A punto de celebrar su cuarenta cumpleaños, Kate Middleton atraviesa por el mejor momento de su vida. Aclamada por el pueblo británico y volcada en su familia, también triunfa como icono de estilo. En ¡HOLA! celebramos su próximo aniversario con una “pasarela” de sus looks más icónicos, que la han convertido en uno de los grandes referentes de la Familia Real inglesa.

La última vez que la duquesa de Cambridge deslumbró a todos fue el pasado mes de octubre durante su asistencia al estreno de Sin tiempo para morir, la última película de la saga James Bond. Kate parecía una diosa, con su vestido-capa, cuajado de lentejuelas y pedrería, de Jenny Packham, una diseñadora en la que confía a menudo y de quien también vistió en 2011 durante el primer acto tras su boda o en 2013, durante la primera aparición tras el nacimiento de su primer hijo. “Cualquier otra mujer que acaba de tener un bebé tal vez usaría algo más discreto, pero Kate prefirió mostrarse íntegra”, reflexiona Gayle Rinkoff, estilista de moda.

Una princesa de blanco

Pero las paillettes no son la única tendencia que Kate, convertida en una reina de estilo, sabe llevar con elegancia. El blanco es una de sus apuestas desde que, como es tradición, lo luciera el día de su enlace con el príncipe Guillermo, en 2011. Sarah Burton describió el encargo como “la experiencia de su vida”. Bordadoras especializadas de la Royal School de Needlework del palacio de Hampton Court trabajaron en secreto durante meses, enriqueciendo el vestido con encajes en forma de rosas, cardos, narcisos y tréboles que cubrían la falda, el corpiño y las mangas. “La tendencia que marcó la duquesa fue arrolladora, las futuras novias se sintieron inspiradas por el gran acontecimiento que significó la boda de los duques de Cambridge”, sostiene la diseñadora Kate Halfpenny. Otras apuestas que la esposa del príncipe Guillermo abraza con estilo son los looks floreados, los vestidos de encaje y los estilismos románticos de tonos pastel, así como los drapeados, como el que optó el día que se oficializó su compromiso con el nieto de la Reina Isabel II.

“Si bien sus vestidos de noche no son tan alcanzables para sus seguidores como sus atuendos más informales y cotidianos, ejercen gran influencia en los armarios de muchas mujeres”, dice Bethan Holt, autora de The Duchess of Cambridge. A Decade of Modern Royal Style. “No vas a conseguir que miles de personas salgan a comprar un vestido de McQueen para una gala, pero la gente se inspirará. La verán llevar un precioso vestido de encaje o un bonito vestido de flores en una première y pensarán: “Pronto tendré que asistir a un cumpleaños muy especial, quizá busque algo similar”, reflexiona.

La duquesa de Cambridge es capaz de dar un toque fresco y moderno a las joyas de la Corona que la Reina Isabel de Inglaterra le suele prestar

Joyas de prestado

Cuando el protocolo lo ordena, la duquesa de Cambridge completa sus looks de gala con las joyas de la Corona, a las que es capaz de dar un toque fresco y moderno. La Reina le presta a menudo piezas de su propia colección personal, como la tiara Lover’s Knot, la misma que la princesa Diana llevó en múltiples ocasiones y que Kate ya ha lucido en cuatro citas de Estado. Se trata de una pieza engastada con diamantes y diecinueve perlas barrocas y es la más popular entre todas las generaciones de la Familia Real.

La duquesa de Cambridge ha logrado incluso eclipsar a muchas de las estrellas de Hollywood con las que ha coincidido en sus vueltas por el mundo. Es en sus viajes fuera del Reino Unido cuando Kate debe mostrarse realmente regia. Y, a lo largo de estos años, lo ha hecho con firmeza, avanzando en su proceso de futura Reina consorte del Reino Unido, un país en el que ya ocupa el trono de la mejor vestida.