La barriguita es una de las zonas del cuerpo que más nos preocupan a las mujeres y conseguir un abdomen plano es algo que ansiamos aún más cuando alcanzamos determinada edad. Con la menopausia parece que tendemos a acumular generalmente más grasa en esa zona, así que si nos vienen a contar que existe un superalimento que solemos tener relegado al olvido que es capaz de hacer que podamos presumir de una tripita más lisa, evidentemente... no vamos a hacer oídos sordos.
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Por este motivo, precisamente, ha tenido tantísimo alcance el vídeo en redes de Marcos Ferreiro. Él es divulgador especialista en salud integral en la menopausia y ha sacado a la luz un alimento rico en omega 3 que no se consume con mucha frecuencia y que destaca por su poder antiinflamatorio. Hablamos de las sardinas. Según Marcos:
- Te ayudan a reducir el riesgo de presión arterial, de coágulos y de enfermedad cardíaca.
- Son ricas en vitamina B12, que te aportará mucha energía en menopausia.
- Contienen vitamina D, que suele estar bajita en menopausia.
- También calcio, así que si eres intolerante a la lactosa o alérgica a los lácteos, te va a ayudar mucho.
- Además, aporta nutrientes importantes como niacina, potasio, magnesio, hierro, zinc y fósforo, los cuales mejoran tu salud y te ayudan a la pérdida de peso.
- Para terminar, también contienen proteína de calidad con todos los aminoácidos.
En el siguiente vídeo, Marcos lo explica detalladamente:
La opinión de una experta
Hemos consultado a Estefanía Mata de las Heras, nutricionista integrativa, sobre todas estas cuestiones y, para empezar ha querido aclararnos que lo que se conoce popularmente como "barriga de la menopausia" es en realidad una recomposición corporal natural que ocurre durante esta etapa de la vida.
"En la edad fértil, los estrógenos favorecen que la grasa se acumule en la zona de las caderas y los muslos. Esta grasa tiene una función biológica: servir como reserva energética ante un posible embarazo", explica.
La experta nos cuenta que "cuando los niveles de estrógenos disminuyen con la llegada de la menopausia, esta grasa se redistribuye hacia la zona abdominal, lo que genera ese cambio en la silueta que muchas mujeres notan: se pierde la forma de "pera" y se gana una figura más andrógina, con mayor grasa en la cintura".
Asegura que "esta redistribución, además, puede tener implicaciones en la salud, ya que el aumento de grasa abdominal se relaciona con mayor riesgo cardiovascular y con el desarrollo del síndrome metabólico, que incluye hipertensión, colesterol alto y elevación de la glucosa sanguínea".
Estefanía señala que esta grasa abdominal puede tener dos componentes:
- Grasa propiamente dicha, derivada del cambio hormonal y metabólico.
- Inflamación, que también puede intensificarse por la caída de estrógenos.
Para contrarrestar esta inflamación y cuidar el metabolismo, recomienda el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, especialmente aquellos con alto contenido de DHA, el tipo de omega-3 con mayor poder antiinflamatorio (mientras que el EPA tiene una acción más anticoagulante). Y nos cuenta (y aquí viene el dato interesante) que entre las mejores fuentes se encuentran los pescados azules pequeños, como las sardinas de las que hablaba Marcos. Ahora bien, comenta que, aunque las sardinas son muy buenas, personalmente prefiere la caballa, ya que suele tener un sabor más suave y resulta más fácil de consumir.
La nutricionista explica además dos de los puntos que Marcos mencionaba también en su vídeo viral: el aporte de calcio y vitamina D: cuando se consumen enteros, con la espina, se ingiere también el calcio contenido en sus huesos. En las conservas pasteurizadas, las espinas se reblandecen, lo que facilita su consumo y la absorción del calcio. Este calcio, además, se asimila especialmente bien gracias a la vitamina D presente en estos pescados, que favorece su absorción y es fundamental para la salud ósea en la menopausia.
A pesar de todo lo anterior, lanza dos advertencias:
- Evitar las versiones enlatadas de estos pescados, ya que suelen contener aceites de girasol y altas cantidades de sal, lo cual no es recomendable en la menopausia, sobre todo si existe riesgo de hipertensión. En su lugar, sugiere optar por pescados conservados en tarros de cristal, elaborados con aceite ecológico y bajo contenido en sal.
- La forma de cocinar estos pescados también influye mucho en su valor nutricional. Prepararlos a la plancha o asados puede degradar las grasas saludables del omega-3. Por ello, recomienda métodos más suaves como el papillote o el consumo de pescados pasteurizados en conserva de vidrio (por los químicos que a veces liberan las latas y porque conservan mejor las propiedades organolépticas de los alimentos), siempre cuidando la calidad del aceite y la cantidad de sal.
Así, como en su vídeo recomienda Marcos, conviene asegurarse de que las sardinas que compremos son ecológicas y llevan aceite de oliva virgen extra. Las puedes tomar en tus ensaladas, como la proteína que siempre deben incluir, o combinadas con otras fuentes como pollo, carnes, huevos o quesos. Les van a dar a tus platos mucho sabor y te harán presumir de una tripita rejuvenecida. En definitiva: trucos pequeños que cambian tu despensa, tu salud y tu día a día.
