Las dificultades para hablar que presentan los niños con disfonías resultan de la incapacidad para controlar su voz©AdobeStock

Salud

¿Cómo podemos evitar las disfonías en niños?

La disfonía es un síntoma frecuente y no así un motivo de consulta habitual, ya que con frecuencia suele ser subestimado por los padres. Una logopeda nos ayuda a poner el foco en el trastorno de la voz de nuestros hijos para evitar consecuencias a largo plazo.

La voz es el producto de una combinación de actividades fisiológicas que incluyen respiración, fonación y resonancia”, enuncia Carolina Vittar Paz, logopeda especializada en voz y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid.

Por tanto, cuando el niño utiliza su voz de forma inadecuada puede llegar a desarrollar lesiones en los pliegues vocales. “Por definición decimos que un trastorno de la voz está presente cuando la calidad, el tono y el volumen de una persona difieren de los de una persona de edad, género, antecedentes culturales y ubicación geográfica similares, o cuando una persona indica que su voz no es suficiente para satisfacer las necesidades diarias”, asegura la experta. Y advierte que la disfonía en el niño suele ser un síntoma subestimado, por lo que muchas veces no es tratado.

Consecuencias de que los niños hablen en un tono tan elevado o griten

“Los trastornos de la voz pueden interferir, y con frecuencia lo hacen, en la capacidad de un niño para funcionar con todo su potencial en la vida diaria, pero en especial dentro del aula, donde las demandas de comunicación oral son continuas”, explica.

La médico sugiere que las dificultades para hablar que presentan los niños con disfonías resultan de la incapacidad para controlar su voz y pueden terminar en fatiga física, seguida de más daño vocal... y en respuestas psicológicas como frustración, enojo o retraimiento entre otros. Por lo general los maestros o algún miembro de la familia notan una ‘calidad de voz diferente’.

“ Aunque en otros casos, algunos padres suponen que el niño ‘ya superará el trastorno’ y es subestimado. Muchas veces, los niños aprenden a hablar de manera incorrecta, por ejemplo, algunos utilizan un nivel de tono muy bajo o bien, puede estar tan ansioso por comunicarse que no hace las suficientes pausas para respirar y apoyar su voz”, detalla Carolina Vittar Paz, miembro del Grupo de Trabajo de Voz del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid.

Las dificultades para hablar que presentan los niños con disfonías resultan de la incapacidad para controlar su voz©AdobeStock

¿Cómo podría un trastorno de la voz afectar la educación de un niño?

Los efectos de un trastorno de la voz pueden disminuir la capacidad del niño para interactuar de manera efectiva en el aula: “Son niños que suelen tener menos participación en las diferentes actividades orales como ofrecer respuestas voluntarias o leer en voz alta. Debemos tener en cuenta que un trastorno de la voz infantil también puede disminuir el potencial para desarrollar una voz adulta normal”.

Para hacernos una idea aproximada, la disfonía infantil se encuentra entre los trastornos comunicativos más comunes, con estimaciones de prevalencia que oscilan entre 1,4% y 23,9% según algunos expertos.

Sus consecuencias a largo plazo

Carolina Vittar Paz expone que, si bien la mayoría de los cuadros son debido a hiperfunción o mal uso de la voz, la disfonía en el niño puede ser síntoma de un problema de salud relevante e incluso grave, de ahí la importancia de la detección precoz.

“Una vez detectada la patología es primordial un abordaje multidisciplinar con profesionales como médico ORL, Foniatra, Logopeda y otros profesionales especializados en voz infantil”, concreta la experta.

¿Cómo prevenir posibles problemas?

Nos explica que las cuerdas vocales están cubiertas por una fina capa de membrana mucosa, algo similar al revestimiento de la mejilla. Por tanto, si un niño toma refrescos con cafeína y poca agua, esta membrana puede secarse. “Otras fuentes de sequedad pueden ser la exposición al humo, el polvo o el aire deshumidificado... Los ejemplos presentados son hábitos que pueden causar irritación en las cuerdas vocales”, añade.

Además, recoge que la irritación constante puede provocar cambios en las cuerdas vocales, como hinchazón (edema), enrojecimiento o crecimientos similares a callos llamados nódulos vocales.

Y, por supuesto, la logopeda recomienda la consulta con el médico especialista si notan que hay cambios de la voz en el niño que persisten por más de 15 días. Como conclusión, recomienda a los padres y docentes seguir las siguientes pautas:

  • Consultar con el médico especialista si el niño presenta disfonía: una vez examinado determinará qué tipo de tratamiento debe seguir. La mayoría de los problemas de voz debidos al mal uso o abuso pueden eliminarse mediante la terapia de voz, donde el niño aprende a eliminar las causas de sus problemas de voz y a mejorar la forma de hablar.
  • Los ejercicios vocales u otras actividades pueden combinarse con el aprendizaje de hábitos vocales saludables para eliminar el problema y prevenir futuras recidivas.
  • Educar con el ejemplo: “La mejor manera de enseñar a hacer un uso adecuado de la voz es educar con el ejemplo. Mientras realizamos actividades en casa o en la escuela, como trabajar en sus mesas, a la hora de comer, caminar por el pasillo, leer para sí mismo, etc, les mostramos cómo debería sonar el volumen de su voz para que sean capaces de diferenciar cómo es trabajar en silencio, en secreto o hablar con una voz normal”, concreta Vittar Paz.

Ejercicio para enseñarles a usar un tono adecuado:

La experta nos propone un ejercicio concreto que puedan llevar a cabo los padres o profesores con el fin de enseñar a los pequeños a hablar en un tono adecuado. En concreto, podemos enseñarles cuál es el nivel de voz apropiado que deben tener en casa, en el parque o en el aula:

  • NIVEL 4 VOZ DE PATIO: gritar (todos hablan y gritan a la vez).
  • NIVEL 3 SÚPER VOZ: voz alta (se escucha en toda la clase)
  • NIVEL 2 VOZ DE GRUPO: voz baja (sólo escuchan los que están cerca).
  • NIVEL 1 SECRETO: sólo puede escuchar quien está al lado
  • NIVEL 0 SILENCIO: nadie habla ni hace ruido.

Recuérdales siempre cuál es el nivel apropiado. Explícales que esto es lo que esperas y muéstrales cómo suena”, detalla. Y por último, recomienda felicitarle en voz baja cuando estén usando el nivel de voz correcto: “Si eres profesor y notas que un niño está haciendo un gran trabajo, para un momento la clase y pídeles que observen lo que está haciendo el compañero, entonces seguramente los demás intentarán imitarlos”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.