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Además de como ingrediente para numerosos postres o reconfortantes cremas calentitas, la calabaza nos da mucho más juego en cocina. Nos gusta mucho, por ejemplo, sumarla también a platos de pasta como este que os mostramos. Además, añadimos unos champiñones, un poquito de beicon y salvia.
- 400 g de Pasta corta (crestas de gallo)
- 600 g de Calabaza
- 250 g de Champiñones
- 150 g de Beicon
- 12 tallos de Cebollino
- 18 hojas de Salvia
- 8 cs de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
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1.
Precalentar el horno a 180º.
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2.
Pelar la calabaza, retirar las semillas y cortarla en dados grandes. Ponerlos en una fuente refractaria, sazonarlos con sal, rociarlos con 2 cucharadas de aceite y hornearlos 20 minutos a 180º.
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3.
Limpiar y trocear los champiñones.
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4.
Lavar y secar las hojas de salvia.
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5.
Cortar el cebollino en trozos de 2 cm.
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6.
Cocer la pasta en agua salada abundante 3 minutos menos del tiempo indicado por el fabricante. Escurrir y reservar.
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7.
Subir a 200º la temperatura del horno.
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8.
Retirar la piel a las lonchas de beicon y trocearlas.
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9.
Saltear los champiñones y el beicon en una sartén grande con 2 cucharadas de aceite y disponerlos en la fuente de la calabaza con la pasta escurrida.
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10.
Rociar con el resto del aceite, salpimentar, mezclar y hornear 5 minutos a 200º.
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11.
Retirar del horno y acompañar con las hojas de salvia y los trocitos de cebollino.