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Los metros son los que son. Por eso, decorar y amueblar un piso o casa pequeña puede ser todo un reto. Y es que no deberíamos renunciar al estilo en favor del almacenaje o la funcionalidad. Así, cuando el espacio escasea hay que sacar nuestras mejores dotes creativas para sacarle todo el partido. La clave está en seleccionar las piezas con mimo, pensando no solo en su parte práctica (que sí), sino también en el efecto deco que tendrán en tu casa. Estos muebles y accesorios que te proponemos son unos salvavidas de estilo y aprovechamiento del espacio. ¡Seguro que tienes más de uno en tu casa!

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2/11 © La Redoute

Un sofá cama para las visitas esperadas (e inesperadas)

Es un clásico en los pisos pequeños. Tanto si te gusta recibir en casa como si sucede esporádicamente, un sofá cama es la mejor opción cuando no se puede destinar una habitación a dormitorio de invitados. Al elegirlo tendrás que tener en cuenta que el mayor uso que le vas a dar es como sofá, por lo que debe ser cómodo y de un estilo acorde al resto de la decoración. Otra cosa que debes comprobar es que haya espacio suficiente para abrir la cama cómodamente. Después, su estilo, color de la tapicería, etc. dependerá de tus preferencias.   

Un consejo: antes de comprar un sofá cama, mide bien. Puedes colocar unos papeles en el suelo para chequear cuánto espacio ocupa. Recuerda también mirar cuánto ocupa el sofá cama cuando está abierto y cuánto espacio necesita. 

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3/11 © Alvhem

Espejos por doquier

Son una baza que siempre triunfa en pisos pequeños (y los que no son tan pequeños). Y es que los espejos ayudan a ampliar el espacio, multiplicar la luz y la luminosidad, aumentar la sensación espacial y, además, tienen un altísimo poder decorativo. Por eso, en una casa pequeña son un básico que no puede faltar. 

En el recibidor, cumplirá las funciones que acabamos de describir, y, además, te servirá para echar un último vistazo a tu outfit antes de salir de casa. Pero no lo limites a esta pequeña zona de paso: colócalos también en el salón y el dormitorio y verás cómo cambia (a mejor) la decoración. ¿Y cómo debe ser el espejo? Los hay redondos, de tamaño XL, de pie y hasta tipo ventana. Lo importante es que lo coloques donde el reflejo diga algo, evitando siempre colocarlo frente a paredes vacías o puertas.   

Leer: Dónde, cuándo y cómo colocar espejos para decorar

4/11 © IKEA

Muebles que aprovechan toda la pared

En dormitorios pequeños no suele haber espacio para planificar un armario empotrado y, al colocar uno exento, no es aconsejable elegirlo de grandes dimensiones que se coma todo el espacio, abigarrándolo. Por eso triunfan los muebles tipo puente: aprovechan no solo el espacio a ambos lados de la cama, sino también el de encima de la zona del cabecero. Y es que un mueble tipo maletero es perfecto para guardar la ropa de cama o la de otras temporadas. En definitiva, esas cosas que no usas con frecuencia, pero para las que necesitas almacenaje.  

Leer: Cómo conseguir más espacio de almacenaje en pisos pequeños

5/11 © IKEA

Una cama canapé 

O con cajones. Lo importante es que regale almacenaje. Y es que sus ventajas son muchas. Amplían el espacio para guardar y aprovechan un hueco que, de otra manera, no utilizarías. También colaboran en mantener el orden en casa y despejar la estancia. Asimismo, evitan que se acumule el polvo en las cosas que se guardan en su interior. La única desventaja es que son un poco más caras que una estructura de cama convencional, pero la inversión merece la pena cuando el espacio escasea. 

Leer: Aprovecha el espacio que no se ve de tu dormitorio

6/11 © Jordi Canosa para Pia Capdevila

En la habitación infantil no puede faltar una cama nido

Nunca está de más contar con una cama extra en casa. Para las visitas o para que haya espacio cuando tus hijos quieran invitar a sus amigos a dormir en casa. Las camas nido son una opción fantástica para cualquier dormitorio infantil. Además, cuando se hagan mayores, siempre puedes sustituir la estructura de la cama por unos cajones que sirvan para guardar los juguetes, la ropa y hasta los libros.   

Leer: Todo lo que debes tener en cuenta al elegir una cama nido

7/11 © Espejo&Goyanes

Mesitas de noche suspendidas

Cuando cada centímetro vale oro, una buenísima opción es decantarse por muebles suspendidos. Cierto que tendrás que renunciar a algo de almacenaje, pero el resultado es mucho más ligero, no ocupan casi nada y son muy decorativos. En el dormitorio, elegir una mesita de noche suspendida es una excelente alternativa. Las hay de distintos estilos, pero un modelo con acabado de madera te ayudará a elevar la calidez del dormitorio. Puesto que suelen ser algo más pequeñas que las mesitas de noche convencionales, lo más adecuado es sustituir las tradicionales lámparas de sobremesa por otras suspendidas, como en esta propuesta. 

Leer: Las mejores mesitas de noche para dormitorios 'mini'

8/11 © Studio McGee

Muebles que esconden almacenaje 

Además de los canapés, hay muchos muebles que tienes en casa que puedes sustituir por otros que, además de decorativos, sean prácticos y funcionales. Por ejemplo, si tienes una zona de office con bancos, planifícalos con almacenaje interior. Tendrás espacio para guardar los cojines, las mantelerías, etc. 

Incluso el dormitorio es una estancia en la que se puede sacar mucha más rentabilidad al espacio con este tipo de muebles. Por ejemplo, se puede aprovechar el bajo de la ventana para colocar un cómodo banco con cajones o con el asiento abatible. Después solo tendrás que colocar una colchoneta y unos cojines encima. ¡Conseguirás un rinconcito de desconexión ideal y únicamente para ti! 

Leer: Incorpora un banco a la decoración, ¿sabes dónde ubicarlo?

9/11 © Mercè Gost para Tinda's Project

Sofás con sorpresa

Al amueblar un piso pequeño, no hay que dejar de lado la funcionalidad en pro del estilo. Ambos pueden ir dados de la mano gracias a ciertas piezas capaces de cumplir diversas funciones. Un ejemplo son los sofás con chaise longue que, además, cuentan con almacenaje. En estos sofás la zona del chaise longue es abatible, de manera que ahí tendrás espacio para guardar las maletas que no usas, las mantas de invierno y hasta un juego de cama extra para las visitas. 

Leer: Sofá con 'chaise-longue' o rinconera: ¿cuándo elegir cada uno?

10/11 © La Redoute

Mesas nido en el salón

Las mesas nido se han convertido en todo un movimiento decorativo. Son prácticas, con un diseño ligero y, lo mejor de todo, es que al poder ‘guardar’ unas dentro de las otras no ocupan tanto espacio como una mesa de centro convencional. En salones pequeños ofrecen un plus de confort, puesto que podrás moverlas cuando quieras, gracias a su poco peso (solo cuentan con el sobre y la estructura, sin espacio de almacenaje). Incluso puedes colocar una como mesa auxiliar al lado del sofá y dejar la grande como mesa de centro. Si, además, son redondas, aportarán dinamismo y contribuirán a potenciar su imagen liviana.   

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11/11 © La Redoute

Muebles de estructuras ligeras

Huye de los muebles mazacote cuando quieras amueblar un piso pequeño. Cierto que una consola de madera maciza puede ser más decorativa, pero si el recibidor es pequeño terminará por abarrotar el espacio y, visualmente, resultará más recargado (incluso si tiene las mismas dimensiones que otros más ligeros). Y esta máxima no solo sirve para el recibidor. En el salón es importante también que evites los grandes muebles de pared. En estos casos, son preferibles unas estanterías de estructura metálica que no impidan el paso de la luz. 

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