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Somos conscientes del valor de las plantas, ya que son capaces de ‘levantar’ un ambiente anodino, dar un toque de alegría a cualquier rincón, purificar el aire para que vivamos mejor... Pero además de buscar la especie adecuada, es preciso saber cómo colocarlas, dónde ubicarlas y en qué recipiente. Por eso, hemos preparado este manual, para diseñar tus interiores alrededor de las plantas y hacer que luzcan con estilo.

 

1. Cuestiones prácticas

Es conveniente no pasar por alto algunas cuestiones prácticas, como la cantidad de luz que recibe cada habitación y la temperatura que hace (no es lo mismo un ático que un primer piso), para elegir en base a estas condiciones. Después, debes encontrar el recipiente idóneo, tanto por su aspecto exterior como por sus dimensiones, para que no se quede pequeño en poco tiempo y tires por la borda tu inversión.

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2. Bájalas al suelo

Verdaderas esculturas con movimiento, olor y, en ocasiones, color, en esquinas o como ‘partenaires’ del sofá o de la mesa auxiliar. Cuando entras en una habitación tu ojo se mueve entre diferentes objetos y puntos espaciales. Macetas, sillas, estantes y espejos no deben alinearse a la misma altura sino crear una armonía visual.

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3. A gran escala

No te dejes intimidar por su altura y saca partido a esas plantas majestuosas, que superan el metro y medio. Son buenas opciones en salones, ya que actúan como esculturas vivientes, añadiendo una artística pincelada natural. Eso sí, déjalas que brillen por sí mismas, haciendo que sean las ‘reinas’ del espacio, evitando que otras especies más pequeñas busquen ser sus consortes.

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4. Según la estancia

No renuncies a ellas en ninguna estancia, aunque se trate de la habitación principal. En este caso, debes apostar siempre por especies que favorezcan el descanso con sus colores y aromas. Tampoco se trata de convertir el dormitorio de matrimonio en un vergel sino de incorporar un número de macetas suficiente para dar un toque natural al espacio. No olvides ventilar bien cada mañana. 

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5. Deja que luzcan

En el rincón de estudio o de trabajo, donde todo está organizado y contenido, las plantas te ayudarán a dar un toque de vida y energía, gracias al contraste que se produce en esa atmósfera ordenada y ‘limpia’ visualmente. Busca especies que se desborden y salgan de las macetas, que cuelguen, de hojas exuberantes. Sin olvidar sus beneficios en estas estancias, donde, por ejemplo, la drácena marginata mantiene a raya a los peligrosos compuestos volátiles.

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6. Un buen cóctel de especies

Si vas a colocar varias plantas en un ambiente, busca que el conjunto tenga ritmo y sea armonioso, combinando plantas con hojas y colores distintos, que impriman fuerza y vitalidad. Cuantos más verdes incluyas en tu composición más belleza y frescura conseguirás: tonos lima, esmeralda, hierba… Igual pasa con las hojas, delicadas, en forma de corazón, largas como una palma… En la variedad está la clave. El macetero con autorriego de Citysens te lo pone fácil, ya que es modular, para que lo adaptes a tu rincón preferido, viene con un kit de riego automático, un sensor y distintos manuales para que cuidarlas sea muy sencillo. 

 

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7. Sobre una mesa, en una estantería…

Encuentra su lugar: no hay estancia que se le resista ni rincón que no gane puntos ‘deco’ con su presencia. Puedes colocarlas en tu escritorio, donde las pequeñas plantas se pueden mezclar fácilmente con fotos, libros y lámparas; en las baldas de la cocina, donde las aromáticas pueden aportar un agradable olor y un delicioso sabor a tus platos; en la mesita al lado del sofá, una pincelada ‘chic’ y coqueta… Si quieres coloca recipientes que combinan varias especies de altura similar o juega con individuales, según la planta y su color.

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8. La pared existe, no la desaproveches

Además de para colgar cuadros y fotografías o almacenar en vertical (una gran idea en viviendas de pocos metros), las paredes pueden ser también un buen expositor para tus plantas. Para que el conjunto quede armónico, empieza colocando una ‘especie de anclaje’ y ve colocando el resto en función de ella. Si puedes, pide ayuda, para ir viendo a cierta distancia, como si se tratase de una obra de arte, cómo va quedando el conjunto.

9/10 © Estudio Lalzada

9. Cuestión de equilibrios y proporciones

La armonía debe ser tu máxima cuando vas a combinar distintas especies y diferentes recipientes, para que cuando entres en una estancia encuentres un juego de altas y bajas y finas y gruesas, que atrapen tu mirada y tu atención. De manera que si una tiene un tallo alto y delgado, por ejemplo, busques una maceta que equilibre esa altura con cierto grosor y altura y aporte variedad a la verticalidad de la habitación en general.

10/10 © Zara Home

10. Compensa colores

El color de las plantas influye en el interiorismo. Por eso, si has creado un espacio demasiado frondoso, donde el verde define de manera (casi) absoluta la decoración, procura elegir acompañantes en tonos neutros (beis, ocre, amarillo mostaza…), especialmente si estamos en el dormitorio y no quieres un conjunto tan audaz como abrumador. Telas, cojines y alfombras en tonalidades claras y suaves, te ayudarán a conseguir la atmósfera que necesitas en esta estancia.

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