Así es la espectacular casa de Inés de Cominges en París: molduras, techos altos y mucho estilo

La it girl Inés de Cominges es una de esas mujeres que destila simpatía y buen gusto. Al menos eso es lo que defienden sus seguidores en Instagram, donde tiene más de 220.000 seguidores. La joven (Madrid, 1991) está casada desde 2019 con François du Chastel, fundador de la marca de mocasines Chatelles (la favorita de Pippa Middelton) y tienen dos hijos, Gaston y Casimir.

Su espectacular casa en París es un piso de techos altos, molduras, grandes ventanales y una luz espectacular. 

"Me decanté por esta casa hace 5 años. Desde que entré por primera vez me enamoré completamente. Es tan bonita. Es tan parisina. La casa habla por sí sola. Las paredes, las ventanas, todo. Todos estos pequeños detalles visten la casa de tal manera que con cualquier cosa que pongas dentro, quedará hermosa. Tengo las vistas, tengo la luz. Así que también es muy neutral, muy tranquila y muy acogedora. Esa es la sensación que tengo cada vez que tengo invitados en casa se sienten muy cómodos y este es el resultado después de haber trabajado mucho en esta casa. Finalmente, lo he logrado", dice la creadora de contenido e influencer de moda. Ahora, nosotros lo comprobamos. ¿Entramos?

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Un salón clásico y muy elegante

Antes de vivir aquí, este piso parisino era el showroom de Chatelles, pero cuando Inés lo vio por primera vez supo que ese sería el lugar perfecto para convertirse en su hogar. 

Y es que  esta casa tiene una  clarísima esencia parisina, caracterizada por los techos altos, el estuco veneciano, los suelos de madera antigua y las vistas a las calles de París. Ahora, es un lugar estiloso, elegante, con cierta esencia clásica, pero también con el carácter alegre de la influencer. "Como española, soy una persona alegre y colorida. Pero siempre quise que mi casa fuera un lugar tranquilo y seguro, en tonos neutros", dice Inés.   

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Piezas únicas

Además de la impresionante arquitectura de este piso, si algo llama la atención de la decoración es la cuidada elección de muebles y elementos decorativos, que añaden un plus de estilo. Un ejemplo es la mesa semicircular que hace las veces de mueble bar, colocado bajo el espejo con molduras, que aporta un look que recuerda al Hollywood de los años 40. 

"Cada pieza de mi salón es especial para mí", dice la creadora de contenidos, que no ha sacrificado el estilo en detrimento de la comodidad. Por ejemplo, las mesas de centro con sobre de cristal son de herencia, en concreto, de la bisabuela de la influencer y que contribuyen a ese look parisino. De igual modo, los sofás enfrentados presumen de una apariencia cómoda y mullida, perfecta para relajarse. 

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Chic parisino

El estilo de la creadora de contenido e influencer de moda se podría definir como chic parisino. En su hogar predominan los colores neutros, pero con pinceladas de color que ayudan a resaltar la presencia de algunas piezas, bañadas por el encanto de la esencia de los edificios antiguos propios de la ciudad de la luz. 

Aquí la comodidad y la serenidad se dan la mano con la elegancia y frescura propias del estilo de Inés. 

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Una mesa ecléctica y elegante

Ecléctica, colorida y elegante. Así es el estilo de Inés, que vemos fielmente reflejado en esta mesa. Piezas clásicas con un twist hacia lo moderno protagonizan cada servicio, donde el color varía según el comensal. "Mi marido se encarga de los menús y yo me encargo de la decoración. ¡Es un trabajo en equipo!", dice Inés. Y esta mesa es un buen reflejo de su carácter: alegre, desenfadado, pero con ese toque elegante que caracteriza sus looks. 

"Siempre pongo la mesa dos días antes de una visita y luego sigo añadiendo detalles hasta que todo está perfecto. La mesa y el ambiente siempre son diferentes y se convierten de este modo en una especie de sorpresa para mis amigos", revela la influencer.  

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Una entrada con carácter

Pero también con cierto toque personal. Y es que es en este espacio donde la creadora de contenido y su marido guardan los recuerdos de sus viajes, bodas y otros acontecimientos. 

Aquí la boiserie de obra se encarga de contribuir a ese look parisino que vemos en todo el piso, mientras que la mesa de centro redonda de mármol aporta un look moderno y más actual.

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El oasis para descansar

En el dormitorio también las molduras y el look parisino, junto con muebles más actuales y pinceladas de color protagonizan la decoración. Las líneas limpias del cabecero y la pared desnuda contribuyen a ese look más moderno y, aquí, con ciertos toques más minimal. 

Este espacio era la antigua biblioteca y, por ser la estancia más tranquila, la creadora de contenido decidió convertirla en su oasis de paz. 

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Una chimenea que aporta calidez

Como en buen edificio parisino, las chimeneas son una constante en las estancias. También en este dormitorio, que solía ser una antigua biblioteca. Llama la atención su embocadura en mármol y estilo clásico, en contraste con los llamativos apliques dorados a ambos lados. Después, un espejo, también con marco dorado, se encarga de reflejar las vistas y transportar la naturaleza al interior. 

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La habitación de los niños

Aquí, la esencia clásica parisina sigue siendo la que manda. Por un lado, gracias a las molduras, que enmarcan también un gran espejo que aporta luz y amplitud; pero también por las piezas elegidas. Nos gusta especialmente la cuna con mosquitera colocado junto a la cama, así como la lámpara con base cerámica y pantalla de tela (es el modelo Niza de Westwing). 

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Un espacio para relajarse

Y para jugar. O así es como lo define la creadora de contenidos. En este espacio, cada mueble cuenta una historia y contribuye a la paz propia de la habitación del bebé. Un buen ejemplo es la butaca con reposapiés con un divertido y elegante tapizado. "Este sillón estaba en mi habitación cuando era niña", dice Inés. 

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