1/9 © Adobe Stock

La planta de incienso o falso incienso (Plectranthus coleoides) deslumbra con sus hojas vellosas de color verde brillantes con un borde ondulado de una tonalidad blanca crema, y cautiva porque toda ella es muy olorosa, incluidas sus flores.

Su nombre da una pista de a qué huele: a incienso ligeramente mentolado. Junto al jazmín, la menta o la lavanda, también aromáticas, tiene la virtud de ahuyentar a los mosquitos. Pero no solo eso, también resulta relajante, aliviando el estrés. Te descubrimos todo acerca de esta planta de interior de exquisita fragancia.

Leer más: 10 plantas antimosquitos que puedes cultivar dentro y fuera de casa

2/9 © Adobe Stock

En los meses fríos, trasladar al interior

La planta de incienso es originaria de las zonas cálidas del hemisferio sur, como Australia, África e Indonesia, y no soporta el frío ni temperaturas bajo cero. Es por este motivo que se puede tener en exterior en verano, aunque cuando comience a descender el termómetro deberemos ponerla a resguardo y trasladarla de un ambiente al aire libre a otro interior. Por regla no alcanza más de 60 cm de altura. 

Leer más: Cómo integrar las plantas en la decoración para que sean las 'reinas' de la casa

3/9 © Adobe Stock

Otro uso común

Esta planta también es habitual para conformar jardines verticales como el que vemos en la imagen. No obstante, no es muy exigente con los cuidados, pero sí con la necesidad de luz. Si el jardín no recibe bastante exposición, debes apostar por una iluminación artificial que favorezca el desarrollo de esta especie y el resto de las seleccionadas. Los paisajistas recomiendan niveles de entre 1.000 y 1.500 luxes.

Leer más: Descubre todo sobre los jardines verticales y llena de plantas tu casa

4/9 © Deeana Arts / Pexels

Sitúala en lugares luminosos

Ya hemos dicho que se trata de una planta ‘friolera’, ¿es también calurosa? La horquilla de temperaturas en el que se sienta más cómoda es de los 10 a los 20 º C. Por cierto, sí tolera las temperaturas altas pero, insistimos, sufre con las bajas. Y le gustan los sitios luminosos, pero no le deben incidir directamente los rayos solares para no quemarla.

Leer más: ¿Has oído hablar del diseño biofílico?

5/9 © Adobe Stock

Frecuencia de riego

La planta de incienso solo debe regarse frecuentemente en los meses cálidos, cuando la planta mantiene una mayor actividad, procurando que la tierra siempre se mantenga un poco húmeda. ¿Cómo debes averiguarlo? Introduciendo un lápiz el sustrato, si no se le pega la tierra y sale limpio y sin restos, es hora de aportarle agua (mejor que sea sin cal). Generalmente en la primavera y el verano convendrá regarla entre dos y tres veces por semana, de forma poco abundante, y luego hay que reducir la frecuencia.

Vigila también que no le queda agua encharcada, pues resulta muy perjudicial para su salud.

Leer más: Los errores más habituales a la hora de regar las plantas y cómo evitarlos

6/9 © Adobe Stock

Tierra adecuada

Más importante que el tipo de sustrato, que idealmente será rico en sustancias orgánicas, es que ofrezca un buen drenaje, es decir, el suelo tiene que ser aireado.

Asimismo, te recomendamos abonar la planta del incienso con un fertilizante para plantas de interior cada 15 días en primavera y en verano. De esta manera, lograrás que esté bien tupida y densa.

Leer más: ¡No te pases con el abono de tus plantas!

7/9 © Adobe Stock

Labores primaverales

Se trata de una planta vigorosa, de rápido crecimiento, que tiende a alargarse demasiado. Para controlarlo y darle una forma más bonita, no dudes en podarla en primavera, eliminando las ramas viejas. Sin miedo, reduce las ramas a la mitad, siempre con cuidado de no cortar los brotes que estén emergiendo en el centro de la planta.

En esta estación del año también es adecuado trasplantarla.

Leer más: Qué tipos de poda hay y cuándo y cómo debes realizarla

8/9 © Manfred Richter / Pixabay

Así se reproduce

Se trata de una planta de interior muy económica que puedes ir adquiriendo en centros de jardinería cuando precises. Aunque si tienes una planta sana, también puedes decidirte por multiplicarla mediante esquejes. La mejor época para usar este método es la primavera y puedes hacerlo en agua o directamente en una tierra que se mantenga húmeda.

También se reproduce fácilmente por división de la mata.

Leer más: Todo lo que debes saber para reproducir tus plantas por esquejes

9/9 © Eugene Golovesov / Pexels

Animales que son sus enemigos

Especialmente en verano puede sufrir una plaga de pulgones, mientras que en invierno, sobre todo si la regamos en exceso, es vulnerable a los hongos. El agua estancada puede provocarle otros problemas de salud, como la pudrición de las raíces, así que te recomendamos no pasarte, aunque tampoco te conviene quedarte corto, porque si la tierra se queda muy seca comienza por perder sus espectaculares y ondulantes hojas y puede terminar muriendo.

Leer más: Así combatirás eficazmente una plaga de pulgón en tu jardín

Más sobre: