niño con pañuelo en la nariz©AdobeStock

Pediatría

Vegetaciones en niños, ¿qué son y cuándo hay que operar?

La principal función de las vegetaciones o también llamadas adenoides, junto con las amígdalas, es luchar contra bacterias y virus. Pero, cuando las infecciones respiratorias son muy repetidas, estas crecen pudiendo obstruir la vía aérea superior, incluso teniendo que recurrir a la cirugía en algunos casos.

Las vegetaciones, también llamadas adenoides, tienen un papel muy importante en la defensa de infecciones de los niños, al igual que las amígdalas, “ya que son tejidos linfoideos cuya función es luchar contra las bacterias y virus que se inhalan por la nariz o garganta, para activar una adecuada respuesta inmunológica”, nos cuenta el doctor Javier Cervera Escario, Otorrino.

Y es que, seguramente habrás escuchado en muchas ocasiones hablar sobre las vegetaciones en niños, algo bastante frecuente en la infancia. ¿Por qué? Debido a que pueden inflamarse cuando los peques tienen mucha actividad infecciosa respiratoria y como consecuencia “tanto las amígdalas como las adenoides crecen, lo que se denomina hipertrofia, y producen un estrechamiento de la vía aérea superior, tanto en la nariz como en la orofaringe. Esto ocasiona una dificultad respiratoria nasal, que es proporcional al grado de hipertrofia, que produce una respiración bucal”, explica el doctor.


Cuáles son los síntomas que nos pueden hacer sospechar

El primero y más común es que el niño ronque al dormir, y el ronquido será variable según el grado de obstrucción. “Si es muy grande puede llegar a provocar una apnea o pequeñas paradas respiratorias. Cuando duermen mal, las consecuencias que ocasionan es estar cansados e inquietos durante el día”, dice el Dr. Cervera Escario.

Tal y como explica el doctor, las vegetaciones son obstructivas por lo que el niño además de no poder respirar bien por la noche al dormir, tampoco podrá respirar por la nariz correctamente por el día, lo que provocará que “tenga más frecuencia de catarros de vías altas. Aunque esto es un círculo vicioso, cuánto más infecciones tenga el niño más crecen las adenoides y, cuanto más grande sean peor respira, lo que favorece que tenga más infecciones”, advierte.

Siguiendo con los síntomas más comunes de las vegetaciones, el doctor nos indica que la rinitis es otro de ellos. Esto es “el niño produce mucho moco por las fosas nasales (rinorrea anterior) lo que provoca obstrucción respiratoria nasal y dificultad para tragar”.

Pero, además, el doctor hace una puntualización sobre la rinitis y es que: “Debido a la patología inflamatoria de la rinitis se puede obstruir la ventilación de la Trompa de Eustaquio. Las vegetaciones están localizadas en la salida de la Trompa hacia la nariz y como este es el conducto que ventila el oído, si no tiene una correcta aireación, se acumula moco en los oídos provocando una mayor incidencia de otitis media aguda, en caso de infección del moco. Si no está infectado, el síntoma típico es una pérdida de audición moderada. Esta pérdida de audición, denominada hipoacusia, si se mantiene varios meses en la edad de desarrollo del lenguaje, puede producir un retraso en la adquisición del mismo”, advierte.

Niño con fiebre©AdobeStock


¿En qué ocasiones hay que operar?

En primer lugar, el primer paso sería realizar un tratamiento adecuado, que según indica el doctor, “tiene varias posibilidades” y nos enumera:

  • Paracetamol si tiene fiebre o dolor.
  • Antiinflamatorios por vía oral como Ibuprofeno. 
  • Lavados nasales con suero.
  • En caso de infección con fiebre, será necesario administrar un antibiótico.
  • A veces en niños mayores de 2 a 3 años, si tiene mucha obstrucción nasal, se pueden utilizar corticoides nasales en forma de spray, siempre bajo control médico.

Si el tratamiento no es suficiente para mejorar los síntomas y que el cuadro no empeore, cabe la posibilidad de operar las vegetaciones, pero ¿en qué ocasiones está recomendado? Y es que es importante saber que esta cirugía se realiza con anestesia general, no exenta de riesgos, sobre todo, tratándose de niños por lo que el Dr. Cervera Escario aconseja “evitar las operaciones antes de los dos años de vida”.

Pero, según continúa contándonos, el doctor, estos son los dos casos en los que estaría indicada la adenoidectomía:

  1. La indicación principal sería “en los casos de apnea obstructiva cuando ha fracasado el tratamiento médico. En estos casos, la hipertrofia de las adenoides se asocia muchas veces a una hipertrofia de las amígdalas, por lo que la cirugía que se debe realizar es la amigdalectomía con adenoidectomía. Hay indicaciones relativas, como son la obstrucción nasal persistente, con episodios infecciosos de repetición con fiebre, siempre después de hacer un tratamiento médico adecuado”.
  2. Otra indicación en la que se recomienda la cirugía sería “en los casos de otitis de repetición, bien de tipo infeccioso, o bien las otitis no infecciosas, de tipo mucoso que producen pérdida de audición. Como complemento a la adenoidectomía se realiza de forma simultánea una miringotomía para la colocación de drenajes transtimpánicos y así evitar la acumulación del moco en oído medio”.

¿Se puede prevenir su aparición?

El tratamiento preventivo de la hipertrofia de las vegetaciones se basa:

  • En primer lugar, “evitando las infecciones respiratorias de los niños, ya que el sistema inmunológico no se desarrolla completamente hasta los 3 años de vida”, afirma.
  • Intentar prolongar la lactancia materna “lo máximo posible, ya que la leche materna incrementa la defensa inmunológica de los lactantes”, advierte el doctor.
  • Y, por último, “otro tema importante es evitar en lo posible la asistencia a las guarderías, al menos en el primer año de vida. Las guarderías en la época de invierno, con la mayoría de los niños con catarros de vías altas, es el mayor foco de contagio de infecciones de vías altas que provoca el aumento e hipertrofia de las vegetaciones adenoideas”, concluye.