Estás embarcada en plena operación puesta a punto para el verano, intentando poner un poco más de intensidad a tu entrenamiento para conseguir decir adiós a esos kilos de más que has ganado en invierno. Sin embargo, pese a que estás en movimiento y haces ejercicio, no consigues perder peso. ¿Qué es lo que puede estar pasando cuando entrenas pero no consigues bajar de peso? Lo primero que nos cuenta Miguel Rojas Lozano, director de Hiitstudio, es que hay que descartar cualquier problema endocrino (por ejemplo, una afección de la tiroides), para lo cual se debe acudir a un médico que nos haga el diagnóstico correspondiente.
Y, sobre todo, insiste en la diferencia que tenemos que hacer cuando hablamos de perder peso. “Cuando hablamos de adelgazar, debemos diferenciar entre bajar peso total, bajar masa grasa y mejorar nuestra composición corporal”, nos cuenta el experto. He ahí la clave: dar importancia a lo que realmente la tiene.
Uno de los problemas es que, casi siempre, nos basamos en la pérdida de peso total mirando la cifra que marca la báscula. Simplemente nos vamos a fijar en ese dato. "El peso corporal puede variar en el mismo día varios kg de más y varios kg de menos. Para pesar siempre habrá que hacerlo en las mismas condiciones (en ayunas, recién levantado después de miccionar) y aun así no es un dato fiable", nos cuenta el experto, que añade que , a menos que hablemos de rendimiento deportivo, bajar solamente peso sin ningún otro dato más, no está mejorando nuestra salud e, incluso, a largo plazo puede ser contraproducente. "Es el dato que más se fija la gente y nos lleva a un mal enfoque en la pérdida de peso con obsesiones, frustraciones (por la variabilidad de la que hemos hablado antes) y a realizar actividades extremas para simplemente ver más bajo el número de la báscula”, nos comenta el experto.
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