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El hígado es un órgano vital que regula la mayor parte de los niveles químicos de la sangre. Ayuda a descomponer las grasas para su digestión y absorción y filtra las toxinas de lo que comemos y de los medicamentos que consumimos, ya que la sangre del estómago y del intestino pasa por el hígado. Su buen estado es primordial para tener buena salud. Una dieta sana, así como incluir alimentos y plantas buenos para el hígado ayudará a que funcione correctamente y evitará congestionarlo. Rocío Bueno, miembro de la Junta Ejecutiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y dietista-nutricionista nos ayuda a realizar elecciones más saludables para mantener nuestro hígado en plena forma. 

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¿Podemos proteger nuestro hígado a través de la alimentación?

La alimentación es indispensable para un correcto estado de salud del organismo y, por ende, de cada uno de sus órganos. Además, la alimentación previene multitud de patologías, entre ellas las relacionadas con el sistema digestivo. El estado nutricional es clave tanto en la prevención como en el diagnóstico y el tratamiento de las patologías hepáticas. El hígado tiene multitud de funciones como la de eliminar toxinas filtrando la sangre, la eliminación de medicamentos y de alcohol, segrega bilis, servir de almacén para algunas vitaminas, participar en el metabolismo de nutrientes... Por tanto, es un órgano que debemos cuidar y una correcta alimentación es indispensable para un buen funcionamiento de este.

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¿Cómo le afecta el alcohol?

El consumo de alcohol se asocia a la gran mayoría de enfermedades hepáticas. El hígado es quien se encarga de metabolizar las toxinas del organismo por lo que el alcohol es metabolizado por este órgano provocando entonces un efecto dañino en el organismo y un sobreesfuerzo. El alcohol, además, interfiere con el funcionamiento y la función de vitaminas y minerales en el organismo. Además, no hay que olvidar que el alcohol no aporta nutrientes, aporta calorías vacías. Es importante tener en cuenta que no podemos normalizar el consumo de alcohol como parte de nuestro día a día ya que no tiene beneficios y sí riesgos y, por supuesto, es muy importante eliminarlo si hay cualquier tipo de patología relacionada con el hígado.

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¿Y las grasas?

Un exceso de grasas saturadas en la alimentación genera un sobreesfuerzo por parte del hígado, ya que este tipo de grasa acumula gran cantidad de sustancias tóxicas y el hígado es el responsable de filtrarlas en el organismo. Por ello, la grasa que por otro lado es fundamental en nuestra dieta para un funcionamiento óptimo de los procesos, es importante que sean de buenas fuentes y de buena calidad como las grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas que encontramos en el aceite de oliva virgen extra, en el aguacate o en los frutos secos.

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¿El azúcar también le afecta?

El azúcar refinado nos aporta, al igual que el alcohol, calorías vacías. El aporte nutricional es nulo y un consumo excesivo de azúcar está relacionado con el aumento de colesterol, que se fabrica en el hígado. Esto puede ocurrir porque el exceso de azúcar en la dieta provoca un sobreesfuerzo en el hígado por su costosa metabolización.

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¿Qué alimentos son los mejores para el hígado?

Aquellos alimentos que contienen grasas saludables como el aguacate, los que contienen antioxidantes que ayudan a proteger frente a procesos oxidativos como los que contienen vitamina C, la vitamina A también puede prevenir el envejecimiento de las células. Una alimentación con un correcto aporte de fibra también puede ser un gran aliado, por ello la base deben ser frutas y verduras. Al ajo se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, las crucíferas como el brócoli por su contenido en vitamina A y C también podría ser un gran aliado frente a la oxidación y el envejecimiento celular, así como el limón por su potente poder antioxidante. El aguacate y las nueces también pueden ser beneficiosos gracias a su elevado contenido en fibra y al perfil de grasas saludables que contienen al igual que el aceite de oliva virgen extra.

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Aguacate 

Destaca por su riqueza en grasas saludables, en su mayor parte, ácido oleico (ácido graso insaturado). También es rico en sales minerales, especialmente en potasio, y en vitaminas E, A, y las del grupo B. Contiene entre 140 y 240 calorías por cada 100 gramos. 

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Ajo 

Cotiene sales minerales como el potasio, fósforo, calcio y hierro. Así como tiamina y vitaminas C, B1 y B2. Entre sus propiedades medicinales destaca el ser un alimento desinfectante, alivia los procesos reumáticos, atenúa algunas alteraciones cardiovasculares. Todas estas cualidades se le atribuyen al ajo crudo, que hay que consumir con moderación puesto que puede irritar el estómago. 

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Alcachofa

Contiene hierro y calcio y aporta vitaminas A,B y C. Su parte comestible contiene inulina, un hidrato de carbono que facilita su digestión. Además, también es rica en cinarina, que estimula la función hepática y biliar. Aporta solo 38 calorías por cada 100 gramos. 

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Nueces 

Es un alimento con una gran riqueza nutritiva. Es rica en hidratos de carbono, proteínas y grasas. Es un alimento bueno para el hígado gracias a sus ácidos grasos insaturados, la vitamina E y sus antioxidantes que ayudan a prevenir el hígado graso

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¿Qué infusiones o plantas nos pueden ayudar? 

Al jengibre se le atribuyen beneficios en la digestión por lo que podría ser beneficioso para nuestro hígado ya sea consumiéndolo como alimento o en infusiones. También tiene propiedades antiinflamatorias.

Lo mismo pasa con la albahaca que facilita la digestión neutralizando los gases por lo que podría también resultar beneficiosa para facilitar el trabajo del hígado.

El té Matcha, con gran concentración de clorofila y antioxidantes puede prevenir frente al envejecimiento de nuestras células, así como en la prevención de procesos oxidativos.

El cardo mariano, por su parte, es otra de las plantas que nos pueden ayudar a proteger nuestro hígado. 

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