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Son una de las bases de nuestra dieta. Frutas y verduras se convierten, por méritos propios, en las protagonistas de los alimentos más recomendados por los nutricionistas. Y su mensaje está calando en la sociedad, pues según un reciente estudio llevado a cabo por la empresa de salud Juice Plus + (realizado en Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Italia y Polonia), el 48% de las familias está tratando de incluir opciones más saludables en su dieta, incrementando el consumo de frutas y verduras y ayudando a que sus hijos lleven un estilo de vida más activo.

La investigación nos ha dado, además, la oportunidad de observar cuáles son las frutas y verduras más populares en todos los países y cuáles, por el contrario, son las menos exitosas. Y el veredicto deja las siguientes en el top ten.

 

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Plátanos

Es uno de los tentempiés a los que más recurren los deportistas, debido a su alto contenido en minerales como el potasio y el magnesio. Es, además, posiblemente la fruta más saciante, gracias a la fibra que contiene. Pero además es rica en triptófano, que nos ayuda a sentirnos más relajados, pues este aminoácido ayuda en la producción de la serotonina, lo que causa un efecto calmante sobre el sistema nervioso. A pesar de su alto contenido calórico, es una fruta muy saludable. Por otra parte, reduce los niveles del colesterol y los calambres musculares. Y aún hay más, es un antiácido natural y ayuda a disminuir los niveles de hipertensión arterial.

 

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Manzanas

Sin duda, son uno de los alimentos más sanos que tenemos a nuestra disposición. Son ricas en un tipo de fibra soluble, llamada pectina, que se encuentra en su piel, y además tienen un alto contenido en agua. Por eso destaca su poder saciante, por lo que puede ser recomendable tomar una manzana aproximadamente media hora antes de las comidas si tenemos problemas para controlar el exceso de apetito. Su fibra, además, ayuda a disminuir el nivel de glucosa en sangre y a reducir el colesterol. 

 

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Fresas

Esta dulce fruta es rica en minerales, sobre todo hierro y magnesio. Y a ello hay que sumar que aporta potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre y silicio, por lo que es un alimento muy indicado en curas de remineralización y en el tratamiento de déficits nutricionales. También hay que destacar su contenido en vitaminas, sobre todo C, K y ácido fólico. Grandes propiedades nutricionales sin un excesivo aporte de calorías. 

 

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Uvas

Este alimento de temporada destaca también por sus propiedades nutricionales. Es diurética, rica en fibra y destaca por su acción antioxidante, sobre todo debido a su contenido en resveratrol. Son muy ricas en micronutrientes como vitaminas y minerales, sobre todo, en calcio, fósforo, magnesio y potasio, vitamina C y las del complejo B. Eso sí, ojo si estás haciendo una dieta de adelgazamiento, pues es de las frutas más calóricas. 

 

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Melón

Aunque aporta más calorías que la sandía, otra de las reinas del verano, lo cierto es que su efecto diurético nos ayuda a detoxificar y, al mismo tiempo, mantiene nuestra hidratación a raya. Contiene vitaminas A, B y C, además de hierro, potasio o magnesio.

 

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Zanahoria

De nuevo, destaca su alto contenido en fibra y, en consecuencia, su acción saciante. Nos ayuda, además, a prevenir el estreñimiento y a calmar la acidez estomacal y otras posibles molestias gástricas. Es muy diurética gracias a su alto contenido en agua, y es rica en betacaroteno (que nos protege del envejecimiento prematuro) y vitamina A. Para mantener todas sus propiedades nutricionales siempre es mejor consumirla en crudo; ya que, como sabrás, al someter los alimentos a una fuente de calor puede haber pérdida de nutrientes. Además, debemos pelarla lo justo y necesario porque es en su piel donde se encuentran más carotenos.

 

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Pepino

Destaca su elevado porcentaje de agua (está compuesto por este líquido en un 90 %), lo que hace que destaquen sus propiedades hidratantes, saciantes y diuréticas. Es, además, rico en vitaminas, especialmente A, B y C. Su alto contenido en fibra ayuda a prevenir el estreñimiento. 

 

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Brócoli

Es una de las verduras más sanas a nuestro alcance, de la familia de las crucíferas, como la coliflor o la kale. Una taza de brócoli cortado contiene 55 calorías, cubre todas las necesidades diarias de vitamina K y dos veces la cantidad de vitamina C que se aconseja diariamente. “En los últimos años se han llevado a cabo varias investigaciones donde se estudiaba la relación entre el consumo de verduras crucíferas y el menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de próstata o el colorrectal. Aunque se sigue investigando, los resultados no han sido demasiado concluyentes por ahora, mostrando una evidencia débil de su papel protector frente a ellas”, nos cuenta Nuria Cañas, nutricionista de Blua de Sanitas.

 

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Pimientos

Los podemos encontrar en variedades rojas, amarillas o naranjas. Son un alimento poco calórico (100 gramos de pimientos solo aportan 20 calorías), pero un elevado contenido en fibra y en vitamina C (190 miligramos por cada 100 gramos, el triple que las naranjas).

 

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Judías verdes

Las judías verdes son un alimento nutritivo, rico en agua y de bajo aporte calórico (tan solo 30 calorías por cada 100 gramos), que nos ayuda a eliminar los líquidos y toxinas que nuestro cuerpo acumula. Además, son un potente antioxidante y tienen un alto contenido en fibra, lo que contribuye a un buen funcionamiento del tránsito intestinal. Por último, son buena fuente de minerales, especialmente de potasio, mientras que son bajas en sodio, por lo que resultan ideales para quienes tienen la tensión arterial alta. 

Mientras, en el extremo opuesto, el de las frutas y verduras menos 'populares' están, por ejemplo, los dátiles, el pomelo, la alcachofa o el apio.

 

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