Está comprobado que meditar entre 20 y 30 minutos repercute en nuestro cuerpo de manera similar a dormir entre 2 y 3 horas. Las funciones y los beneficios que meditar produce no reemplazan a los que genera un buen descanso, aunque nuestra mente y cuerpo tengan sensaciones similares. Cuando comenzamos a descubrir las bondades de esta práctica milenaria cualquier momento es bueno para introducirnos en ese espacio tan acogedor que generamos al meditar.