Diastema dental infantil.©AdobeStock

Salud

Diastema dental, ¿puede ser un riesgo para la salud?

Para algunos niños es algo bonito, para otros se convierte en un complejo, pero lo importante es saber si de verdad existe un problema y, en su caso, si necesita o no tratamiento

De vez en cuando, algunas características particulares que, en realidad, son algo muy cotidiano, se convierten en el centro de atención de las personas. Sobre todo, si hay modelos, actores o actrices e influencers de por medio. Este es el caso de lo que conocemos como diastema dental, es decir, tener los dientes separados. Algo que se sale de lo común y que, dentro de los cánones estéticos occidentales, basados siempre en la simetría y en la búsqueda de la perfección, se consideraba un defecto o imperfección. Hasta hace algunos años, cuando comenzó a verse como algo bonito y particular.

Sin embargo, hay que saber que algunos casos de espaciamiento dental están relacionados con problemas de salud y no solo debería considerarse como un tema estético. Aunque veamos referentes del mundo de la moda o del cine mostrarlo sin pudor y con cierto orgullo, es importante corregirlo para evitar problemas futuros. Y, en el caso de los niños, es fundamental realizar un seguimiento del caso. Así nos lo confirma el Dr. Khaled Kassem, jefe de ortodoncistas de la Clínica Dental Impress.

Artistas como Madonna, por ejemplo, han hecho gala de su diastema, “pero el tratamiento es siempre aconsejable y más aún cuando los espacios entre dientes son pequeños, porque tienden a acumular comida y placa, algo incómodo para toda persona”. De hecho, cuanto antes se diagnostique y se trate, mejor. Por eso, la etapa infantil es fundamental. De hecho, hay malos hábitos como chuparse el dedo o presionar constantemente la lengua contra los dientes que puede afectar o incidir en su aparición.

¿Diastema dental o separación de dientes?

En primer lugar, antes de hablar del diagnóstico y consecuencias que puede tener un diastema dental, hay que saber identificarlo bien, pues puede confundirse con una simple separación o hueco entre los dientes. Así, nunca debemos hablar de diastema cuando lo que existe es un hueco debido a la falta de una pieza dental. En los dientes normales y sanos las piezas dentales están alineadas y unidas, pero cuando esto no sucede es cuando aparece el famoso diastema. Puede producirse, nos confirma el doctor, “en cualquier diente, aunque suele asociarse a las paletas, es decir, a la separación excesiva que se produce en los dientes incisivos superiores”.

Si estamos ante un caso de diastema con alguno de nuestros hijos o creemos estarlo, hay que consultar con un especialista, porque puede provocar “un desequilibrio en la mandíbula y en la fuerza ejercida sobre los dientes, lo que desencadena, con el paso del tiempo, desgaste del esmalte, de las encías y de la estructura ósea, así como una mala posición de los dientes”, nos explica el doctor.

Diagnóstico de un diastema y comienzo del tratamiento

El diastema es algo relativamente sencillo de diagnosticar, “pero es importante hacerlo a tiempo, para empezar a tratarlo cuanto antes y evitar posibles problemas más agravados”, porque, aunque pueda parecer inofensivo, no lo es, confirma el doctor. Dependiendo de sus causas, tendremos que actuar de un modo u otro:

  • Aparición de un diastema medio interincisal, “una característica normal en la dentición decidua o mixta, la cual tiende a desaparecer posteriormente con la erupción de los caninos y segundos molares superiores permanentes”. Es el caso de los niños más pequeños, cuando comienzan a salir sus primeros dientes definitivos. Acaba corrigiéndose.
  • Diastemas causados por herencia o congénita. En este caso, el tratamiento idóneo es el ortodóncico, es decir, la colocación de brackets y ortodoncia invisible para recolocar los dientes y cerrar el espacio que se ha creado entre ellos.
  • Falta de piezas dentales, lo que provoca que se corran los dientes restantes, produciendo separaciones entre los mismos.
  • Factores etiológicos, como pueden ser los defectos dentales acaecidos por anormalidad en el tamaño, forma o número de dientes, enfermedad periodontal, frenillo hipertrófico, un problema muscular (relacionado, por ejemplo, con el tamaño de la lengua), o un problema neuromuscular (hábito de empuje lingual, por ejemplo), una deglución atípica, etc.

En estos dos últimos casos, cuando la causa es un traumatismo, lo indicado, en la medida de lo posible, “sería tratar lo antes posible el diastema, anestesiar y reposicionar el diente, fijándolo con una ferulización”. En el resto de ellos, casi siempre habrá que realizar la eliminación quirúrgica del obstáculo. Una vez eliminado, a veces, “conseguimos que el diastema se cierre por sí solo, debido a la tendencia de los dientes a ir mesializándose, es decir, de ir hacia delante”. Si no ocurriera, se recomendaría un tratamiento ortodóncico.

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