Al igual que en 2020, la Reina ha optado por la sobriedad que exigen las circunstancias con un vestido liso, aunque esta vez rompe una tradición: no lo firma Felipe Varela sino María Barragán, una marca artesanal con talleres en Almería y Madrid. Se trata de un diseño midi cruzado con mangas recogidas, drapeado en falda y cinturón.