¡Por fin! Estarás pensando. Y es que, con la llegada del verano, lo hacen también las ansiadas vacaciones. Y, tanto si solo tienes una semana libre, como si te vas quince días o si desapareces todo el verano porque te vas al pueblo o a una segunda residencia, tu casa se merece unas especiales atenciones. Y por varios motivos: el más destacado, por seguridad, pero también para mantener tu casa en perfecto estado mientras estás ausente.
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Buzón: mejor vacío con frecuencia
Uno de los sitios en los que miran los ladrones antes de intentar entrar en una vivienda es el buzón. Así que pide a alguien de confianza, como un amigo o un vecino, que lo vacíe con cierta frecuencia. Un buzón sin publicidad ni correspondencia no dará pistas sobre cuánto tiempo llevas fuera de casa.
Asimismo, pídele que te informe de vez en cuándo qué va llegando. Con un mensaje será suficiente. Y lo mismo si recibes una notificación, ya que en ese caso tendrás que autorizarle para que vaya a recoger la carta o el paquete por ti.
Cuando vuelvas de vacaciones, no te olvides de organizar todas las cartas y facturas que te hayan llegado durante tus vacaciones.
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Comida y alimentos: revisa su estado
Y no solo los de la nevera. También los que tengas en la despensa y que puedan estropearse, como patatas, cebolla o fruta, alimentos que pueden estar fuera del frigorífico. Revisa todas las cosas que puedan estropearse o caducar y, en consecuencia, provocar un mal olor en tu casa.
Para ellos tienes varias opciones. Una de ellas es preparar varias recetas con ellos y congelar los tuppers. También puedes congelar algunos alimentos crudos (en envases limpios como fiambreras o bolsas de congelación), como las carnes, pescados, frutas, verduras de hoja, huevos, lácteos (tanto la leche como los yogures) y quesos (excepto los frescos). Hay algunas verduras con almidón, como la patata o la zanahoria, que será mejor que las cuezas antes.
Una tercera alternativa es llevártelos, especialmente si vas a un apartamento de vacaciones o una casa que tenga cocina (no los desperdiciarás y te ahorrarás unos euros). Otra es dárselos a alguien, como un familiar, un amigo o un vecino. También puedes donarlos.
Persianas: pide ayuda a alguien de confianza
Si tienes una casa domotizada, estás de enhorabuena, porque no tendrás que pedirle a nadie que cambie su estado cada pocos días. Si puedes controlar las persianas de tu casa desde tu teléfono móvil y programarlas para que suban y bajen cuando tú quieras o, incluso, hacerlo estés donde estés.
Pero, si tus persianas no están domotizadas y vas a estar fuera de casa durante mucho tiempo, pídele a alguien de confianza que vaya cada 3 o 4 días a cambiar su posición. Lo ideal es que mueva un poco las de todas las habitaciones, tanto si dan a la calle como a un patio interior.
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Luces: deja alguna encendida
Para que parezca que hay alguien en casa, nada como dejar una luz encendida. Hay aparatos que se colocan en los enchufes y que puedes programar para que la luz se encienda durante determinadas horas del día. Son baratos y fáciles de configurar. Claro, que si tus luces están domotizadas, podrás hacer como con las persianas, y programarlas para que estén encendidas durante ciertas horas del día. Parecerá que hay alguien en casa o, por lo menos, despertarás dudas en quien se plantee entrar en tu casa por la fuerza.
Plantas: ¿cómo las voy a cuidar?
Las plantas son las grandes damnificados de las vacaciones. Así que si no quieres volver a un cementerio de plantas tendrás que prestar especial cuidado a este aspecto. Una opción es colocar una botella de agua con varios agujeros en el tapón y boca abajo en cada maceta. Es una alternativa económica y que dará a la planta la cantidad de agua que necesitará. También puedes poner agua gelificada, un tipo de hidrogel compuesto de agua y nutrientes que regará las plantas poco a poco conforme la tierra se vaya quedando seca. ¿Más opciones? Las macetas de autorriego, cuyo depósito tendrás que llenar para que tus plantas tengan agua suficiente.
Otra opción es pedirle a alguien que riegue tus plantas. Pero tendrás que dejarle instrucciones muy precisas para cada planta (cantidad de agua y frecuencias). Y es que, aunque el calor excesivo puede hacer estragos en tus plantas de interior, también un exceso de agua (el motivo por el que más mueren las plantas) puede ser igual de perjudicial.
Qué aparatos de luz desconectar
Esta es una pregunta que nos hacemos siempre: ¿qué aparatos puedo dejar desconectados cuando me voy de vacaciones? Pues depende. Si tu casa está domotizada, te recomendamos que no apagues ninguno, y mucho menos el aparato del WiFi, ya que es el que se comunica con las luces, las persianas, etc. y, si lo apagas, no podrás manejarlos desde tu móvil. Lo mismo si tienes una cámara de seguridad que funciona con WiFi. Pero si no es así, puedes apagarlo para que no consuma mientras no estás. Lo mismo con los aparatos con standby, causantes del conocido consumo fantasma, como las regletas, la televisión, el aparato de música, etc.
En cuanto a la nevera, solo podrás apagarla si está completamente vacía, tanto la parte de refrigeración como el congelador. Si hay alimentos, no la apagues. Ahora, sí que puedes regular su temperatura dependiendo de los alimentos que queden en su interior. No hace falta que esté al máximo, piensa que nadie va a abrir la nevera mientras estés de vacaciones, por lo que no habrá pérdida de frío y, por tanto, de energía.
¿Qué hago con mi mascota?
Hay mascotas que pueden quedarse en casa mientras estamos de vacaciones. Aunque lo ideal es que, si es posible, te las lleves contigo. Aun así, es habitual que gatos, conejos o cobayas no disfruten de nuestras ansiadas vacaciones con nosotros.
Pero, entonces, ¿qué hacemos con ellos? Lo más adecuado es que se queden con alguien o que le pidas a un amigo o familiar que vaya a ponerles comida, renovar el agua, sacarles a la calle (en el caso de los perros) y hacerles compañía de vez en cuando. Nuestras mascotas son animales sociales, por lo que echarán en falta esa compañía que les das. Otra opción es que busques una guardería para mascotas: las hay para todo tipo y ellos agradecerán los cuidados que les proporcionan en estos sitios.
Deja todo recogido y limpio
Lo sabes, la vuelta de vacaciones suele ser dura y esos primeros días se te harán cuesta arriba. Así que lo mejor es que dejes tu casa lo más limpia y recogida como sea posible. El día antes de irte haz limpieza en casa. No tiene por qué ser demasiado profunda, pero si lo suficiente como para que, cuando llegues a casa, la sensación sea más de ‘hogar dulce hogar’ que de ‘otra vez a la rutina’.
Deja el lavavajillas vacío, la ropa recogida, las camas hechas y el sofá con los cojines bien puestos. Así cuando llegues solo tendrás que deshacer las maletas y poner unas lavadoras, en vez de encontrarte con la casa hecha un desastre. ¡Solo te provocará más sensación de agobio!
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No te olvides de tirar la basura
Porque si te la olvidas en el cubo, el olor a podrido que invadirá tu casa será imposible de eliminar en días. Así que, antes de bajar al coche con las maletas, date un paseo hasta los contenedores con todas las bolsas de basura: las de plásticos, cristales, papel y, por supuesto, orgánico. Deja unas bolsas limpias puestas en los cubos para que la llegada a casa sea mucho más llevadera.
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