© AdobeStock Padre con su hija con síntomas de cansancio

Salud

COVID persistente en niños: ¿cómo les afecta?

La población infantil también sufre covid persistente, por eso ya se han empezado a crear unidades médicas especializadas para tratarlo y hacer el seguimiento pertinente. ¿Qué manifestaciones tiene en los niños y adolescentes?

No se sabe con certeza cuántos niños han pasado la COVID-19, pues la infección ha cursado en muchos de ellos de manera asintomática. Pero se estima que entre los contagiados puede haber entre un 1 y un 3% que desarrollan posteriormente covid persistente o long covid, como se le conoce en inglés.

La Dra. María Méndez es la jefa de Servicio de Pediatría y la coordinadora de la Unidad Pediátrica de Covid Persistente del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona). Es la primera unidad de estas características creada en España y hemos hablado con ella para que nos aclare de qué forma impacta sobre los niños y adolescentes.

¿Qué es el covid persistente?

Algunos de los contagiados de COVID-19, tanto adultos como menores, refieren síntomas que les impiden volver con normalidad a su vida habitual un tiempo después. Es lo que se ha denominado covid persistente, que ya tiene una definición de consenso en la que han participado científicos liderados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así, “es la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente 3 meses después del inicio, con síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo. Los síntomas comunes incluyen, entre otros, fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, y generalmente tienen un impacto en el funcionamiento diario. Los síntomas pueden ser de nueva aparición después de la recuperación inicial de un episodio agudo de COVID-19 o persistir desde la enfermedad inicial. Los síntomas también pueden fluctuar o recaer con el tiempo”.

Aunque en la definición no se incluye a los niños, de momento los expertos están trabajando con ella también para incorporar a los afectados menores.

¿Qué síntomas tiene la covid persistente en niños?

La covid persistente puede cursar con más de 200 síntomas diferentes. “Hay síntomas físicos y de tipo mental, al igual que les sucede a los adultos”, explica la Dra. María Méndez. El problema es que en niños y adolescentes las secuelas de la infección se suceden en un momento de pleno desarrollo físico y emocional que supone un parón muy brusco en sus vidas.

Entre los síntomas físicos más frecuentes están la fatiga, que les impide hacer deporte, asistir a clases extraescolares o, incluso, seguir con normalidad el curso. Y entre los síntomas mentales de la covid persistente, están las “dificultades de concentración, de memoria y de atención, lo que les influye negativamente en el rendimiento académico”, advierte.

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¿Hay algún perfil de riesgo en niños?

Por el momento, la mayoría de los menores afectados son adolescentes. La covid persistente es más habitual a partir de los 10 años. “A mayor edad, más riesgo”, destaca la pediatra.

Por el momento no hay datos de cómo la variante Ómicron puede comportarse en relación a la covid persistente. Sí se sabe que no hay un perfil definido ni unos elementos de riesgo que puedan inclinar la balanza hacia los niños y adolescentes que van a tener o no covid persistente. “No hay factores de riesgo previo que lo indiquen. Suelen ser niños sanos, que no han estado ingresados, que han pasado la infección de forma leve o asintomática y que no tienen patologías previas ni obesidad”.

De momento, hay varias líneas de investigación para llegar a conocer por qué en unos niños aparece y en otros no, pero sin conclusiones definitivas, aunque “probablemente los niños con pauta completa de vacunación estén más protegidos frente al riesgo de covid persistente, como pasa en los adultos”, indica la especialista del Hospital Germans Trias i Pujol.

¿Cómo es el tratamiento para la covid persistente?

El abordaje terapéutico de la covid persistente es multidisciplinar. En él entran en juego distintos profesionales para llegar a todos los ámbitos. Así, hay rehabilitación física y rehabilitación neurocognitiva. “La base es la rehabilitación y el apoyo psicológico; son niños que se encuentran mal y que han dejado de hacer actividades que les gustan, por lo que muestran ansiedad y depresión reactivas a ese malestar”, subraya la Dra. María Méndez.

Una vez hecha la valoración inicial, el niño o el adolescente entrará en un programa específico, según sus secuelas. Por fortuna, hay menores que tras esta intervención son dados de alta en unas semanas, pero aún no se sabe si en otros los síntomas desaparecerán por completo con el paso del tiempo.

La experta recomienda que ante cualquier cambio brusco en la salud física o mental de hijo, una vez que ha pasado la COVID-19, se consulte al pediatra por si pudiera tratarse de un cuadro de covid persistente.

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