante sin mayores complicaciones, como afortunadamente le ha ocurrido a la reportera, si bien será necesario llevar una vida más relajada y una mayor supervisión médica, puesto que pasará a ser considerado un embarazo de alto riesgo.

Cuando hay otras posibles consecuencias asociadas, como pueda ser la sospecha de desprendimiento de placenta, “hay que actuar de forma rápida, con el ingreso de la paciente y evaluando el bienestar fetal según las semanas de gestación en las que se encuentre”, que podría incluso, en el peor de los casos requerir de la “finalización de la gestación si el diagnóstico es claro”.

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