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Son uno de los ingredientes estrella del momento, y no son pocas las personas que ya optan por tener semillas en sus despensas, para usarlas en ensaladas, desayunos… “En la actualidad, incluir semillas en nuestras preparaciones se ha puesto de moda, ya que se les aluden cualidades del tipo de superalimentos. Pero nada más lejos de la realidad, es decir, se trata de alimentos recomendables para incluir en el marco de una alimentación saludable, pero no en modo de suplementos ni sustituyendo dicha alimentación saludable”, anticipa Cristina Morillo, nutricionista de BluaU de Sanitas. Eso sí, la experta reconoce que el hecho de que su consumo esté en auge es debido a su interesante perfil nutricional, ya que son ricas en proteínas y grasas poliinsaturasas y monoinsaturadas, además de ser fuente de fibra, de vitaminas (del grupo B y E), así como de minerales (calcio, fósforo, magnesio, potasio y hierro).

 

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Ricas en fibra y antioxidantes

Por estas razones, en opinión de la experta, “incluir estas semillas en nuestra alimentación tiene, sobre todo, un efecto preventivo de diversas patologías relacionadas con el sistema cardiovascular y digestivo; así como también colaboran en la prevención del desarrollo de algunos tipos de cáncer. Estos efectos se deben fundamentalmente a su riqueza en fibra y antioxidantes”, nos detalla. ¿Cuáles son las más consumidas y sus características?

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Semillas de cáñamo

Poseen alto contenido en proteínas de alto valor biológico, es decir, que poseen todos los aminoácidos esenciales. De este modo, su consumo es muy interesante para las personas que siguen dietas vegetarianas. Además, tienen un contenido en fibra también relevante, por lo que aportan efecto saciante y colaboran a la regulación de la función intestinal. Se pueden comer como snack o añadirlas como ingredientes en ensaladas o panes, así como emplear su harina, tomar su aceite o la bebida derivada de ellas.

 

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Semillas de chía

Destacan por su contenido en grasas Omega 3, por lo que se asocian con beneficios a nivel cardiovascular y en funciones neuronales. Son también ricas en proteína vegetal, fibra y minerales, como calcio, fósforo y magnesio. Se recomienda consumirlas hidratadas previamente, aportando así un gran poder saciante y se pueden añadir en cremas o purés, leche o yogures o sucedáneos de bebidas vegetales.

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Semillas de lino

También son una fuente muy interesante de grasas Omega 3 y proteínas y destacan por su alto aporte de fibra dietética. Se recomienda su uso en personas con estreñimiento y se pueden añadir a tostadas integrales, ensaladas, cremas o sopas de verduras. Es importante que se consuman molidas previamente para aprovechar todos sus beneficios.

 

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Semillas de calabaza

Destacan por su aporte en vitaminas del grupo B y triptófano. El triptófano es un aminoácido involucrado en la liberación de serotonina, neurotransmisor que ayuda a calmar la ansiedad y conciliar mejor el sueño. También tiene funciones antioxidantes contra el envejecimiento y se pueden añadir en ensaladas y tostadas, o bien comerlas directamente, preferiblemente tostadas o molidas.

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Semillas de sésamo

Destacan por su contenido en calcio y fósforo, por lo que sus beneficios están relacionados con la salud osteomuscular. Se recomienda consumir tostadas añadidas en pan o cereales integrales, o también, en salteados o cremas de verdura. El tahine es la crema de esta semilla que se puede incluir en tostadas o incluir como ingredientes de algunas preparaciones, como es en el caso del hummus.

 

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