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Las plantas medicinales han sido utilizadas desde tiempos inmemoriales para tratar dolencias, malestares y cuidar nuestra salud. Y muchas de estas especies tan buenas para la salud pueden cultivarse en casa. Del mismo modo, hay muchas alternativas que vienen ya preparadas para el consumo. Se dice que una planta es medicinal cuando tiene propiedades positivas para la salud y que, además, pueden consumirse para mejorar o ayudar a la recuperación, ya sea maceradas o en infusión. Aunque hay que tener claro que no son sustitutas de la medicina moderna y que su consumo ha de ser moderado y siempre estar informado. ¿Sabes qué beneficios tiene cada una? Te damos 10 ejemplos de plantas medicinales que puedes cultivar en tu casa, balcón, terraza o jardín. 

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Eucalipto

Esta es otra de las plantas medicinales más conocidas gracias a sus propiedades frente a las enfermedades respiratorias. Ayuda a aliviar resfriados y afecciones respiratorias, también ayuda a descongestionar los pulmones, ya es que expectorante, y combatir el reúma. Es muy eficaz también en los enjuagues bucales y ayuda a la desinfección de las heridas. También tiene efectos en la reducción de los niveles de azúcar en sangre 

Cómo se cultiva: para cultivarlo en maceta es importante asegurar un sustrato fértil, suelto y poroso. Es una planta muy resistente que puede aguantar sin riego durante un par de semanas, de hecho es mejor quedarse corto que pasarse. La tengas en interior o en exterior, colócala en un lugar bien luminoso. 

Cómo se consume: lo más habitual es hacerlo en vahos: pon las hojas de eucalipto en agua hirviendo y aspira los vapores cubriéndote con una toalla. También puede consumirse en té o infusión de eucalipto.  

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Lavanda

Además de ser una planta aromática muy popular y con unos sencillísimos cuidados, la lavanda tiene también propiedades relajantes y ayuda en situaciones de ansiedad, estrés o insomnio. La lavanda también tiene propiedades cicatrizantes, actúa como analgésico, favorece la circulación y el buen funcionamiento del sistema respiratorio. Asimismo, alivia con ciertos procesos digestivos y antiinflamatorios

Cómo se cultiva: Es una planta rocosa con pocas necesidades, más que mucho, mucho sol. Necesita un sustrato con un pH elevado (alcalino) y un buen drenaje, ya que no tolera los encharcamientos. Necesita un riego moderado, evitando siempre mojar las hojas y las flores. 

Cómo se consume: lo más habitual es hacerlo en infusión con sus flores secas. Echa 3 flores en una taza de agua hirviendo y tómatelo antes de ir a dormir para ayudarte a combatir el insomnio. También es habitual su consumo en aceites esenciales. 

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Aloe Vera

Es conocida como la superplanta. Tiene capacidad antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante. También es utilizada en productos de higiene personal gracias a su capacidad para la regeneración cutánea. De hecho es muy adecuada para ayudar a aliviar las quemaduras y como cicatrizante en heridas. El aloe vera es una planta suculenta que también puede consumirse, fortaleciendo el sistema inmune y siendo una gran fuente de vitaminas. También ayuda a controlar y aliviar algunos problemas gastrointestinales crónicos, como el estreñimiento o el reflujo. 

Pero de todas las especies que hay, solo dos son las que ofrecen estos beneficios: Aloe barbadensis miller y Aloe arborescensis

Cómo se cultiva: el Aloe vera es una planta de cuidados muy sencillos. Necesita grandes dosis de sol y un riego moderado. Para que prospere es importante garantizarle un buen drenaje que asegure que la raíz no se encharque ni se pudra. 

Como se consume: para las heridas, quemaduras o hidratar la piel tan solo es necesario cortar una hoja y aplicar su savia en la zona afectada. Para su consumo, hay que eliminar la piel exterior y poner los trozos del aloe en hielo y agua durante 24 horas en el frigorífico. Pasado ese tiempo, hay que volver a enjuagar y colarlo. Así se elimina la aloína y estaría listo para consumir.

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Perejil

Probablemente la hierba más utilizada de la gastronomía española junto al laurel. También una de las más fáciles de cuidar y cultivar. Pero seguro que tiene muchos beneficios que no conocías: es antiinflamatorio; al ser rico en potasio, favorece a la circulación regulando la presión arterial. También es diurético, alivia las picaduras, protege los huesos y combate la halitosis, gracias a su alta concentración de clorofila. 

Cómo se cultiva: necesita grandes dosis de luz, aunque no sol directo, ya que puede llegar a quemar sus hojas. Acepta riegos frecuentes, pero moderados. Cuando le salgan las flores hay que eliminarlas para que crezca más fuerte (puedes utilizarlas para sacar las semillas y cultivar más perejil).  

Cómo se consume: en la comida puede consumirse bien crudo, en ensaladas o como ingrediente de batidos, por ejemplo, pescados a la plancha o en salsa verde. También puede consumirse en infusión, aunque el agua caliente eliminará algunas de sus propiedades. 

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Menta

La menta es otra planta medicinal que puede cultivarse en casa y que tiene múltiples beneficios. Entre otros, mejora la digestión y evita los gases. También ayuda a aliviar los dolores de cabeza (como aceite esencial), y es útil para tratar la gripe y los resfriados. Alivia reacciones en la piel, reduce la inflamación y el dolor y ayuda a quitar el mal aliento. 

Cómo se cultiva: para que crezca frondosa, es recomendable que reciba una buena iluminación. Si la cultivas en maceta, elige una ancha, ya que la menta es una planta que crece horizontalmente. Necesita un riego abundante y constante, especialmente en primavera y verano. 

Cómo se consume: Dependerá del uso que le quieras dar. Para el catarro, infusiona una cucharada de menta seca en agua caliente. Si es para la tos, haz la infusión en agua fría. Si quieres tratar gases, mezcla una cucharada de hojas secas con dos de hojas secas, infusiónalas en agua caliente y toma después de cada comida. Para las heridas, diluye tres cucharadas de menta en un litro de agua y lávala bien. También se puede utilizar aceite esencial diluido en agua. 

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Romero

Otra de las hierbas aromáticas más empleadas en la gastronomía de todo el mundo. Pero consumido como infusión tiene varios beneficios: mejora la digestión, alivia el dolor de cabeza, favorece el crecimiento del cabello y es útil para combatir el cansancio. Asimismo, es antiséptico, depurativo, antibiótico, diurético, evita la formación de gases en el tracto gastrointestinal o favorece su expulsión.  

Cómo se cultiva: el romero necesita grandes dosis de luz y sol, aunque en las épocas de más calor, lo más adecuado es protegerla. Se trata una planta rústica, por lo que no necesita mucha agua y es mejor moderar sus riegos. 

Cómo se consume: para disfrutar de todas sus propiedades medicinales, lo más adecuado es consumirla en infusión. Con una cucharada sopera por cada taza de agua será suficiente. Hierve de 1 a 3 minutos y deja reposar. 

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Ortiga

Seguro que si ves una ortiga por el campo, caminas en la otra dirección. Pues debes saber que la ortiga tiene grandes beneficios para la salud y que puede ser consumida como alimento (siempre lavándola antes y recogiéndola con guantes de cuero para evitar erupciones en la piel). Para beneficiarse de todas sus propiedades, lo ideal es consumirla en forma de té o infusión. Reduce la acidez, los gases y el estreñimiento. También puede aliviar la diarrea y reducir los niveles de azúcar en sangre. 

Cómo se cultiva: la ortiga es una planta fácil de cuidar y que puedes sembrar en tu jardín. Necesita un riego abundante, así como que se retiren las hojas secas o marchitas. Para aprovecharse de todos sus principios activos conviene cosecharla tras la floración. Se puede consumir fresca o guardar en un lugar seco para su secado.   

Cómo se consume: para preparar una infusión de ortiga, añade una cucharada de hojas de ortiga en una taza con agua caliente. Deja que repose durante 5 minutos y cuélala antes de tomarla.  

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Diente de león

El diente de león lo vemos en el campo y pensamos de ella que es una mala hierba. Lo cierto es que es una flor con muchísimas propiedades antiinflamatorias, antibióticas y anticancerígenas. Ayuda a regular el metabolismo, controlando los niveles de azúcar y glucosa, favorece el control del colesterol y estimula la secreción de insulina. También se le atribuyen propiedades para regenerar el hígado, es empleada para tratar el estreñimiento y previene las infecciones.  

Cómo se cultiva: aunque es difícil que se dé en maceta, puedes plantarla en tu jardín. Siembra las semillas de manera que cada planta tenga espacio suficiente para crecer fuerte. No necesitan demasiados cuidados, además de sol y riego moderado. 

Cómo se consume: tanto sus hojas, tallos y flores pueden consumirse crudos, por ejemplo en ensaladas o cocidos. La raíz es otra de las partes del diente de león que se aprovecha, aunque hay que secarla y molerla. Puedes consumirla como un sustituto del té o del café. 

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Manzanilla

Además de bonita y una de las plantas preferidas de los niños para hacer hermosos ramos de flores silvestres, la manzanilla tiene muchas propiedades terapéuticas para la salud. Entre otros beneficios, ayuda la digestión, así como a calmar y reducir los niveles de ansiedad y el estrés, ayuda a controlar la diabetes, refuerza el sistema inmunitario, ayuda a tratar las heridas e, incluso, es beneficiosa para reducir los dolores menstruales. 

Cómo se cultiva: esta planta adora la luz, por lo que no habrá problema si la sitúas en una zona con mucho sol. Es una planta que soporta mejor las sequías que el exceso de humedad, así que ofrécele riegos moderados, comprobando siempre antes el sustrato.

Cómo se consume: lo más habitual es hacerlo en infusión, con un máximo de 2 o 3 tazas al día. 

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Valeriana

Es otra de las plantas medicinales más conocidas para combatir el estrés, la ansiedad y el insomnio. También es un antidepresivo natural, además de ayudar a promover un mejor descanso. Asimismo, es antiinflamatorio y analgésico, ayudando a calmar los dolores de cabeza y algunos tipos de cefalea. También es útil contra ciertos trastornos digestivos, ya que favorece la eliminación de gases y es efectiva para los cólicos y mejora la digestión. 

Cómo se cultiva: esta planta medicinal puede cultivarse en casa siempre que reciba unos cuidados determinados. Puede colocarse en zonas con mucho sol y también semisombra. Se desarrollará mejor en climas templados, ya que las heladas podrían dañar la planta. Hay que tener especial cuidado con el riego, ya que igual que no acepta la sequía tampoco el exceso de agua. 

Cómo se consume: si la cultivas, podrás aprovecharte de sus hojas secas para preparar infusiones. Echa una cucharadita de hojas secas en una taza de agua hirviendo, deja que repose durante cinco minutos y después cuela. 

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