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Beber mucho vino, no solo provoca un dolor de cabeza por resaca al día siguiente, sino también afecta a todo tu organismo y puede acabar, con el tiempo, propiciando el desarrollo de una enfermedad oncológica. Por lo tanto, sii recientemente te hablábamos del azúcar, un alimento que está en el punto de mira, ahora le toca el turno al vino, una bebida habitual en nuestras mesas pero peligrosa, ya que incluso cuando la bebemos con 'moderación' estamos poniendo en riesgo nuestra salud. 

Y es que cada vez más médicos y expertos alzan la voz para que la población tome consciencia de los riesgos que puede entrañar el vino. De hecho, aunque no nos demos cuenta, cada gota que ingerimos contiene alcohol y este acaba en nuestro torrente sanguíneo y, de allí, a todos los órganos y células de nuestro organismo ocasionando un daño sordo y que, con el tiempo, puede acabar en un problema grave.

Eso sin tener en cuenta los riesgos de tomar 'unas copas de más'. Beber y emborracharnos, aunque no seamos conscientes de ello, no solo nos expone a tener un accidente o sufrir un coma etílico si nos hemos pasando. Nuestro cuerpo se resiente y nos lo hace notar con mareos, falta de coordinación, balbuceos, náuseas, vómitos y, en los casos más graves, pérdida de consciencia. 

Dejando de lado los síntomas de embriaguez y los daños que esta provoca en nuestra salud, hemos consultado a una experta en Nutrición sobre cuáles son las señales que nos puede lanzar nuestro organismo como protesta de que el vino que estamos tomando es ya demasiado. 

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Una bebida tan común como peligrosa 

Del vino se ha hablado constantemente. Y, durante mucho tiempo, hemos pensando que tomar una copa de vino al día es garantía de buena salud. Sin embargo, con el tiempo nos estamos dando cuenta de que esta afirmación no es del todo cierta. "El vino se considera una bebida fermentada no destilada, por lo que contiene menor cantidad de alcohol que otras, y dentro del patrón de dieta mediterránea se reconoce su uso, pero aún así, desde las autoridades sanitarias no se puede recomendar su consumo. El alcohol es un tóxico que origina múltiples enfermedades físicas y psicológicas, con lo cual su consumo debe ser evitado en todos los casos", advierte María García Olivares, Dietista-Nutricionista del Hospital Quirónsalud Málaga. 

Además, normalmente cuando se consume alcohol, se suelen tomar alimentos no tan saludables para acompañar, siendo estos también negativos para nuestra salud.

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Señales que te lanza tu cuerpo de que bebes demasiado vino

Aunque nosotros no seamos conscientes de que estamos bebiendo demasiado, basta con 'escuchar' un poco más a nuestro cuerpo y observar si nos está pidiendo a gritos que no bebamos tanto alcohol

  • Aumento de peso ya que una bebida alcohólica contiene muchas calorías. 
  • Tienes más sed, puesto que el alcohol deshidrata.
  • Tienes la piel más seca, con más arrugas o menos luminosidad, por esa falta de hidratación y porque el alcohol produce un daño oxidativo. 
  • Sufres problemas digestivos
  • Pierdes masa muscular 
  • Te duelen las articulaciones
  • Tienes la boca más seca y mal aliento
  • Duermes mal
  • Te sientes más iritables y olvidas con más frecuencia 
  • Piensas que sin vino una comida o una cena no es lo mismo 

"El exceso de alcohol produce un efecto tóxico a nivel global en el organismo, afectando al sistema nervioso central y a otros órganos. El hígado, principal órgano de depuración del metabolismo, se encarga de eliminarlo, y por tanto sufre mayores consecuencias de este consumo excesivo", alerta la nutricionista María García Olivares. 

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El alcohol incrementa el riesgo de cáncer 

El vino es una bebida tradicional de la cultura mediterránea que en su composición contiene en bajas cantidades algunos micronutrientes interesantes como polifenoles, antioxidantes etcétera, pero en cantidades muy bajas como para beneficiarnos de estas sustancias, por lo que no se recomendaría su consumo. 

El vino además tiene un contenido de alcohol que está en torno al 15%. Ese contenido de alcohol es justo lo que puede ocasionar problemas en la salud, incluso si su consumo es moderado.

Por ello, un consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares a largo plazo, además de incrementar el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer como páncreas, estómago, hígado, colorrectal, cabeza y cuello, mama...

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¿Cuántas copas de vino se consideran seguras?

Siempre hemos escuchado que la recomendación de consumo serían máximo dos copas al día para los hombres y una copa para las mujeres. Sin embargo, la nutricionista aclara y recuerda que "no existe una dosis mínima segura recomendable". De hecho, se muestra tajante en cuanto a cuántas copas de vino podemos tomar: "cuantas menos, mejor. Ya hemos visto las consecuencias que puede tener en nuestro cuerpo el consumo de alcohol, incluso, en cantidades moderadas", apunta. 

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¿Cuánto tarda el cuerpo en recuperarse de los excesos del alcohol?

"Este factor es muy variable de unas personas a otras, ya que depende de la tasa de metabolización, es decir, del tiempo que tarda en eliminarse el alcohol por el hígado de nuestro organismo. A su vez también hay factores individuales y condicionados por diferentes enfermedades que pueden hacer que el metabolismo del alcohol sea más lento", explica. 

En cualquier caso, si has bebido mucho, sabes que no puedes conducir ni realizar actividades que puedan suponer un riesgo para ti o para los demás. 

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¿Cuándo podemos empezar a temer que podemos sufrir una adicción?

Por último, en ocasiones no hacemos caso a las pequeñas señales que nos lanza nuestro organismo para decirnos que quizá tenemos un problema con el vino y que debemos consultarlo con un médico. ¿Cuándo debemos sospechar que podemos sufrir una adicción? La dietista y nutricionista nos aclara que debemos empezar a pedir ayuda, si es que nosotros no podemos poner fin a este hábito, "cuando no podemos dejar de beber ningún día aunque creamos que no necesitamos esa copa, no siendo conscientes de la dependencia que nos ha generado el alcohol. La dependencia es muy grave por sus condicionantes psicológicos y consecuencias para la salud", concluye. 

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