Costillas de cerdo al limón y mostaza: jugosas, aromáticas y con ese toque que siempre triunfa


Una receta fácil y deliciosa que combina acidez, dulzor y hierbas frescas para lograr unas costillas irresistibles.


Costillas de cerdo ibérico con limón, mostaza y tomillo© StockFood
28 de noviembre de 2025 - 14:27 CET

Hay recetas que se convierten en un comodín para cualquier ocasión: reuniones improvisadas, cenas del fin de semana o esos días en los que apetece encender el horno y dejar que la cocina se llene de aromas. Estas costillas de cerdo al limón, mostaza y tomillo son justamente eso. Una propuesta sencilla, muy sabrosa y con un toque mediterráneo que equilibra la intensidad de la carne con la frescura cítrica y el punto meloso de la miel. El resultado: una carne tierna que se despega sola del hueso y una salsa brillante que pide pan.

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Ingredientes que marcan la diferencia

El éxito de esta receta está en la combinación de ingredientes: el limón, que aporta frescura y rompe la grasa natural de la carne; la mostaza de Dijon, que da profundidad y un punto ligeramente picante; la miel, encargada de equilibrar la acidez y ayudar a caramelizar el exterior; y el tomillo fresco, una hierba que funciona especialmente bien con cerdo por su aroma cálido y resinoso. Juntos crean una salsa que impregna la carne sin enmascararla.

La clave: una marinada aromática y tiempo de reposo

Una buena marinada lo cambia todo. No solo aporta sabor, sino que ablanda la fibra de la carne y la vuelve más jugosa. Lo ideal es dejar las costillas reposar toda una noche, pero con dos horas ya se nota el efecto. El truco está en cubrir bien toda la pieza, masajear ligeramente y conservar en frío. El ajo y el limón actúan como potenciadores naturales del sabor.

Cocción lenta + golpe final: el secreto del éxito

Las costillas necesitan mimo y tiempo. Un horneado suave –a 160 °C durante unas dos horas– permite que la carne se haga despacio, se vuelva tierna y se desprenda casi sola del hueso. El golpe final a 200 °C es lo que les da ese acabado dorado y caramelizado tan apetecible. No tengas prisa: el horno hace todo el trabajo.

Ideas para acompañar y servir

Estas costillas funcionan con casi todo. Para un menú completo, combínalas con:

  • Patatas asadas con hierbas.
  • Ensalada crujiente de hinojo, rúcula y manzana.
  • Arroz blanco o pilaf para absorber la salsa.
  • Verduras a la parrilla, si buscas algo más ligero.

Un chorrito final de limón y unas hojas nuevas de tomillo hacen que el plato gane frescura en el último momento.

© StockFood / Mondadori Portfolio
Costillas de cerdo ibérico al limón con mostaza y tormillo

Costillas de cerdo al limón, mostaza y tomillo

Ingredientes (4 personas):

  • 1,2 kg de costillas de cerdo
  • 2 limones (zumo y ralladura)
  • 2 cucharadas de mostaza de Dijon
  • 2 cucharadas de miel
  • 4 dientes de ajo machacados
  • 6–8 ramas de tomillo fresco
  • 60 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra recién molida
  • 120 ml de caldo de carne o agua
  • 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional)

Preparación:

  1. Prepara la marinada. Mezcla el zumo y la ralladura de los limones con la mostaza, la miel, el aceite, los ajos y el tomillo. Añade sal y pimienta.
  2. Marina la carne. Coloca las costillas en una fuente, cúbrelas con la mezcla y deja reposar mínimo 2 horas (mejor toda la noche en la nevera).
  3. Hornea lentamente. Precalienta el horno a 160 °C. Coloca las costillas con la marinada y el caldo en una bandeja. Tapa con papel de aluminio y hornea durante 2 horas, hasta que estén muy tiernas.
  4. Dora y carameliza. Sube el horno a 200 °C, retira el papel y hornea 15–20 minutos más, pintando con la salsa de la bandeja para que queden brillantes y doradas.
  5. Sirve. Corta en porciones, añade tomillo fresco y acompaña con patatas asadas, ensalada crujiente o arroz blanco.

Consejos del chef para que salgan perfectas

  • Sella antes de hornear (opcional): si las doras 3–4 minutos por cada lado en una sartén muy caliente, intensificas el sabor.
  • No escatimes en marinada: cuanto más generosa sea la capa, más aromático será el resultado.
  • Pinta durante el horneado: cada 30 minutos, báñalas con sus propios jugos para que queden brillantes y jugosas.
  • Deja reposar 10 minutos antes de cortar: se asientan los jugos y la carne no se rompe.
  • Versión barbacoa: hornea 90 minutos a baja temperatura y termina en la parrilla para un extra de humo.
  • Si quieres más salsa: añade un chorrito de caldo extra en la bandeja y déjalo reducir en un cazo antes de servir.

Para volverse loco:

  • Añade ralladura extra al final, no durante la cocción, para que mantenga todo su aroma cítrico.
  • Mezcla varias mostazas (Dijon + antigua) para dar textura y pequeños estallidos de sabor.
  • Prueba con mantequilla: una nuez al final de la salsa la vuelve sedosa y brillante.
  • Pimentón ahumado suave: si quieres un toque más profundo, añade solo media cucharadita.
  • Forra la bandeja con papel de horno: te ayudará a recoger los jugos y evita que se quemen.
  • Conviértelo en plato único: sirve sobre una base de puré de patata rústico y tendrás una cena redonda.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.