El barre se ha convertido en uno de los entrenamientos más populares de los últimos años. Su mezcla de ballet, pilates y yoga plantea una duda habitual entre quienes buscan tonificar o ganar fuerza: ¿cuenta realmente como entrenamiento de fuerza? Tres profesionales lo explican.
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Para Inés Jiménez, fisioterapeuta y fundadora de Arde Barre, la magia del método está en su enfoque global. "El secreto está en el equilibrio entre fuerza, flexibilidad y control", afirma. Su intención es que cada persona salga de clase con una sensación reforzada de bienestar: "Queremos que cada alumno se sienta más fuerte, más alineado y más conectado consigo mismo después de cada sesión".
Paola Alaman, cofundadora de Casa Barré, explica que el método sí trabaja la fuerza, aunque desde distintos ángulos según el formato: "Casa Barré ofrece dos tipos de clases que combinan cardio, fuerza y resistencia bajo una misma filosofía de conexión y cuidado integral", señala. Sus propuestas se dividen en:
- Interval: es un entrenamiento de 60 minutos con intervalos de HIIT para quienes buscan quemar grasa y tonificar de forma dinámica.
- Resistance: es una clase de 55 minutos basada en isometrías y movimientos profundos de bajo impacto, pensada para fortalecer y estilizar sin sobrecargar.
Paola subraya algo clave cuando se habla de fuerza sin cargas externas: "Los ejercicios con peso corporal ayudan a mantener la masa muscular y, sobre todo, a mejorar la densidad ósea".
En este debate también aporta claridad Blanca García- Orea (Blanca Nutri), dietista-nutricionista, divulgadora en redes y creadora de entrenamientos online centrados en movimientos accesibles, fuerza-resistencia y bienestar global. Ofrecía precisamente su opinión al respecto recientemente en un directo con Anne Igartiburu, donde ambas charlaban sobre cómo moverse más y mejor en el día a día.
Para Blanca, el matiz importante está en entender qué tipo de fuerza trabaja el barre: "Hay varios tipos de fuerza, y el barre entra dentro de la fuerza-resistencia porque no usa cargas altas", aclara. Pero eso no resta efecto: "Con barre, pilates o yoga sí construyes músculo; lo que desarrollas es la resistencia necesaria para después tolerar ejercicios más intensos".
Y recuerda que, sea cual sea el formato, la fuerza es necesaria para todo: "El ejercicio de fuerza, incluido el que se trabaja en barre, es fundamental para regular la glucosa, perder grasa, ganar músculo y dormir mejor. Es importante a todos los niveles".
El barre trabaja la fuerza… aunque desde otro enfoque
Las tres expertas coinciden en que el barre sí puede considerarse entrenamiento de fuerza, especialmente dentro de la categoría de fuerza-resistencia. Las isometrías, la activación muscular profunda y el trabajo con el propio peso corporal mejoran la postura, la estabilidad y la fuerza funcional.
No sustituye al levantamiento de cargas pesadas, pero sí es una herramienta eficaz, segura y complementaria, ideal para quienes quieren tonificar, mejorar su condición física o empezar a construir fuerza sin impacto.
Porque la fuerza no solo va de levantar peso: también es controlar, sostener y resistir. Y ahí, el barre tiene mucho que aportar.
