Crear una galería de cuadros en una pared de tu casa es un recurso decorativo de lo más eficaz. Si sabes configurarla de la forma correcta, se convertirá en un recurso muy eficaz que aportará al espacio un gran interés visual.
Descubre cuáles son las reglas que no fallan para conseguir un éxito rotundo a la hora de colgar los cuadros.
¿Qué colgar?
Es lo primero que debes tener en cuenta: qué obras vas a colgar en tu galería de pared. Encontrar los cuadros adecuados no es cosa de un día, por lo que te recomiendo que empieces con calma, sin prisa pero sin pausa. En muchas ocasiones las obras de arte pueden ser bastante costosas, por lo que recurrir a impresiones digitales, posters y láminas enmarcadas puede ser una alternativa interesante.
Además, también es posible elegir fotografías, tuyas o no, dibujos, ilustraciones, etc. Todo sirve si te emociona y disfrutas teniéndolo a la vista. En realidad, las galerías de arte triunfan porque hablan alto y claro de nosotros, de nuestra forma de ser y de ver las cosas. ¡Déjate llevar!
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Cómo combinar tamaños y acertar
En principio, existen dos grandes tipos de galerías de cuadros: las que se componen de obras similares, del mismo tamaño y con los mismos marcos; y aquellas que combinan obras de distinto tamaño.
Si bien las primeras ofrecen un resultado más ordenado, las segundas son más espontáneas y originales. La elección es tuya, pero las galerías heterogéneas resultan muy interesantes desde un punto de vista decorativo. A pesar de esto, deben estar equilibradas para no caer en el caos visual.
Un consejo: a la hora de organizar los cuadros traza líneas imaginarias que delimiten la galería.
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Haz pruebas antes de colgar
A la hora de colgar los cuadros en la pared, no tiene sentido que nos pongamos a taladrar sin ton ni son. Es esencial probar antes de hacer el primer agujero.
Comienza por medir el espacio que va a ocupar la galería en la pared para acotar la zona que va a ocupar. Después traza un espacio igual en el suelo con cinta de carrocero y coloca dentro todas las obras. Experimenta, prueba diferentes composiciones hasta dar con la que te convenza plenamente y haz una foto con el móvil. Ahora ya puedes empezar a tomar medidas en la pared para reproducir la misma composición de cuadros de la imagen.
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Una paleta de colores que unifique el conjunto
Elegir una gama cromática similar para todas las obras que, además, se integre bien en el espacio y sobre la pared, es una gran idea para lograr un efecto cohesionado. Conseguirás poner cierto orden dentro de la galería, lo que resulta armónico y equilibrado.
Además de escoger cuadros y láminas que compartan tonalidades e intensidad, también puedes elegir marcos parecidos, de forma que el efecto de orden sea mayor aún.
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Empieza a lo grande
Cuando vayas a hacer la composición de obras para tu galería, comienza por colocar el cuadro más grande. No hace falta que lo coloques justo en el centro. De hecho, es más interesante colocarlo un poco descentrado. Ahora, tomando el cuadro más grande como punto de partida, ya puedes ir repartiendo el resto de obras a su alrededor.
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Establece líneas que te sirvan de guía
Una buena manera de crear la composición adecuada para tu galería de pared es trazar una línea horizontal que marque la posición de las distintas obras, como en la imagen. El resultado es muy ordenado, sin perder interés.
Puedes mezclar cuadros horizontales y verticales para lograr un mayor dinamismo. O crear grupos en cuadrícula, dentro de la galería, poniendo juntas dos o tres obras de pequeño tamaño.
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Una clave práctica para acertar
Tener claras algunas ideas prácticas te ayudará a lograr una galería perfectamente integrada en el espacio. Hay una regla establecida que dice que los cuadros han de colgarse a la altura de los ojos. Sin embargo, esto no siempre ha de ser así obligatoriamente. Depende también de la altura de los techos y de tu propia estatura. Una buena manera de dilucidar a qué altura colocar tu galería es dividir virtualmente la pared en cuatro franjas y colocar los cuadros en la tercera franja contando desde el suelo.
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Combinar marcos diferentes
Ya sabes que, en materia de decoración, suele ocurrir que en la mezcla encontramos la diversión y el encanto. Elegir marcos diferentes para las obras es una buena idea para añadir diversidad, aunque las opciones para mezclar dependerán también del tamaño de la galería.
Cuanto más grande sea esta, más estilos de marcos distintos podrás incluir. Si prefieres una galería más ordenada apuesta por marcos blancos, negros y de color madera clara. O elige dos modelos sencillos y uno dorado, más decorado.
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Elementos que rompen las reglas
A la hora de configurar tu propia galería para decorar una pared de tu casa, no tienes que ceñirte a lo establecido. Además de cuadros, láminas y fotografías puedes colgar otro tipo de objetos sin enmarcar: la portada de un disco mítico, un dibujo, una tela decorativa, una fotografía antigua, un plato pintado, etc. Este tipo de elementos propios hacen que tu galería se muestre única y mucho más personal.
Para lograr una galería diferente puedes considerar también otras formas de disponer los cuadros. ¿Qué tal si no los cuelgas en la pared, sino que los colocas sobre un estante especial para cuadros? Así podrás ir cambiando las obras fácilmente cuando quieras.
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