Escenas para el recuerdo
"Por supuesto, durante el día hubo muchos momentos inolvidables en cada una de las partes de la boda. Como, por ejemplo, mi entrada en la iglesia (hice esperar a Eric más de 10 minutos en el altar, aunque no fue mi culpa…). La gran mascletá que se disparó durante el cóctel y que muchos valencianos dijeron que era más potente que muchas mascletás que habían visto en barrios de Valencia en fallas, los fuegos artificiales al finalizar la cena y, también, nuestras entradas tanto en la cena como en la fiesta, que llevaron consigo muchísima energía y mucha música. Además, antes de pasar al postre se sirvió champán francés (haciendo un guiño a la familia francesa de Eric) y se abrieron las botellas de forma tradicional, es decir descapuchados con una espada. Se sirvió una botella magnum de cinco litros que se abrió de forma normal, y luego se descapucharon con espada otras tres botellas. Se hizo también una pirámide de copas de cristal donde se sirvió el champán, mientras los camareros pasaban a servir a todos los invitados".