Ya lo dijo Wassily Kandinsky: “el color es un poder que influencia directamente el alma”. Quizás por eso mismo Mango se ha consagrado precisamente al verde de cara a la temporada otoñal, teniendo en cuenta lo convulso de los tiempos y las múltiples —y favorables— connotaciones que tiene esta tonalidad. Sinónimo de esperanza, tranquilidad y naturaleza, el verde esmeralda se cuela en forma de blusas etéreas y monos que apelan a una nueva sensualidad. La firma también acera su paleta cromática al verde hierba, una tonalidad más intensa, luminosa y de corte optimista perfecta para encarar la rentrée con nuevos ánimos, ya sea a base de vestidos estampados, como de tops provistos de nudos y volantes. Tampoco faltarán el sabor a menta y manzana en su versión más casual y sofisticada —respectivamente—, o toda una explosión floral que se resiste a abandonar la primavera. En resumen, la calma llega a tu vestidor a través de un tono funcional, equilibrado y sereno que promete ser tu aliado 24 horas/7 días, palabra de Mango.
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