Lucía Páramo llegó al mundo de las redes sociales un poco de rebote, ya que, confiesa, era algo que le daba pánico debido a su timidez. Pero animada por su hermano, Tomás, y su cuñada, María García de Jaime —dos de los "reyes" españoles del mundo digital—, finalmente la periodista decidió empezar a compartir sus looks y su estilo de vida con sus seguidores y hoy es todo un referente. Como muestra, su boda, celebrada el 31 de mayo del año pasado, fue un acontecimiento "viral". De su primer año de casada, de su familia y de su pasión por la moda, hablamos con Lucía.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
—Lo primero, ¿cómo viviste el otro día el apagón?
—¡Muy bien! Con mucha incertidumbre y agobio hasta que localicé a toda mi familia, pero justo ese día era el 65 cumpleaños de mi padre e hice todo lo que pude para comer con él. Lo pasamos escuchando una vieja radio y todos juntos, en familia. Nunca olvidaremos ese día tan atípico.
—¿Pensaste "muy bien, hoy 'detox' de móvil" o, por el contrario, te estresó quedarte sin una de tus herramientas de trabajo?
—Fue un día de "detox" total. A pesar de que una gran parte de mi trabajo depende del móvil, no soy nada dependiente de él cuando no toca y disfruto mucho de la desconexión y de vivir la vida en directo y no en diferido. De hecho, los fines de semana lo uso lo justo y necesario, porque no quiero perder un segundo de disfrutar de mis seres queridos.
También suelo desconectar yendo a retiros espirituales en los que apagas el móvil. Busco momentos de desconexión consciente, porque creo que vamos demasiado rápido, y hay que saber ver lo importante, mirar a los ojos a la gente sin una pantalla de por medio, aprender a escuchar y dedicar más tiempo a leer, estudiar o disfrutar de la naturaleza.
"A pesar de que una gran parte de mi trabajo depende del móvil, no soy nada dependiente de él cuando no toca. Disfruto mucho de la desconexión y de vivir la vida en directo y no en diferido"
—¿Cómo empezaste en redes sociales?
—Siempre he trabajado en moda y consumía redes de forma activa. También trabajaba con influencers desde el lado de marca y me encantaba ese mundo, pero soy muy vergonzosa y, a pesar de que mis amigas me animaban, nunca me atreví a lanzarme. Durante la pandemia pasé muchos días con mi hermano y mi cuñada, María, y cada vez que me sacaban en sus redes me decían que la gente les preguntaba por mis looks y que abriese mi cuenta de una vez. Era algo que me daba pánico por mi timidez, pero como entré en un ERTE en mi empresa y las pocas horas de trabajo daban lugar a mucho tiempo para hacer cosas nuevas, decidí hacer mi cuenta pública y vi que me hacía muy feliz compartir las cosas que me gustaban y hacer recomendaciones. Así que fui creando una comunidad de mujeres increíbles con las que comparto descubrimientos, looks y mi forma de ver la vida.
—¿Cómo escoges el contenido que haces?
—Me gusta recomendar cosas desde la normalidad, simplemente las cosas que le gustan a una chica de 33 años y que compartiría con sus amigas. No quiero estancarme en compartir solo consejos de moda, sino también dar voz a causas en las que pueda ayudar, aunque sea a una sola persona; compartir tips sobre mis viajes; hablar abiertamente de mi fe, que es una parte fundamental de mi vida; el amor por mi familia; mi pasión por la moda vintage... Intento hacer contenido que me haga ser fiel al 100 % a mí misma.
—Como dices, la moda es uno de tus puntos fuertes, ¿quiénes son tus referentes?
—Mi referente número uno es mi madre. Ella nos inculcó siempre su pasión por la moda y, a la vez, es la persona más sencilla que conozco. Siempre le pido consejo a ella y cada vez me veo más reflejada en su estilo.
—¿Cómo describes tu propio estilo? ¿Eres muy seguidora de las tendencias?
—Me gusta seguirlas, pero adaptándolas a mi propio estilo, y no todas. En cuanto a mi estilo, creo que es clásico, atemporal, pero siempre intento incluir alguna prenda que le dé el punto: chaquetas vintage especiales, que son mi debilidad y tengo una gran colección; prendas masculinas y oversize; algún toque de color que rompa con los tonos neutros...
—Tu relación con tu hermano, Tomás, parece muy especial… ¿Qué es lo que más admiras de él?
—Somos tres hermanos, yo soy la mayor, y estamos muy unidos. Tomás es una de las personas que más me conoce y que mejor sabe llevarme, que no es nada fácil. Nos entendemos solo con mirarnos y siempre recurro a él cuando necesito un consejo o desahogarme. Admiro muchísimas cosas de él, pero lo que más es la fe tan grande que tiene y la manera de transmitir el amor de Dios y cómo lo vive.
Gracias a él volví a encontrarme con Dios, también empecé a ir a mi actual psicóloga, que es de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Y me dio el mejor de los regalos, que son mis sobrinos, especialmente a Tomi, su hijo mayor, que llegó en un momento muy complicado de nuestras vidas y nos trajo luz y alegría. Además de una nueva hermana, María, su mujer. ¡DEMASIADO RÁPIDO!
—Con él estuviste en Roma para darle vuestro último adiós al Papa Francisco… Cuando te lo propuso, ¿no te lo pensaste ni un segundo?
—¡Ni un segundo! Siempre tiene la capacidad de "liarme" y, cuando me propuso el viaje de un día para otro, supe que teníamos que hacerlo. Los dos queríamos mucho al Papa Francisco y fue nuestro pequeño homenaje a alguien tan especial para nosotros. Su mensaje de amor a todo el mundo, su humildad y su sencillez han marcado mucho nuestra fe, así que nos organizamos, cogimos una mochila y nos fuimos. Lo recordaremos siempre.
—El 31 de este mes celebras tu primer aniversario de boda. ¿Cuál es el balance de este primer año?
—¡Solo puedo decir que el tiempo pasa demasiado rápido! Hace nada estábamos organizando la boda y ya ha pasado un año... Si alguna novia a punto de casarse lee esto, le diría que disfrute de cada minuto del día de la boda porque pasa volando. Pero, desde luego, lo mejor viene después. Ha sido un año increíble y no puedo tener más suerte de compartir mi vida con mi marido.
—¿Te has planteado ser madre pronto? ¿Cuántos hijos te gustaría tener?
—¡Sí! Estoy deseando y ojalá sea muy pronto. El número de hijos aún está por negociar, pero lo importante es que, si Dios quiere, vengan pronto. Vengo de una familia grande con muchos tíos y primos y, cuando nos juntamos, somos muchísimos y es una gran suerte que espero poder compartir con mis hijos. ¡Ojalá pronto pueda dar esa bonita noticia!