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Una vivienda de 83 metros cuadrados, ubicada en Terrassa (Barcelona, España), que se inspira en la serenidad y equilibrio que caracterizan al estilo scandi para dar sentido a la reforma integral a la que se somete. De espacios oscuros y apagados a ambientes que se abre, comunican, integran y fluyen a través de las conexiones y elementos distributivos y de los colores. ¡Así es este antes y después!

 

La clave de la reforma

La diseñadora de interiores Laura Martínez (https://lauramartinezinteriorista.com) ha unificado en este proyecto la zona de día. Se ha hecho a través de la reducción de tabiques convencionales y el uso de otros elementos que permiten que fluya la circulación, la luz y las vistas. Con esto, se gana sensación de amplitud, se potencia la luminosidad gracias al uso inteligente de la luz y se crea un ambiente funcional con espacios conectados con sentido. 

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Antes de la zona de día

Oscura y mucho más compartimentada, ya que salón y comedor quedaban aislados en una estancia, mientras que la cocina estaba delimitada en el espacio contiguo. Tras la intervención de la interiorista, la vivienda luce un ambiente en equilibrio y muy vinculado a la naturaleza. En ello, la combinación de colores dice bastante con una paleta de tonos beige, marrón y verde azulado en paredes y textiles.

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Salón-comedor conectado con cocina y recibidor

"Los propietarios de esta vivienda situada en Terrassa querían darle un toque diferente a todo su hogar, modernizarlo y dotarlo de carácter atemporal, hacerlo mucho más funcional y -una de las premisas más importantes- conseguir aumentar la entrada de luz natural en todos los espacios", explica la diseñadora de interiores Laura Martínez. La vivienda original tenía unos 15 años de antigüedad con una distribución convencional, lo que provocaba que no se aprovechasen bien los espacios.

 

En el salón comedor se ha resuelto el espacio con un mueble bajo corrido a modo de bancada en blanco con tapa en madera, realizado a medida. Al otro lado del pilar que marca el paso hacia el comedor, se suman unas baldas sobre el mueble. "La armonía de la madera de roble, utilizada en el pavimento y el mobiliario, con el blanco de las paredes y los tejidos en gris es absoluta", recalca la interiorista. El toque en negro de las patas de las sillas y la mesa de comedor enlaza con el perfil de cerramiento acristalado que queda sobre el sofá.

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Una entrada directa con biombo de listones

Tras la reforma, desde el recibidor se accede por un pasillo bien aprovechado con un gran frente de armarios a la zona de descanso. Y de frente se comunica la entrada a la vivienda con el comedor, que se decora con madera, metal negro y fibras naturales. El elemento alistonado de madera separa y comunica al mismo tiempo con la cocina y evita que tanto esta como la zona de estar queden visibles desde el recibidor.

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La cocina antes de la reforma

"El proyecto ha consistido en el rediseño de la distribución de la vivienda.  El punto fuerte ha sido la unión de cocina, comedor, recibidor y pasillo, mediante la creación de un espacio abierto", señalan desde el estudio. La idea era lograr un espacio más funcional para el día a día de la vida de la familia. Esta es la imagen que presentaba la cocina antes de la reforma integral. Tras ella, la cocina usa colores claros, queda delimitada por un suelo diferente y un panel de listones a un lado (que linda con el recibidor) y un cerramiento acristalado por otro (comunicado con el salón).

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Una cocina de planta rectangular bien aprovechada con muebles en U

En todo el proyecto se buscaba lograr serenidad con la paleta de materiales y colores utilizados. Por eso se puede decir que es el estilo scandi el que guía el interiorismo. Líneas rectas en blanco y madera natural predominan en todas las estancias, también en la cocina, que queda delimitada por un pavimento diferente de baldosas hidráulicas. En la pared que linda con el salón, un cerramiento acristalado a media altura favorece la conexión y permite amueblar la parte baja con muebles. El elemento de listones de madera verticales en madera marca la transición con el recibidor y evita que se vea la zona de dormitorios desde la cocina. En cuanto al mobiliario de este espacio, se ha optado por una disposición en L con zona de columnas para integrar los electrodomésticos principales, fregadero y placa de cocción enfrentadas y zona de barra con taburetes.

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La zona de paso, bien aprovechada

El resultado de esta paleta cromática crea amplitud y luminosidad, al tiempo que resulta acogedora. Por eso, la interiorista Laura Martínez apuesta por mantener la misma línea en toda la casa y crear un diseño de interiores armónico y coherente. Aquí se aprecia la zona de paso hacia los dormitorios, con un frente aprovechado con armarios y una hornacina de apoyo retroiluminada que aligera la pared.

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El dormitorio principal antes de la reforma

¡El cambio es impresionante! Se saca partido al espacio en cuanto a almacenaje y estilo, descartando el uso de colores oscuros. La clave está en el uso de las soluciones a medida, como se muestra a continuación.

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Mobiliario a medida en el dormitorio principal

En el dormitorio principal el mobiliario se ha realizado totalmente a medida, lo que ha permitido aprovechar el espacio al máximo. El cabecero cuenta con una hornacina retro iluminada a modo de mesita de noche y con una repisa para apoyar cuadros, libros y otros objetos. En la esquina, un armario a medida que hace las veces de mini vestidor integrado. "La ausencia de tiradores enfatiza la pureza del diseño", destaca laura Martínez.

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Las claves de este espacio

El predominio del blanco en el mobiliario llena de luz la estancia. Solo se rompe con la tonalidad verde azulada de la pintura de la pared del cabecero. El mobiliario a medida es otro de los aciertos en el diseño y aprovechamiento. Por ejemplo, el mueble cajonera diseñado a medida de lado a lado de la pared bajo la ventana, también en blanco, con tirador integrado y tapa de madera.

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Los baños antes de la intervención

Baño impersonales y fríos que contaban con los elementos básicos, pero a los que le faltaban diseño y personalidad. Era necesario transformar los dos baños con los que contaba la vivienda. Uno cuenta con bañera (el principal, integrado en el dormitorio) y otro con ducha, el que hace las veces de aseo de cortesía y al que se accede por una puerta corredera que queda justo frente al armario del pasillo.

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El baño principal con bañera y acabado en gris y blanco

"El predominio del gris y el blanco en los dos baños está en sintonía con el cromatismo que se ha utilizado el resto de la vivienda", según la interiorista responsable de este proyecto. Esta es la imagen del baño integrado en el dormitorio principal, que cuenta con bañera, muebles en blanco y revestimientos que combinan gris y blanco. Los discretos toques en negro de las griferías y otros detalles son líneas que destacan.

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El baño de cortesía completo con ducha

En el baño de cortesía, el inodoro suspendido con cisterna empotrada queda a la izquierda con un mueble de fondo reducido sobre la repisa y luz bajo mueble. De frente queda el lavabo encastrado entre el pilar y la ducha (en el espejo se aprecia el reflejo de la puerta de acceso abierta con el armario con hornacina del pasillo). Aquí se ha optado por una paleta neutra en blanco, beis y madera.

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