María Romeo no sabe lo que es vivir sin diabetes. Recibió el diagnóstico del tipo 1 cuando era una niña y, desde entonces, ha tenido que acostumbrarse a lo que supone convivir con esta enfermedad crónica que padecen más de cinco millones de personas en España. Lo que para muchos podría haber supuesto una barrera, ella lo ha transformado en motor de vida, aprendizaje y vocación. A sus 25 años, enfermera de profesión y divulgadora por convicción, María comparte su experiencia en sus redes sociales (@mariaromeo_) con naturalidad, humor y una honestidad que desarma estigmas. Cuando la conoces, entiendes que, aunque la diabetes te cambie la vida, esta puede seguir siendo maravillosa. Y eso es lo que se ha propuesto demostrar.
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Aprovechando que cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, hemos tenido la ocasión de contar con su testimonio, en el que la zaragozana nos habla de su diagnóstico, de cómo ha aprendido a manejar la enfermedad, de los mitos que aún persisten y de su firme propósito: demostrar que con diabetes también se puede vivir plenamente.
Te diagnosticaron diabetes en la infancia, ¿guardas recuerdo sobre ese momento?
Fue hace 17 años y medio, por lo tanto, tengo recuerdos difusos, pero sí recuerdo mi estancia en el hospital, que por cierto me encantó, hice un grupo de amiguitos porque estuve ingresada en un hospital infantil.
También sé lo que me han contado mis padres. El diagnóstico de diabetes da un giro de 180º a tu vida.
Nos comentabas que no recuerdas tu vida antes de la diabetes, ¿piensas que esto facilita de alguna manera tu día a día?
Creo que me lo facilita al 100%, como llevo tanto tiempo y desde muy pequeña no sé cómo es la vida sin pinchazos, hacer cálculos y tener en cuenta todo… estoy muy acostumbrada y para mí es lo normal.
Lo que más pudo costarme es la época de la adolescencia, cuando todo el mundo empezaba a salir, beber y hacer locuras. Ahí si me sentí un poco diferente
¿Qué fue lo más complicado en los primeros años, en aquella adolescencia lejana conviviendo con una enfermedad crónica como la diabetes? ¿De qué forma limitaba tu día a día?
Nunca he sentido que la diabetes me limite. Esto en parte creo que es gracias a cómo me educaron mis padres, no dejaron que esto me afectara y me sintiera una niña “enferma”. Sí que he tenido que hacer cosas que los demás niños o adolescentes no hacían, pero simplemente enfocando toda mi responsabilidad en ello.
Diría que lo que más pudo costarme es la época de la adolescencia cuando todo el mundo empezaba a salir, beber y hacer locuras. Ahí si me sentí un poco diferente.
Aunque a día de hoy hago lo mismo que el resto siendo responsable de mi condición.
¿Cómo es tu rutina diaria para controlar la diabetes, hay algún truco especialmente útil en tu caso?
Más que controlarla es manejarla. Hay días que es inmanejable y aunque pongas todo tu esfuerzo las cosas no salen bien. Esto es bastante frustrante.
Pero normalmente intento comer sano, siempre he sido una chica deportista y las nuevas tecnologías me ayudan mucho a que mis niveles estén muchísimo mejor.
Te hemos visto comer dulce, ¿por qué pensamos que es algo imposible darse un capricho si tienes diabetes?
Esto es parte de los estigmas con los que convivimos. Siempre se ha pensado que la diabetes es pincharse, no comer azúcar y ya. Pero esto es falso y además hay mucho más detrás que simplemente eso. Nos afectan las emociones, el clima, el ejercicio físico, la comida…
¿La bomba de insulina ha supuesto una gran ayuda en tu caso?
Totalmente. Me la pusieron durante la adolescencia porque, por mucho que hacía todo lo correcto y era muy responsable, no conseguía tener unos buenos valores. En la diabetes, como he dicho antes, afecta todo y una de esas cosas son las hormonas. En mi caso me descontroló todo, pero gracias a la bomba recuperé calidad de vida, salud física y mental.
Eres enfermera, ¿cómo afrontas en tu día a día laboral coincidir con pacientes con diabetes?
La verdad que en mis tres años como enfermera no he coincidido con muchos pacientes con diabetes. porque he trabajado en otros servicios.
En alguna ocasión, sí he podido charlar con alguna persona a la que acababan de diagnosticar y me encanta hablar con ellos porque en cierto modo siento que puedo ayudarles. Sobre todo los niños y sus papás ya que yo viví exactamente la misma situación y para mis padres fue bastante duro.
En la diabetes, como he dicho antes, afecta todo y una de esas cosas son las hormonas. En mi caso me descontroló todo, pero gracias a la bomba recuperé calidad de vida, salud física y mental.
¿Qué te motivó a compartir tu experiencia con la diabetes en redes sociales?
Fue mi hermana. Yo tengo que cambiar mi sistema de infusión de la bomba de insulina cada tres días en casa y un día ella me dijo que publicara un video. que seguro que a la gente le interesaba. Así fue, lo publiqué y se hizo viral. Vi la falta de información y los estigmas que había, por lo que decidí quitarme la vergüenza y empezar contar cosas.
Empezó a seguirme la gente y al recibir mensajes de que les gustaba verme, les hacía sentirse menos solos y les ayudaba, me motivó a seguir e ir contando mi día a día conviviendo con la diabetes.
¿Has recibido mensajes de otras personas con diabetes que se sienten identificadas contigo?
Al compartir mi día a día, recibo muchos mensajes de este tipo. Y a mí también me ayudan a sentirme comprendida en muchas situaciones que solo vivimos nosotros.
¿Crees que las redes sociales ayudan a romper el estigma o a veces lo refuerzan?
Creo que a día de hoy, las personas que hacemos contenido para visibilizar la diabetes intentamos enfocarlo en romper el estigma, así que diría que si ayudan. Aunque aún queda mucho trabajo por hacer.
¿Has vivido situaciones en las que te han hecho comentarios estigmatizantes?
Por desgracia son parte de mi día a día y estoy tan acostumbrada a ellos que no me molestan, porque los llevo recibiendo toda mi vida. De hecho, yo misma tenía algunos estigmas con respecto a la diabetes, hasta que empecé a compartir mi día a día en las redes y me di cuenta de que podía hacer algunas cosas que no hacía por el miedo que me habían impuesto desde siempre.
¿Cómo respondes cuando alguien hace un comentario desinformado sobre la diabetes?
Si lo hacen desde el respeto y la educación, les intento explicar y concienciar sobre la realidad. Además es un tema que le interesa a mucha más gente de la que yo pensaba. Casi siempre que empiezo a hablar de ello, me siento súper escuchada y veo a la gente con muchas ganas de aprender de verdad. Es algo que me gusta mucho.
Me encantaría que la gente no pensara que por tener diabetes no podemos tomar azúcar, que no tenemos que ser obesos y que podemos tener diabetes aunque seamos jóvenes
¿Qué mitos te gustaría que se eliminaran de una vez por todas?
Me encantaría que la gente no pensara que por tener diabetes no podemos tomar azúcar, que no tenemos que ser obesos y que podemos tener diabetes aunque seamos jóvenes.
Que supieran diferencias entre la diabetes tipo 1 y la tipo 2 que aunque tengan el mismo nombre, son distintas y con tratamientos diferentes.
Y que los límites nos los ponemos nosotros mismos. Con diabetes todo se puede.
¿Cómo afecta emocionalmente convivir con la diabetes?
Este es un tema del que me gustaría que se hablara mucho más. Yo personalmente pasé el duelo del diagnóstico muchos años más tarde de recibirlo. Para mis padres fue muy duro en inicio, pero sin embargo para mí llegó a mis 20. El pensar que es para toda la vida y las complicaciones que puedo tener si no tengo un buen manejo diario son temas que me agobian bastante.
Igualmente intento no pensarlo mucho y disfrutar del día a día. Suelo ser una persona bastante positiva pero, como todos, tengo mis días de bajón.
El pensar que es para toda la vida y las complicaciones que puedo tener si no tengo un buen manejo diario son temas que me agobian bastante
¿Qué le dirías a alguien que acaba de recibir el diagnóstico?
Si le tuviera delante le abrazaría y le diría que entiendo su frustración y agobio, le daría mucho ánimo y fuerzas porque es una carrera de fondo para la que a veces hay que coger mucho impulso. Pero también le diría que va a poder tener una vida igual o más increíble que el resto. Que esto no te frena a hacer absolutamente nada. Que no tenga miedo. Que va a ser feliz y a tener una vida maravillosa si se lo propone.
¿Qué proyectos o iniciativas tienes en mente para seguir visibilizando esta condición?
Quiero seguir intentando desmitificar, visibilizar y ayudar a los demás.
Al ser enfermera me encantaría dedicarme a ser educadora en diabetes, así que es un propósito que tengo para un futuro.
Por último, ¿qué has aprendido sobre ti misma desde que convives con la diabetes?
He aprendido que aunque me considere un poco torpe y despistada, puedo ser muy responsable y muy fuerte. A veces vivimos experiencias complicadas, pero siempre salimos adelante.
También que mi propósito de vida es servir a los demás, poder ayudarles e intentar convertir algo “malo” y que no he elegido en algo bueno y me hace sentirme muy orgullosa. "
