Durante años se ha repetido la idea de que para adelgazar basta con comer menos y gastar más. Sin embargo, la experiencia clínica y los avances en investigación muestran que no es tan sencillo. Si así fuera, perder peso sería un proceso fácil y universal. Elisa Blázquez, nutricionista clínica y directora de nutrición de IQtra Medicina Avanzada, recuerda que nuestro cuerpo no responde únicamente a las calorías que ingerimos, sino a un complejo sistema de señales hormonales que regulan cómo utilizamos la energía.
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Las hormonas que deciden qué hace tu cuerpo con la energía
Según Elisa, las principales hormonas implicadas en el metabolismo y en la regulación del peso son:
- Leptina: envía al cerebro la señal de que ya hemos comido suficiente. Cuando no funciona de manera adecuada, el hambre se mantiene casi constante.
- Insulina: facilita la entrada de energía en las células. Si sus niveles permanecen elevados durante mucho tiempo, el organismo tiende a acumular más grasa.
- Cortisol: conocida como la hormona del estrés. Cuando está elevada de forma crónica, el cuerpo interpreta que debe "guardar reservas" y retiene grasa como mecanismo de supervivencia.
- Hormonas tiroideas: regulan el metabolismo basal. Si sus niveles son bajos, el gasto energético disminuye y se quema menos energía en reposo.
La nutricionista asegura que estas hormonas funcionan como auténticos mensajeros bioquímicos que le indican al organismo si debe quemar grasa, almacenarla, generar hambre o inducir saciedad. Cuando las señales hormonales se desequilibran, el cuerpo puede entrar en lo que la nutricionista denomina "modo bloqueo": aunque se cuenten calorías y se restrinja la dieta, el peso no se mueve.
El enfoque integral: mucho más que dieta
Para recuperar el equilibrio, no basta con reducir la ingesta. “El abordaje integral de la pérdida de peso debe tener en cuenta estos factores hormonales y trabajar desde la raíz”, explica la especialista. Eso implica:
- Una nutrición adaptada y rica en nutrientes de calidad.
- El uso adecuado de suplementación, en los casos que sea necesario.
- Hábitos de vida saludables, que incluyen gestión del estrés, descanso reparador y actividad física adaptada.
Recuperar la sintonía del cuerpo
Cuando estas piezas encajan, el organismo vuelve a escuchar sus señales naturales y el peso empieza a responder sin lucha constante. "El equilibrio hormonal está totalmente condicionado por nuestro estilo de vida. Es ahí donde tenemos el verdadero poder para transformar nuestro metabolismo", concluye Elisa.