Inspírate en las decoraciones más virales para pedidas especiales y bodas íntimas

Cada boda se rige por unos códigos estéticos. Los enlaces de carácter tradicional se decoran bajo patrones clásicos, como son las flores blancas, los centros de mesa discretos y la mantelería a juego. Las celebraciones más alternativas apuestan por romper con la monotonía con elementos marcados y divertidos, como los que destacan en decoraciones tropicales, hippies o temáticas. Sin embargo, en las ceremonias íntimas y pedidas de mano suele imperar un mismo estilo, discreto, con un punto silvestre y algo más relajado, aunque existen múltiples formas de interpretarlo. En 2021 las mesas repletas de flores, los rincones dulces que parecen descuidados o el uso de la propia comida como decoración son las tendencias más destacadas. Pero, ¿cuál es la imprescindible?

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Flores y fruta

La mesa más sencilla puede convertirse en algo completamente diferente con la ayuda de unas flores. El elemento que lo cambia todo es capaz de transformar ese lugar que comparten la pareja y sus padres en un rincón aún más acogedor. Prueba de ello es la propuesta de Cashmere Decoración que se encuentra en la portada del artículo, una apuesta minimalista y chic con sus mesas horse y sillas Luis XV, en la que las flores de Verde Pimienta aportan luz al conjunto. Del mismo modo sucede con la mesa que se encuentra sobre estas líneas, en la que, para no restar visión a los comensales y hacer más atractiva la decoración, las flores se han ubicado sobre soportes con altura rodeados por velas. Un gran trabajo de A de Lola, con flores de Leymar Floristas en el restaurante Los jardines de Arbesu.

Son los aires silvestres los que cada año van a más en las bodas, tal y como contaba Marina Herrera, directora de comunicación y lifestyle en A-Típica a ¡HOLA! Novias. “Cada año las tendencias en decoración cambian y se van adaptando a las tendencias de moda, cine... Este año vemos mucho interés por la decoración orgánica y de jardín, con flores silvestres”. Silvestres o rústicos son también los materiales que acompañan a esas flores: de fibras naturales, como el mimbre, el ratán, el bambú o la madera alrededor de la mesa y sobre ella.

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Se hace imprescindible destacar la combinación que más gusta en redes sociales: flores y frutas. Todo un fenómeno viral, ahora los centros de flores van acompañados de fruta, un gesto que añade calidez a la mesa y que da la sensación de ‘recién recogido’ que tanto gusta. Desde manzanas a granadas, pasando por frutos del bosque, tomates, limones o naranjas que se acompañan de recipientes tradicionales. La propuesta de Florenea, que se encuentra sobre estas líneas y es perfecta para una pedida de mano de verano, combina hortensias, con macetas de perejil y de pequeñas flores y bandejas de madera sobre las que se posan uvas, tomates y ‘pan de pueblo’ tradicional. Una opción elegante y, al mismo tiempo, desenfadada.

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Habitualmente es el es espacio el que apoya e inspira una decoración concreta: en un castillo es habitual recurrir a decorar con candelabros y velas; en un palacio, los espejos y los soportes florales de gran tamaño están a la orden del día; pero ¿y en una casa familiar o en una localización en el campo? Estos dos escenarios son los más habituales en lo que a pedidas de mano y enlaces íntimos se refiere. Para ellos, nada mejor que manteles sencillos, sillas de esencia natural, una vajilla especial, cristalería labrada y centros de mesa de tamaño mediano junto a jarrones de porcelana, cerámica o piedra. El equipo que forman Floreale y Araventum, además, se decantan por melocotones y limones y el resultado no puede ser más elegante y atemporal.

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Que entre por los ojos

Más allá de los clásicos elementos decorativos, el propio menú elegido para la ocasión puede servir de decoración. Jugar con los diferentes ingredientes del aperitivo o bufé llamará la atención de los protagonistas y sus invitados y hará que todos quieran hacer fotos a esos platos. Los puestos de comida, también llamados estaciones, son un gran ejemplo de ello. La versión pequeña de este tipo de rincones, más habitual en celebraciones íntimas y pedidas, son las tablas de productos dulces y salados que tanto gustan en las redes sociales. Esta de Tomillo y Pimentón es un ejemplo de cómo presentar los productos ibéricos sobre una bonita bandeja, unidos a uvas, higos, romero, anchoas, granadas, tomates y hasta golosinas, para que cautiven al espectador.

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Rincones desenfadados

Pensando en distribuir a los invitados por todo el espacio, es importante colocar rincones en torno a los que hacer vida lejos de la mesa. Sea un enlace o celebración tipo cóctel o sea de carácter tradicional, no pueden faltar estos ‘lugares de peregrinación’. Entre los más habituales se encuentran las presentaciones de chocolate, con diferentes opciones para degustar este alimento en el postre; el puesto de los detalles para invitados, al que acuden en la búsqueda de su regalo o el córner de limonada u otros zumos (como la propuesta de Martina por el norte, en la imagen), que puede visitarse en el aperitivo o a la hora de la merienda.

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Por otro lado, el candy bar o mesa dulce, merece una mención aparte. Centro de todas las miradas, los más golosos encuentran aquí un templo al que acercarse, pero en las bodas íntimas o pedidas de mano es necesario vigilar su tamaño, dado que el número de convidados es más reducido. El sueño de Lily diseñó esta de aires minimalistas y rurales con tarta, bizcocho, galletas y chocolates, que tiene la justa medida para un evento pequeño.

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Creatividad y detalles exóticos

Contaban desde Crimons a ¡HOLA! Novias que la decoración que parecía improvisada era la auténtica tendencia de los próximos meses. Como si se rescataran elementos antiguos de casa y se mezclaran a gusto de los novios, el efecto relajado se busca por encima de otras cosas. Los más originales se decantan por detalles exóticos para una ocasión especial. En Mesa presidencial creen que la pedida debe ser a modo de pícnic: “rodeados de naturaleza y la paz del mar”, cuentan en sus redes sociales. Sea como sea la celebración, la pedida o la boda íntima es una cita cuyos acontecimientos y decoración los novios recordarán siempre.