Pros y contras del suelo radiante
Existen muchos y muy variados argumentos a favor del suelo radiante. Para comenzar, es un sistema muy ecológico, saludable (el único recomendado por la OMS) y su consumo energético es bajo.
Su punto más favorable es que aporta mucho confort, pues no disminuye la humedad ambiental y, además, es invisible y no ocupa espacio, lo que resulta ideal en pisos pequeños y estancias que suelen ser de dimensiones más reducidas como los baños.
Javier advierte, no obstante que para que sea una opción ecológica debe ser un suelo radiante por agua, que reducirá el consumo energético de nuestra vivienda entre un 10% y un 20%. La opción eléctrica, por su parte, supone un gasto energético bastante elevado.
Además, se puede instalar la calefacción radiante con suelos de madera. Opta por madera natural y sostenible y tendrás una opción muy respetuosa con nuestro entorno.
“Los principales contras del suelo radiante son su elevado precio de instalación y que su inercia térmica es muy amplia, es decir, tarda mucho en calentarse y enfriarse, por lo que es recomendable mantener siempre una temperatura mínima estable en la vivienda”, explica el experto.
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