¿Alguien usaría un casco de moto que no tuviera forma de cabeza? Es una pregunta que a menudo formula el fisioterapeuta Jesús Serrano, fundador y director de la clínica Improve y autor de La salud a tus pies, para concienciar acerca del sinsentido de utilizar zapatos que, sencillamente, no tengan la forma de nuestros pies.
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Según ha explicado el experto a la doctora Beatriz Turégano, odontóloga especialista en periodoncia y medicina oral en el pódcast En boca de muchos de Curaden, hay una relación directa entre la forma de apoyar los pies, de caminar, de alineación postural, y el desarrollo de la mandíbula, sobre todo en los niños.
"El nervio que empieza en el cerebro acaba en la punta del pie. Si tú vas con una zapatilla que te impide que los dedos se abran, que no sientes el entorno, al final, desde un pie sano, estamos trabajando una postura sana hasta la cabeza", dice Jesús. Hemos charlado con él para comprender qué tipo de calzado deberíamos llevar para cuidar no solo la salud de nuestros pies sino también la del resto del cuerpo en ascenso y evitar problemas bucales como pueden ser el bruxismo o una mala mordida, por ejemplo.
Para empezar, Jesús Serrano cuenta que colabora con odontólogos y logopedas porque hay una relación muy importante entre la boca, la postura, los ojos y los pies. Según el experto, "en el cuerpo humano está todo conectado" y "es una máquina de compensar". "Si tú tienes un pie plano o valgo, el cuerpo lo va a compensar: la tibia va a rotar, el fémur hará lo propio, la pelvis de ese lado caerá, la columna se inclinará hacia un lado o hacia otro y eso a su vez afectará al cuello, a la cabeza y, al final, a la mordida" , explica.
"A veces tenemos patologías que desde el pie afectan a la boca; otras, encontramos problemas en boca que afectan al pie", cuenta Jesús. De hecho, nos dice que trabaja mucho con una odontóloga que frecuentemente pide a sus pacientes que se pasen al calzado respetuoso para subsanar una mordida cruzada, por ejemplo. " Yo cada vez me fijo más en la boca cuando veo pies patológicos", asegura el experto.
El mito de los dos centímetros de tacón
A veces se dice que no es bueno ir completamente plano y que se debería llevar un poquito de tacón. Según el fisioterapeuta, "es un comentario que se discute fácilmente". "Ningún bebé nace con tacón", comienza diciendo. "El tacón es un invento del ser humano que, si bien puede facilitar algo la fatiga en la carrera, no es algo natural. Realmente el pie del ser humano está diseñado biomecánicamente para funcionar plano, por eso el calcáneo, que es el hueso del talón, es el hueso más denso del cuerpo humano", explica Jesús.
"Si nosotros elevamos el calcáneo, el centro de gravedad se desplace hacia delante y apoyamos los deditos o los metatarsianos, que son huesos mucho más finitos. Por eso hay muchas metatarsalgias y muchos dedos en garra, porque el centro de gravedad está desplazado hacia delante", nos cuenta.
A pesar de todas estas cosas parece que no es hasta que nos dicen que la pisada y la salud de nuestros pies afecta a otros puntos del cuerpo cuando nos empezamos a preocupar por llevar un zapato respetuoso, por ejemplo. El fisioterapeuta cree que se debe a que "tradicionalmente se tiene integrado que para presumir hay que sufrir".
"Llevar unos zapatos bonitos y que duelan los dedos es más o menos normal, de hecho hay muchas mujeres que viven con un stick de ibuprofeno en el bolso y está consensuado que no pasa nada, que se puede sufrir. En cambio, para una caries o un bruxismo sí vamos al odontólogo", explica. A su juicio es importante pararse a pensar: ¿por qué iba a ser normal vivir con dolor de pies?
Cada vez más marcas están impulsando el cambio hacia el calzado barefoot, un tipo de zapato diseñado para respetar la forma natural del pie y favorecer un movimiento más saludable. La tendencia crece porque permite fortalecer la musculatura, mejorar la postura y recuperar la movilidad natural que el calzado convencional suele limitar.
Marcas como Gioseppo, Koops, Libertas Barefoot o Lejan están haciendo que este paso sea más accesible. Sus propuestas muestran que cuidar los pies y caminar casi como descalzos ya no es complicado: la industria se está adaptando para que dar el paso hacia el barefoot sea más fácil, progresivo y, además, atractivo.
