De Beatrice Borromeo a Sarah Jessica Parker: diez 'royals' y actrices que no se casaron de blanco

La tradición nupcial de vestir de blanco se la debemos a la reina Victoria de Reino Unido, quien el 10 de febrero de 1840, en su boda con el príncipe Alberto, rompió con lo establecido hasta entonces. La nívea tonalidad solía reservarse para las damas que se presentaban en la corte, mientras que en los enlaces imperaban diseños con otras gamas cromáticas, especialmente la de los rojos. Fue así como nació una norma que perdura décadas más tarde y que solo unas pocas valientes han decidido omitir. A continuación, hacemos recuento de algunas celebrities que renunciaron al blanco en su día especial, rompiendo los códigos mediante vestidos rosas, grises e incluso de color negro. 

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Beatrice Borromeo

Después de ocho años de relación, el 25 de julio de 2015, Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi celebraron su boda civil en el Palacio Grimaldi. Una semana después, llegaría su ceremonia religiosa en una de las islas del lago Maggiore, pero sin duda su romántico look de tonos rosados para su enlace civil fue la primera sorpresa y también la más viral. Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, cuando ambos estaban al frente de Valentino, el diseño de alta costura se realizó en seda y contaba con una capa de chiffon que conservaba sus aires novelescos. 

Carlota Casiraghi

El Palais Princier acogió el 1 de junio de 2019 el enlace que unía en matrimonio a Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam. Para su sofisticado enlace civil, la hija de Carolina de Mónaco escogió a Anthony Vacarello, al frente de Saint Laurent, para que ideara ese primer vestido. ¿El resultado? Un minidiseño en encaje floral gris perla con aplicaciones de maxilazos sobre el cuerpo, con el que demuestra que es una adelantada a las tendencias, pues cinco años más tarde triunfa entre las novias esta estética coquette.

Audrey Hepburn

El hecho de que Andrea Dotti fuese casi 10 años menor que Audrey Hepburn no supuso ningún impedimento para que se convirtiese en su segundo marido: se casaron en Suiza, en enero de 1969. La actriz volvió a recurrir a su gran amigo Hubert de Givenchy, que ideó un vestido corto de color rosa con un sutil volante en los puños de las mangas, pieza que se acompañó con un pañuelo y unos guantes del mismo tono.

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Marilyn Monroe

Después de Jim Dougherty, su primer marido, llegó Joe DiMaggio. El que era uno de los nombres más admirados en el mundo del béisbol le dio el sí, quiero a la tentación rubia en San Francisco, el 14 de enero de 1954. Este es, posiblemente, su look de boda más aplaudido, aunque a su vez el menos convencional. Estaba compuesto por un clásico traje de chaqueta, realizado en lana de tonos marrones, con un elegante cuello de pelo. Prueba de su influencia es que, en 1999, el estilismo completo alcanzó la cifra de 33.350 dólares en una subasta.

Elizabeth Taylor

La boda en la que la intérprete se casó con Eddie Fisher, su tercer marido, fue todo un escándalo en la época, pues este era el marido de su hasta entonces mejor amiga, la actriz Debbie Reynolds. Ella incluso tuvo que convertirse al judaísmo para celebrar el enlace y su estilismo, al igual que el resto de detalles que envolvieron al evento, tampoco pasó desapercibido: un vestido vaporoso de silueta 'new look' en color verde botella, con mangas transparentes que se conectan con el pañuelo envuelto sobre su cabeza.

Elizabeth Taylor

Es bien sabido que la actriz se casó ocho veces, así que no sorprende que se aburriese de los diseños tradicionales en color blanco. De cara a su quinta boda, esta vez con el actor Richard Burton, en 1964, desafió a la mala suerte con su vestido tipo babydoll amarillo intenso con cuello vuelto y mangas largas abullonadas en organza. Como guiño a su historia de amor, eligió a la diseñadora Irene Sharaff, que se había encargado del vestuario de Cleopatra, película en cuyo rodaje conoció a Burton.

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Sarah Jessica Parker

Pocas imágenes han trascendido de la boda de Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick, que tuvo lugar en 1997. Eso sí, sabemos que, a diferencia del icónico look nupcial que lució como Carrie Bradshaw en las pantallas, el de su verdadero enlace fue absolutamente sobrio. ¡Tanto así que no fue blanco sino de color negro! Años después, la actriz admitió que se arrepentía de la decisión: “Estaba demasiado avergonzada para dedicar tiempo a buscar un vestido de novia. Había una tienda que me gustaba y que conocía, así que fui y cogí lo primero que tenían colgado”.

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Chiara Ferragni

Maria Grazia Chiuri, de Dior, imaginó para la italiana un vestido de tul en un tono topo, de escote cuadrado con finísimos tirantes, en el que plasmó la historia de los 'Ferragnez' por medio de un bordado. “De un ojo a un pequeño león, que representa a su hijo Leone, junto con la letra de la canción Favorisca i Sentimenti escrita por Fedez, estos delicados bordados narran de forma simbólica y romántica momentos claves en la vida de la joven pareja", publicó la casa de modas en redes sociales. 

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Poppy Delevingne

En la primavera de 2014, la socialité británica celebró su enlace con James Cook por todo lo alto vestida con un diseño de alta costura e inspiración vintage de Chanel, pero fue en su segunda ceremonia, que tuvo lugar en Marruecos, donde le vimos un vestido nupcial más colorido. La novia se decantó por una creación de Peter Dundas como director creativo de Emilio Pucci, repleta de bordados de flores colores sobre una delicada silueta de aires bohemios.

Mandy Moore

En noviembre de 2018, en su boda junto al músico Taylor Goldsmith, la actriz de This Is Us recurrió al rosa en versión maximalista gracias a la creatividad de las hermanas Kate Mulleavy y Laura Mulleavy, fundadoras de Rodarte. A la propuesta no le faltaron volantes, detalles florales en la cintura y mucho tul plumeti, pero por si fuera poco, tanto las flores de su ramo como la decoración del jardín y el velo nupcial también se tiñeron de esta dulce tonalidad. 

Kaley Cuoco

La protagonista de The Big Bang Theory y el tenista Ryan Sweeting contrajeron matrimonio en la Nochevieja de 2013 ante 150 invitados. Cual princesa de cuento de hadas, fomalizó su amor enfundada en un vestidazo de corsé con falda de varias capas de tul que recuerda al algodón de azúcar. Es un ejemplar de Vera Wang que ella volvió a llevar menos de un año después, aunque no para una boda sino en un videoclip de la banda sonora de su película The Wedding Ringer.