© AdobeStock Niño jugando en triángulo Pikler

Educación infantil

¿Qué es el triángulo Pikler y cómo ayuda al desarrollo de los niños?

El triángulo Pikler es un juguete basado en el libre movimiento del niño para promover su autonomía, desarrollo motor, independencia, consecución de retos, entre otros muchos beneficios. Te explicamos qué es.

Si estás buscando un juego que además de divertirles les proporcione retos a la hora de desarrollar sus sistema motor, agudeza, destreza de movimiento, equilibrio y reflejos, creemos que tenemos la solución. El triángulo Pikler es una de las tendencias en juguetes para niños gracias a todos los beneficios que les aporta y por su método de aprendizaje, el método Pikler, basado en el libre movimiento. Pero para entender mejor cuál es la función de este triángulo de mini escalada para peques, hemos hablado con Beeloom, marca de juguetes de inspiración Montessori, de la mano de Klara Moncho, profesora de educación infantil, madre de cinco niños y escritora del blog creciendoconmontessori.com. “El triángulo Pikler es una estructura de madera diseñada para que un niño pueda trepar por sus peldaños. Una vez en la zona más alta, puede bajar por el otro lado, o deslizarse por una rampa adicional. Mediante su uso, el niño se divierte a la vez que explora los límites de sus capacidades físicas, poniendo a prueba su equilibrio, coordinación general y fortaleza física. Como indica su nombre, está basado en el método de aprendizaje que desarrolló la pediatra austrohúngara Emmi Pikler. Este método, que bebió de otras escuelas activas como la de Maria Montessori, supuso una revolución hace ya casi un siglo, al reconocer el potencial de los niños ofreciéndoles una total autonomía basada en límites concretos, siempre con supervisión, a la hora de desplegar con libertad su motricidad”, nos aclara la educadora infantil.

En definitiva, este juguete busca el desarrollo integral del niño ofreciéndole desarrollarse a su ritmo, sin imponer pautas tanto en su aprendizaje como en su desarrollo cognitivo, nos continúa explicando la educadora.


Cuáles son todos los beneficios que aporta

El triángulo Pikler se puede comenzar a usar desde los 6 meses hasta los 5 años de edad, algo que quizás suscite dudas y algunos miedos en los padres debido al peligro de caídas que pueden correr los bebés. Pero, precisamente, ese es el reto que plantea este juego, el aprendizaje a base de errores y la superación día a día de sí mismos alcanzando metas poco a poco. Un día pueden subir dos barras e ir alcanzando distancias mayores según van practicando. “Como es lógico, al principio es imprescindible que haya un adulto supervisando el juego. Aunque se trata de una estructura segura, en las etapas en las que el niño es más inestable, y tiene una coordinación más pobre, necesitará acompañamiento. Una vez crezca y adquiera más control de su propio cuerpo, podrá jugar de forma más independiente. Es importante puntualizar que en este tipo de estructuras es mejor que se usen descalzos, ya que los calcetines o zapatos pueden hacer que el niño pueda resbalarse”, aconseja la experta.

De hecho, hay que aclarar, tal y como sostiene la educadora, que los triángulos Pikler están diseñados para que el niño pueda experimentar con ellos de forma totalmente natural, sin la intervención de adultos más allá de la necesaria supervisión. Todo ello contribuye a potenciar su independencia y su crecimiento personal, mientras al mismo tiempo se divierte y se entretiene de forma sana.

La sencillez de su estructura permite también que el pequeño desarrollar la imaginación, a medida que la utilizan en distintos usos del triángulo. No solo por la manera en que la escalan y se mueven, sino con la posibilidad de: “Poder añadirle rampas adicionales para deslizarse como un tobogán, o incluso colocar una manta encima y convertirla en una especie de cabaña en la que introducirse”, sugiere.

El niño irá consiguiendo desafíos saludables, en todo momento, por lo que no solo aprenderá a conseguir sus propios propósitos sino hacerlo sin presiones externas, sostiene la experta: “Desarrollando así su confianza en sí mismo, lo cual es importantísimo para que afronte cualquier otro tipo de reto diario”.

©BeeLoom


Cómo elegir el triángulo Pikler ideal para mi hijo

Existen distintos tipos de medidas de los triángulos Pikler y estás suelen oscilar en torno a los 80 cm de largo, 80 cm de ancho y 70 cm de alto, aunque los hay de distintos tipos y tamaños, según nos cuenta la educadora. Todo depender de la edad y de la altura y el tamaño del niño.

Y, ¿cuál es el mejor lugar para que el niño juegue con el triángulo? Lo más normal es que el niño juegue en casa en su cuarto, en una habitación de juguetes destinada para ello o incluso en el salón del hogar. Lo importante, como decíamos, es que al principio y, sobre todo, con niños todavía muy pequeños, haya un adulto supervisando el juego. Sin embargo, la experta nos da una idea y es que: “Gracias a su portabilidad (la mayoría de ellos pesan alrededor de 5 kg o incluso menos), puede ser buena idea llevarlo de vez en cuando al parque para disfrutarlo al aire libre, y que así nuestro hijo pueda probarlo en compañía de otros niños”, propone.

En caso de disponer de jardín en casa, también puede ser una buena opción especialmente si el suelo es blando y el clima es bueno. Y otra de las recomendaciones de la experta es saber elegir bien las calidades del producto ya que al final, estamos hablando de un juguete dirigido a menores, incluso bebés. “En Beeloom, por ejemplo, tienen una gran variedad de Piklers entre los que elegir en función de las necesidades del niño que lo va a usar. Al igual que el resto de productos, están hechos con materiales naturales, 100% libres de tóxicos”, recomienda.

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