Cocinas

La encimera es más importante de lo que crees (y no, no estamos hablando solo del acabado)


La encimera es uno de los factores más importantes al diseñar la cocina. Pero más allá del acabado, hay otras características que definirán su estilo. Te lo contamos


Cocina con muebles blancos, cuadro, armarios blancos con módulo abierto en madera oscura, campana decorativa© María Pujol
3 de noviembre de 2025 - 7:00 CET

Cuando piensas en la cocina de tus sueños, es fácil fijarse sobre todo en el acabado de los muebles o con qué electrodomésticos de última generación lo dotarás. Pero, en realidad, la encimera es la verdadera protagonista. Es la superficie que más usas, la que define el estilo general y la que marca la sensación de calidad

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Por eso, más allá del color o la textura (que también son importantes), hay otros factores de la encimera que determinan cómo se percibe tu cocina. El material, el grosor, el canto o incluso cómo se une con el antepecho son muy importantes. Cada elección suma elegancia, funcionalidad y carácter. Si cuidas estos detalles, convertirás una cocina práctica en un espacio único y lleno de carácter. ¡No querrás salir de ella! 

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© Heidi Cavazos para Coblonal Interiorismo

Materiales que determinan la personalidad de la cocina   

El material que elijas para tu encimera definirá su resistencia, pero también es clave para determinar la atmósfera que proyecta el espacio. Si buscas un efecto natural y elegante, la piedra, el granito o el mármol son una opción resistente y duraderaCada uno tiene matices: el granito elegante es casi indestructible. Soporta bien el calor y aguantan bien los golpes. Mientras, el mármol aporta luminosidad y lujo, aunque son más delicadas a productos abrasivos. Las piedras sinterizadas o porcelánicas son una opción muy actual, ya que garantizan una resistencia superior a las manchas o al calor y ofrecen múltiples acabados que imitan materiales, desde el mármol hasta la madera.  

Otra opción son las encimeras de madera, que transmiten calidez y naturalidad, ideal para cocinas nórdicas o rústicas. Eso sí, debes tener en cuenta que requieren cuidados regulares. Por su parte, las laminadas han mejorado mucho su acabado y resistencia, aunque son menos resistentes que las opciones anteriores.    

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© Dekton

Acabados en tendencia: mármol, madera y granito   

En las cocinas modernas, vemos la vuelta de un clásico: las superficies marmoleadas, que dominan por su elegancia atemporal. Las vetas suaves en tonos grises o beige aportan luz sin resultar frías. Si prefieres un ambiente más acogedor, las encimeras con acabado en madera clara consiguen un efecto natural, cálido y más relajado.   

Por otro lado, el granito vuelve con fuerza en proyectos que buscan autenticidad. Sus matices naturales crean contrastes vivos y únicos, imposibles de reproducir de forma artificial. 

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© Ane Sierra para Aurora Monasterio

Grosor fino: ligereza visual y modernidad   

Las encimeras de 1 o 2 centímetros consiguen dotar a la cocina de ligereza y elegancia. Son perfectas para cocinas modernas. Visualmente, aligeran el conjunto y encajan muy bien en cocinas de diseño minimalista o con frentes lisos. Esta finura amplifica la sensación de espacio, especialmente en cocinas pequeñas o abiertas al salón.   

Eso sí, si te decantas por una encimera fina, los materiales deben ser sólidos, como porcelánicos o piedras sinterizadas.

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© Palabras: 7 | Caracteres: ‎36 Título Alternativo

Grosor grueso: carácter rotundo

En cambio, si eliges una encimera de gran grosor, de más de 4 centímetros, la encimera adquiere un protagonismo escultórico. Las que presumen de un acabado natural, como mármol o piedra, transmiten estabilidad y solidez. Es una elección habitual en cocinas con islas grandes y abiertas al salón, donde la encimera busca imponerse visualmente.   

Un truco recurrente es utilizar un canto ingletado: se consigue el efecto de gran espesor sin aumentar realmente el peso ni el coste. Parece una pieza maciza, pero no lo es. 

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© Beth Davis para A New Day Studio

Cómo elegir el canto de la encimera   

Los cantos son también un factor a tener en cuenta al elegir la encimera. Los cantos rectos, también llamados simples, son los más limpios visualmente. Favorecen líneas continuas y modernas, integrándose con frentes planos o lacados. Actualmente, son tendencia y quedan genial en cocinas modernas con encimeras de grosor fino. 

Su ventaja principal es que no roban protagonismo al material ni interrumpen la continuidad visual. Si el diseño de tu cocina apuesta por la discreción o quieres resaltar el color y la textura de la encimera, el canto recto es la elección más equilibrada.    

Otra opción es decantarse por un canto con bisel, que añaden un toque decorativo sutil que protege los bordes de posibles golpes. El canto a inglete, en cambio, es puro diseño: permite que el frente y la superficie se unan sin cortes, ideal para lograr un volumen visual contundente. Y el canto en pico flauta incorpora una ligera curvatura que dota a la encimera de carácter artesanal. 

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Cantos redondeados o semirredondeados: suavidad y seguridad   

Si buscas una cocina más cómoda y segura, los cantos redondeados o semirredondeados son perfectos. Su forma curva reduce la dureza visual y transmite una sensación fluida y envolvente.   

En cocinas familiares, este tipo de borde evita aristas peligrosas sin sacrificar estética. Funciona muy bien en materiales naturales como la madera o el granito, donde la curva acentúa la textura original. Además, favorece la limpieza, ya que no acumula suciedad en los bordes.

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© Paloma Pacheco Turnes para Cocinas Río

La unión con el antepecho: una continuidad decisiva

La unión entre encimera y antepecho también define como se ve tu cocina. Para quienes buscan un acabado moderno, la integración sin junta visible —ya sea del mismo material o uno diferente— consigue una línea continua que refuerza la amplitud del espacio.

Otra opción es marcar el límite con un rodapié o bordillo mínimo, que evita filtraciones y añade un toque tradicional. 

Sea cual sea tu opción, es importante que el ajuste se ejecute correctamente, ya que una unión imperfecta puede arruinar incluso la mejor encimera. 

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© Manolo Yllera para Cocinas Río

¿A qué altura se instala la encimera?

La encimera se suele colocar a unos 90 centímetros del suelo, aunque este estándar debe adaptarse a ti. Si eres más alto o más bajo, puedes variarlo unos centímetros para mejorar la ergonomía.   

No se trata solo de comodidad: la altura determina la proporción general de los muebles y cómo se percibe la cocina. Una encimera ligeramente más alta alarga visualmente las líneas horizontales, transmitiendo sensación de orden y horizontalidad. 

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© Amador Toril para Estudio Raquel González

Combinar la encimera con los muebles: el equilibrio final

Al elegir la encimera, ten en cuenta que no debe competir con los muebles, sino complementarlos. En cocinas blancas, un tono oscuro o marmoleado aporta contraste y profundidad. En cambio, si los frentes son de madera, una encimera clara suaviza el conjunto y evita sensación de pesadez.   

El truco está en buscar armonía y en combinar texturas (madera con piedra, por ejemplo). Además, recuerda que el mobiliario mate realza mejor las superficies brillantes, mientras que un acabado satinado pide materiales igualmente suaves y táctiles. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.